miércoles, 2 de diciembre de 2015

Buen vivir y energías renovables

Hace una semana estuve en Quito, Ecuador, a petición de la Secretaría de Educación Superior Ciencia, Tecnología e innovación de ese país para ayudar a conformar un plan nacional para investigación en el ámbito de las energías renovables. Por supuesto que estoy convencido de que la investigación científica es un excelente motor para el desarrollo de todas las regiones del mundo y esta invitación me permitió conocer de cerca algunas realidades de nuestra Latinoamérica.
Tuve varias sorpresas en ese viaje desde la visita al templo de la Compañía donde quedé prendado de su belleza y esquistez que comparte con muchos templos de nuestro México. Recordé a Santa Prisca en Taxco y el Templo de la Valenciana en Guanajuato, todas estas edificaciones tienen encantos únicos y otros que comparten, pero todas ella nos llenan de emociones y muestran el trabajo de los antiguos latinoamericanos. Es claro que compartimos ayeres, vicisitudes, conocimientos tradicionales y por supuesto un futuro que construir.


La primera petición de los organizadores, fue que deseaban que la planeación se enfocara al “Plan del Buen Vivir” documento guía del gobierno del presidente Rafael Correa Delgado de Ecuador. Debo manifestar que de entrada me despertó un sentimiento de desánimo y cierta resistencia a iniciar la lectura de este documento. Esto debido a las experiencias que tengo de leer algunos planes de gobierno en nuestro país. Desde mi punto de vista, es necesario aclarar que dicha lectura me fue muy grata al observar que este plan contempla muchos de los aspectos que también son relevantes para el ámbito mexicano y por ende, quizá, con otros países latinoamericanos. Por supuesto que estas aseveraciones están cargadas de mis propios pensamientos que, en síntesis, comparto con el Plan del Buen Vivir (los invito a leerlo seguramente entenderán mi sentimiento de que es una buena iniciativa www.buenvivir.gob.ec).
El Plan tiene doce objetivos y en particular los objetivos 4 y 11 son los que nos indicaron tenían que ver con la Planeación específica para el Instituto Nacional de Eficiencia Energética y Energías Renovables, que fue en la que me invitaron a participar. Así el objetivo 4 consiste en: Fortalecer las capacidades y potencialidades de la ciudadania, en particular algunas de la políticas para cumplir este objetivo consisten en: alcanzar la universalidad de la educación hasta el bachillerato y democratizar el acceso a la educación superior, promover espacios no formales de educación permanente, promover interacciones recíprocas entre los sectores educativo, empresarial y de investigación, promover la gestión adecuada del uso y difusión de conocimientos generados en ecuador. Dentro de este objetivo y políticas subyace una intención que se enuncia como uno de los ejes para la sustentabilidad y mantenimiento de la biodiversidad es la de realizar investigaciones sobre el conocimiento ancestral para su verificación y uso y asegurarlo como un bien público en Ecuador. En otras ocasiones he comentado la necesidad de amalgamar el conocimiento tradicional con el científico para obtener soluciones a la problemática presente que contenga la visión hacia la sustentabilidad. Por esta razón comparto plenamente esta intención. En la definición de estas políticas estoy de acuerdo y aquí en nuestro país muchos las hemos impulsado.
En cuanto al objetivo 11 que se enfoca en: Asegurar la soberanía y eficiencia de los sectores estratégicos para la transformación industrial y tecnológica, en particular mediante la política de Reestructurar la matriz energética bajo criterios de transformación de la matriz productiva, inclusión, calidad, soberanía energética y sustentabilidad, con incremento de la participación de energía renovable, no cabe duda que la comparto y considero de suma importancia. Enfocar la seguridad energética para propiciar la transformación de la matriz productiva con la perspectiva de la sustentabilidad es una visión retadora y con miras en el largo plazo.
En este tenor es que el grupo de trabajo, integrado por colegas brasileños, venezolanos y ecuatorianos, conformamos cinco grandes propósitos para la investigación en el ámbito de la eficiencia energética y energías renovables: contribuir a construir un habitat saludable, una movilidad baja en emisiones de carbono y de calidad, una industria que sea eficiente en energía y use energías renovables donde sea adecuado, un generación de electricidad basada en fuentes renovables de energía y la definición de un plan nacional de uso eficiente de energía y energías renovables.
Claramente con estos propósitos los ecuatorianos podrán conocer que la investigación tanto básica como aplicada y el desarrollo tecnológico en estas áreas tiene intenciones de resolver problemas que le atañen. Con esta estructuración las líneas, temas y problemas específicos quedan delineados. pero lo suficientemente abiertos para que los científicos ecuatorianos generen conocimiento e invenciones en el contexto internacional. La definición de propósitos claros para el ciudadano no científico es muy importante, ya que estas personas podrán percatarse de que sus impuestos tienen objetivos últimos que los beneficiarán. Esta definición contrasta con la que se hace a menudo en nuestro ámbito científico de anteponer los propósitos investigativos y dejar para la última parte la intensión. En este sentido es mucho más claro para las personas no científicas y las científicas declaran de antemano su objetivo último.
Además les comento que la especificidad del plan es profunda y permite guiar con amplitud la investigación tanto en aspectos básicos como de desarrollo de dispositivos, sistemas, herramientas informáticas y de alternativas tecnológicas.
La interacción con colegas de otros países me permitió conocer en detalle lo que hacen y estoy seguro que pronto tendremos colaboraciones para abordar problemáticas comunes desde una perspectiva multidisciplinaria y multienfoque mezclando los conocimientos tradicionales con los que generamos en diferentes latitudes de la región lationamericana.

Una versión previa de este artículo fue publicado el día 2 de Diciembre

2 comentarios:

  1. Me pareció muy bueno tu artículo y no cabe duda de que en ocasiones hay que seguir el ejemplo de otros países. No se si se trate de un discurso demagógico, pero los propósitos suenan muy bien. Finalmente, el adoptar el término de seguridad energética puede ayudar a que efectivamente se haga algo significativo en México en relación a las energías renovables.

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  2. Totalmente de acuerdo, Juan, la lectura de lo que se hace en otros lugares nos puede ayudar a encontrar soluciones a problemas similares. Desde mi perspectiva el uso de las fuentes renovables de energía es algo que debemos empezar a hacer.

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