miércoles, 29 de septiembre de 2021

Un evento citadino

En esta ocasión deseo comentar una historia citadina que ocurrió el pasado 26 de septiembre. La historia fue videograbada y compartida en Twitter por “Es tiempo de cambiar” @candylejas26 y sucedió pasadas las 11:20 horas. Por supuesto, en este texto, voy a describir lo que se observa en las imágenes y en la narración del video; aunque se puede consultar directamente el tuit en la URL . En el video se observa un automovilista tirando desechos sólidos en la calle, atrás de él, un repartidor en motocicleta con una mochila distintiva lo observa. El motociclista se baja de la moto y levanta la bolsa con los desechos y se las da al automovilista. Unos segundos después el automovilista vuelve a tirar las bolsas a la calle; nuevamente el repartidor las levanta y las devuelve al generador de los desechos.
En estos momentos yo estaba esperando una inminente pelea callejera. De hecho, las personas que estaban grabando lo sucedido, también lo esperaban; pero no fue así. Los dos personajes se suben a sus vehículos; pero momentos antes de partir el automovilista vuelve a arrojar a la calle los desechos. 
Para esto, ya las personas que estamos de espectadoras pensamos que el motociclista va a ir tras el automovilista, lo mismo pensaron los videograbadores y así fue.
A los pocos minutos se observa al automovilista bajando en una tienda. El motociclista espera, a que se baje y entre a la tienda, para ir al automóvil y devolver, nuevamente, los desechos a la persona que los generó. En esto entra a escena un empleado de la tienda que me pareció dialoga con el motociclista (aunque en la narración no se informa), ya que seguro le pareció totalmente inusual que alguien abra un automóvil y arroje desechos al interior, y decide quedarse por ahí. Regresa el automovilista al auto e intercambia algunas palabras a lo lejos con el motociclista. Seguramente le dijo algo como: “ahí te dejo tus desechos”; el automovilista busca los desechos, los encuentra y vuelve a arrojarlos a la calle. En eso entra nuevamente a escena el empleado de la tienda e invita al automovilista a tirar los desechos en los botes adecuados. Finalmente, el automovilista decide comportarse de acuerdo con los criterios de civilidad y conduce los desechos a los botes adecuados.
Esta es una historia donde el motociclista tiene un comportamiento insistente en que se cumplan las reglas de convivencia. Las personas que graban comparten la historia, se mantienen al margen y son quienes nos dan material para reflexionar sobre este insignificante, pero relevante y ejemplar suceso. El empleado de la tienda, escucha, razona y decide actuar para aumentar la civilidad entre la diversidad de actores. Finalmente, hay que reconocer que el automovilista a pesar de todos sus enojos por haber sido sorprendido realizando una acción antisocial, que desde mi perspectiva él también la considera así, acepta la regla y se marcha con al menos la conciencia tranquila de haber dejado sus desechos en el lugar designado.
En una sociedad como la nuestra donde las desigualdades imperan y los abusos campean, es muy fácil insultar a las personas como el automovilista que actúan rompiendo las normas de convivencia. En esta ocasión quiero destacar que todos los actores finalmente adoptaron actitudes que contribuyen a una convivencia sana. Tanto el motociclista como el empleado de la tienda se mostraron firmes y exigieron se adoptaran las reglas. Las personas que videograbaron decidieron compartir y felicitar a los dos anteriores. 


La empatía y tolerancia junto con la insistencia en el respeto a las reglas puede cambiar la conducta hacia el respeto a lo común (imagen de freepik.com).

Para mi queda decir que el automovilista, aunque mostró muchísima resistencia y manifestó tendencia a abusar, al mero final, aceptó las reglas y se comportó siguiéndolas contribuyendo a la convivencia sana.
Desde mi punto de vista, el quemar en leña verde, exhibir, a personas con conductas antisociales no siempre es lo más adecuado para conseguir la aceptación y comportamiento en concordancia con las reglas de convivencia. Otro desenlace hubiera sido que en el primer momento cuando el automovilista tira los desechos, llegara un policía y lo infraccionara. Por supuesto, esta multa también hubiera resuelto el problema de las normas; pero el desenlace verdadero permite un aprendizaje por las personas participantes y, también relevante, el permitir que una persona pueda concluir una primera conducta reprobable con una acción de reparación del daño y con la conciencia tranquila de comportarse adecuadamente.
La insistencia de diferentes personas es fundamental, los diálogos, aunque fuertes entre los actores, la empatía y aceptación de pagar por utilizar los bienes comunes pueden conducir a construir una sociedad con menores diferencias, tolerante y que respete las normas para un buen convivir. 


Este artículo fue publicado el día 29 de Septiembre en el periódico La Unión de Morelos.

