miércoles, 7 de octubre de 2015

Diversidad y densidad

En estos momentos me parece adecuado escribir sobre muchos aspectos que estamos sufriendo. Nuestro México tiene dificultadas cada vez más complicadas de resolver. Tenemos deficiencias en la educación elemental, tampoco podemos decir que los otros niveles de educación son satisfactorios. La riqueza cada vez es peor distribuida y por lo tanto tenemos cada vez menos personas con mayor riqueza y más pobres con menos necesidades satisfechas. Nuestros recursos naturales son explotados cada día con mayor rapidez, dilapidando la basta distribución de estos recursos en aras de una generación de riqueza inmediata sin miras en un futuro.
Sin embargo, el tiempo para escribir y el espacio son limitados, también lo es el tiempo de los lectores, cada uno está preocupado por obtener los recursos para sobrevivir. Nuestra precaria situación implica que dediquemos una gran parte de nuestro tiempo para conseguir una vida llevadera. La mayoría de la población en nuestro país, aunque trabaje el día entero más allá de lo legislado de 8 horas diarias, no lo logra,.
En otras ocasiones he comentado que ya somos muchos, pero realmente ¿es un problema de sobrepoblación? Un estudio reciente indica que la mayoría de las regiones en el mundo pueden ser autosuficientes en la producción de alimento.


Por otro lado, muchas veces se ha enfatizado que la energía solar que llega a la tierra es mucho mayor que la energía que usamos. En muchos lugares los techos de las edificaciones pueden producir energía eléctrica. La mayoría de los litorales pueden ser utilizados por dispositivos que aprovechan la energía de las mareas, las corrientes marinas o la olas. Por supuesto, lo mismo sucede con el posible aprovechamiento de la energía del viento.
Enfatizo el problema energético, porque conozco algo más de él; pero en cada uno de los aspectos que nos están causando una inmensa discrepancia entre las personas y las especies de este planta y por ende conduciéndonos por caminos no sustentables encuentro que el problema radica en la forma en que los utilizamos y distribuimos los recursos.
La educación de calidad es un punto importante, no basta con instrucción o capacitación, en mi opinión, debemos promover una educación que permita construir conocimiento en todos los rincones del mundo. Es extremadamente simplista pensar que en algún otro lugar del mundo se ha generado el conocimiento que puede resolver los problemas de cualquier región.
Generalmente la regiones con mayor rezago de satisfactores son regiones donde las condiciones son más adversas para resolver problemas de alimentación y uso de recursos. Déjenme dar un ejemplo. Los grandes barcos fueron construidos en regiones donde los vientos eran favorables para moverlos. Por esa razón no se desarrollaron las carabelas en la región maya para que pudieran surcar el Atlántico y conquistar a los europeos. La llamada zona de calma intertropical no es adecuada para el empleo intensivo de la energía eólica. Los vientos huracanados son intensos, pero de baja densidad muy distribuidos a lo largo del año. De hecho aun hoy en día es extremadamente difícil decir que se puede usar la energía de los vientos huracanados. En cambio en la zona cercana al mediterráneo el viento es constante y bien distribuido a lo largo del año. El aprovechamiento intensivo de la energía solar no es un proceso simple, requiere de tecnología que ha sido desarrollada por cientos de años al concebir procesos que no encontramos en forma natural y poder dominar el efecto fotovoltaico. Basta mencionar que la fotosíntesis es menos eficiente y cosecha menos energía por unidad de tiempo en comparación con las celdas fotovoltaicas.
Como estos sencillos ejemplos podemos encontrar muchos en la literatura actual.
En resumen, esto indica que las regiones donde mayor pobreza hay son regiones donde las dificultades para un desarrollo sustentable han sido mayores a lo largo de la historia (una discusión más amplia la encontramos en Colapso de Jared Diamond). Sin embargo, ellas también tienen una gran diversidad, aunque con menor densidad, de recursos. En mi opinión, debemos construir las soluciones contemplando esta baja densidad y distribución de los recursos, las soluciones donde los recursos como los energéticos o la producción de alimentos sean usados intensivamente sin contemplar los efectos negativos de ellas parecen que no han sido aceptables en los últimos siglos.
Por estas razones insisto, las soluciones que amalgamen el conocimiento científico con el tradicional prometen cambiar los paradigmas tanto de las urbes del conocimiento como de las regiones y, por lo tanto, ofrecen alternativas con una base más amplia que incrementan el éxito.
La apuesta por la educación es una de las más certeras, la redistribución de la riqueza para que los jóvenes estudien es una de las soluciones de largo plazo que considero más adecuadas; pero todos debemos aceptar que no dan fruto pronto. Debo reconocer que en Morelos se ha optado por apoyar esta visión y es una acción que debemos sostener. Estoy seguro que en una década dará frutos.
Por otro lado, las medidas que se amparan en las tendencias actuales en el uso de los hidrocarburos deben ser poco a poco minimizadas y apoyar con mayor decisión el uso de las fuentes renovables de energía. En este sentido en Morelos, y en la mayor parte del territorio nacional, la energía solar es una verdadera alternativa con baja densidad energética e intermitencia, pero que debemos empezar a usar para contribuir a su desarrollo y con ello propiciar que sus desventajas sean sobrellevadas.
Sirva este texto para discutir y dejo para otro día el abordar otros problemas.

Una versión previa de este artículo fue publicado el día 7 de Octubre