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sábado, 16 de abril de 2011
Los topes o la incivilidad
Hace algún tiempo escuché un trabajo de investigación que abordaba los efectos de los topes en el tránsito vehicular. Este trabajo realizado por estudiantes de bachillerato fue presentado en el XXI Congreso Regional de Investigación (2010) organizado por el CUAM y la Academia de Ciencias de Morelos. En mi opinión, ese trabajo era muy original, se usaban algunas herramientas de la física estadística para estudiar los efectos provocados por los topes y en particular analizaban las propiedades estadísticas de colas que se producen detrás de ellos. Si me refiero a los topes que las autoridades de tránsito ponen para regular el paso de los vehículos. El estudio se enfocó a analizar dos topes en la Ciudad de Cuernavaca situados en lugares donde no hay mucho afluencia de vehículos y, por lo tanto, concluyó que los topes no afectaban el tránsito. Resultado que hubiera sido diferente si se analizan las colas de vehículos provocadas por topes en sitios muy transitados. Sin embargo, lo importante no es si los topes provocan colas o no. Lo que nos debe preocupar es por qué se necesitan topes.
Uno de los lugares favorito para poner topes son en las avenidas donde hay escuelas con el argumento de que se hace para evitar accidentes a los niños. Pero, que no bastaría con poner un letrero que dijera ESCUELA y que con ello a las horas de entrada y salida de los escolares los conductores deberían maximizar su precaución y por lo tanto minimizar su velocidad. El hecho de poner topes es una muestra de incivilidad. Estoy seguro que los mismos conductores en otros lugares del mundo respetarían ese letrero y disminuirían su velocidad al pasar por una escuela. El detenernos en un tope enfrente de una escuela a media noche es totalmente ineficiente y un derroche de energía, es tirar nuestro dinero. Cada uno de los conductores paga la gasolina, pero cada uno de nosotros, ciudadanos, sufrimos la contaminación generada por esa frenada, es decir también nos cuesta, aún a los que no pasamos por esa calle con tope. Por lo tanto, el poner topes no es una solución barata, quizá deberíamos exigir semáforos inteligentes, por supuesto el costo total a la larga sería menor para la sociedad en conjunto.
En la mayoría de las ciudades del sur de la República Mexicana, y por supuesto en Morelos, se construyen autopistas e inmediatamente se ponen topes al paso de las poblaciones. Esto es totalmente incongruente. Las autopistas se hacen para que los automóviles pueden ir a mayor velocidad y los topes para frenarlos. Nuevamente, bastaría un letrero de poblado próximo y avisar de una reducción de la velocidad. Comportamiento que si vemos en otros lugares del país.
Uno más de los lugares donde no debe haber topes es en las entradas y salidas de la glorietas. Las glorietas se usan para regular el flujo seguro en la intersecciones de dos o más avenidas principales sin utilizar semáforos. La idea de la glorieta es que el vehículo que ya entró en la glorieta tiene el paso y que todo vehículo que pretende entrar a la glorieta debe dejar el paso al que ya entró. Esta regla sencilla y que todos deberíamos respetar bastaría para hacer funcionar la glorietas. También es cierto que muchas glorietas no cumplen con el tamaño mínimo para que funcionen.
Los topes claramente son un elemento negativo para el libre tránsito de los vehículos. También son un fuente de aumento de las emisiones de carbono, cada vez que tenemos que frenar, casi hacer alto total, para luego continuar. Todos pagamos y sufrimos la aberración de los topes
¿Cuál es la solución? Una respuesta simple y al mismo tiempo liberadora de todos es: que se enseñe bien los aspectos de vialidad en la escuela. Claro que la educación vial se debe dar en las escuelas, pero también debemos hacerlo en las casas, en la familia, con los amigos. Todos nosotros debemos enseñar con el ejemplo. Por supuesto, tanto la incivilidad como la educación vial se enseñan con el ejemplo. ¡Elijamos la educación vial!
Esta es una versión ampliada del texto publicado en el periódico La Unión de Morelos en día 12 de mayo de 2010 en la sección "Y sin embargo se mueve".
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Totalmente de acuerdo!! Ojalá con un letrero de ALTO fuera suficiente para que entendieramos que debemos dejar el paso a otro.
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