miércoles, 13 de marzo de 2013

Hacia una educación que promueva la ciencia ciudadana.



En la actualidad se dice que transitamos de la sociedad de la información a la sociedad del conocimiento. La propuesta actual del desarrollo sustentable está basada en el desarrollo de innovaciones tecnológicas. Junto con ello, recientemente se ha iniciado un movimiento social que busca la generación de conocimiento científico con la participación ciudadana. Es necesario propiciar la interacción entre destacados científicos de la Academia de Ciencias de Morelos (ACMor) y profesores de educación básica, en la perspectiva de acrecentar el conocimiento científico con participación del profesorado y de sus alumnos. Los académicos de esta Academia, han diseñado y operado en años anteriores un diplomado para profesores con similares propósitos y ahora refrendamos el compromiso de propiciar la mejora de la enseñanza de las ciencias en el nivel básico y medio. Esto será posible mediante el acercamiento directo entre hacedores de las ciencias y profesorado, en diálogo constructivo, en que serán puestos en práctica o producidos, conocimientos, habilidades, actitudes propias de los procesos de descubrimiento científico y del desarrollo de las ciencias, sus metodologías y enfoques.
En México durante la primera década de este milenio la educación pública superior ha recibido un severo menosprecio por parte del gobierno federal y se ha dado impulso a la educación privada. Esta situación se mostró cuando se propuso un sistema de becas crédito para los estudiantes de escuelas privadas descuidando a los estudiantes de las instituciones públicas de educación superior. En si mismo este programa podría apoyar la formación de los jóvenes; pero esto no está haciendo así. Desde mi punto de vista, la educación superior requiere que las instituciones generen conocimiento y no solamente repitan lo que otros descubren o generan. Las instituciones de educación privada en México han renunciado a la generación del conocimiento, no así en otros países donde fomentan la investigación científica y cultural. Estas actitudes no ayudan a la sociedad en general y, en cambio, nos condenan a continuar seleccionando soluciones sin un conocimiento profundo de la problemática que nos aqueja.
Por otra parte, dada la situación en el mundo y las posibilidades de comunicación a través de la Internet se conjunta una gama amplia de herramientas para acciones de generación de conocimiento que no estamos utilizando suficientemente.
Para conseguir aprovechar estas posibilidades se requiere que los profesores de enseñanza elemental conozcan, practiquen y faciliten con sus alumnos las formas científicas de generar conocimiento.
Generalmente entre los profesionales de la enseñanza en nivel elemental se confunde una indagación bibliográfica con una investigación. Esto conlleva que la metodología científica no sea enseñada adecuadamente en las escuelas de educación elemental y la sociedad paga con altos costos esta carencia, por ejemplo al aceptar los productos “milagro”.
Los profesionales de la educación escasamente usan las posibilidades que ofrece la tecnología de telecomunicación y cuando lo hacen suele ser en calidad de consulta. Nuestro actual sistema educativo sube mínimamente información a la Internet.
Por otro lado, la llamada ciencia ciudadana o ciencia participativa es una actividad que genera conocimiento usando la metodología científica, pero en lugar de que los proyectos sean realizados por profesionales de la ciencia, son desarrollados por equipos de ciudadanos. Las bondades de la generación de conocimiento por parte de la sociedad son evidentes: la sociedad genera el conocimiento que más necesita en ese momento, al generarlo lo asimila y lo comparte, lo socializa, lo incorpora a su cultura.
Recientemente Manuel Martínez Fernández discutió estos aspectos de Investigación Educativa y Práctica Docente y enfatiza las relaciones entre los aspectos de innovación y sustentabilidad con la alfabetización científica. De aquí es importante tener acciones que ayuden a fomentar la cultura científica y utilizar acciones o mecanismos que alcancen a nuestros jóvenes.
En particular para este sexenio el programa de becas salario que está impulsando el gobierno de Graco Ramírez puede ser uno de los pilares del desarrollo sustentable a largo plazo. Este programa pretende beneficiar en forma directa a más de cien mil jóvenes que estudian desde tercero de secundaria hasta el último semestre de una licenciatura, los beneficiados indirectos podríamos ser todos los morelenses. En todo el mundo hay un movimiento que considera que la mejor inversión que puede hacer una sociedad es en la educación de su juventud. En mi opinión, habrá muy pocos argumentos que se pueden esgrimir en contra de esta propuesta.
Desde la ACMor estamos haciendo propuestas que promueven la cultura científica en estos jóvenes, estamos dispuestos a participar en conferencias, talleres, cursos y otras actividades para fortalecer el programa de beca salario. Aunque estamos conscientes de las limitaciones que tenemos como individuos o como organización, tenemos la certeza que podemos participar de forma activa en la búsqueda de que nuestra región sea una pionera en la conformación de una ciencia ciudadana, en la generación del conocimiento desde las raíces de la sociedad para construir una cultura científica que soporte las decisiones hacia un desarrollo sustentable.
Una versión previa de este artículo fue publicado el día 13 de Marzo

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