miércoles, 22 de septiembre de 2021

Hoy lo sabemos

En estos días se plantea que estamos sufriendo una situación causada por el neoliberalismo y que para ello se pretenden establecer acciones dictadas autocráticamente. Es cierto que dejar que el mercado regule todas las relaciones humanas entre las personas y otras especies es una pésima idea que conduce a distribuciones paretianas de la riqueza y solo promueve el bienestar de unas personas en lo individual.
En estas líneas recordaré algunas ideas sobre el manejo de los bienes comunes. Entendemos que este planeta es un bien común que usamos tanto nosotros las personas como otras especies y que en principio podríamos tener relaciones que condujeran a un bienestar de todos los entes. 
Por otro lado, la definición autoritaria de políticas que pretendan evitar la acumulación del bienestar puede conducir a una disminución de las posibilidades de vida de otras especies al deteriorar el ambiente. Generalmente, estas políticas autoritarias no se sustentan en el conocimiento, ya que una de las características del conocimiento es que no es una posesión individual, sino que requiere, al menos, ser discutido, compartido, consensuado, asimilado y verificado. 
En particular me referiré a las ideas de Elionor Ostrom, ganadora del premio nobel de economía. 
Elionor Ostrom, enfatizó a lo largo de sus estudios que se requiere conocer la diversidad de opciones y reconocer la diversidad de regiones; así como aceptar las diferentes culturas en cuanto al manejo de los recursos que se manifiestan en las regiones en el mundo. Así, ella señala que una solución adecuada para un sitio puede ser totalmente errónea en otro lugar o para otra cultura.
En la actualidad sabemos que los resultados de Ostrom pueden conducir a la definición de una relación menos depredadora entre las diferentes personas y entre estas personas y las otras especies que nos acompañan en esta nave llamada Tierra. Ella misma nos alertó sobre la trampa de pensar en soluciones mágicas que se pudieran aplicar en los diferentes entornos. Es algo muy humano el desear soluciones mágicas. Cuando nos enfermamos, la solución fácil es pedir una pastilla, o un té de una hierba especial, o una poción “nanotecnológica”, digamos; pero la solución muchas veces requiere de cambios en nuestros hábitos o intervenciones más complejas. Basta, con mencionar que muchas personas pensaban que con solo vacunarse ya no les iba a dar COVDI-19 y se han desilusionado al enfermarse a pesar de estar vacunadas. La realidad es más compleja de como la podemos conceptualizar simplistamente la mayoría de las personas. A esta forma de pensar en soluciones mágicas Ostrom la llama el problema de la panacea, de la solución simple y aplicable para todo.
Esta complejidad a la que la realidad nos enfrenta en cada momento, va en contra de la sobresimplificación de las relaciones que la mayoría de las personas deseamos y asumimos para entender fácilmente nuestro entorno social o natural. Por esta razón, Elinor Ostrom enfatiza que debemos desarrollar un ambiente multidisciplinario en un marco de referencia de múltiples niveles para analizar los sistemas sociales y su interacción con el ambiente, es decir, para analizar y comprender los sistemas socioecológicos. En el ámbito de la economía los multiniveles se refieren a que en un nivel están las relaciones entre personas que compran y venden, entre personas que proveen y usan. Otro nivel podría enfocarse en las relaciones entre un sistema de recursos naturales y la gobernanza de ese sistema. Al hablar de un bosque, se tiene un nivel; pero se puede considerar a los árboles como individuos y, así, tenemos otro nivel; pero a su vez en el árbol puede haber subniveles, por ejemplo en la ceiba, donde tenemos sistemas en el suelo o en sus copas.
Una de las tareas que requiere de una colaboración más estrecha entre los diversos actores es la definición del conjunto de variables que son las adecuadas para evaluar las acciones propuestas. La definición de indicadores que sean capaces de medir la bondad o las limitaciones de las propuestas es de suma importancias. No vale decir tengo otros datos, primero podemos definir estos indicadores y medirlos para verdaderamente hacer el ejercicio de evaluación con las mediciones. 

Tenemos un solo planeta
 (imagen wavebreakmedia, freepik.com)



Finalmente, Elinor Ostrom alerta sobre la posible sobre especificación de los problemas, señalando que en ocasiones hay una tendencia a caer en una trampa pretendiendo argumentar que el caso en cuestión es totalmente diferente a otros. Esto puede evitar que se aprendan de otras situaciones al reconocer algunas similitudes. Por esta razón al definir el conjunto de variables e indicadores se puede reconocer las similitudes y con ello adaptar algunas estrategias con base en el aprendizaje.
Lamento tener que decir, y principalmente a la juventud, que la realidad es compleja; aunque que hoy disponemos de conocimientos en muy diversas ramas de las ciencias que requieren que profundicemos en la diversidad y aprendamos a colaborar con personas duchas en donde nosotros no lo somos. Cuando era joven no se conocían los estudios de Elinor Ostrom, hoy sabemos de ellos y es nuestra obligación actuar en consecuencia, ya que no podemos alegar que no se sabía. Situación muy diferente a lo que pasaba a principios de siglo cuando se desconocía lo que el uso irracional de los combustibles fósiles podría causar, no podemos reclamarle a esas personas de principios de siglo XX por el uso desmedido de los hidrocarburos; pero en el futuro claro que nos lo pueden reclamar a nosotros las futuras generaciones.


Este artículo fue publicado el día 22 de Septiembre

miércoles, 15 de septiembre de 2021

Wikimedia una comunidad global

Llevamos casi dos años desde que apareciera la COVID-19 y con ella se ha desatado un flujo de información sin precedente. De por si, ya el flujo de información en nuestra época se ha incrementado exponencialmente, de una manera inimaginable hace apenas medio siglo. Es más, ahora se ha acuñado el neologismo infodemia para denominar el exceso de información, una veces verás otras falsas, sobre un tema específico cualquiera. Tan nueva es esta palabra que todavía el diccionario de la RAE no lo registra en la edición 2020 (por cierto, este es otro ejemplo de la evolución del lenguaje que tarda en ser cubierto por organismos de registro); pero que ya es ampliamente utilizado en el lenguaje cotidiano  o científico . Hemos sufrido de esta infodemia en lo relacionado con la COVID; pero, también, hoy en día tenemos a nuestra disposición muchísima información prácticamente en la palma de nuestra mano.
Hace medio siglo, la información era un bien escaso que no se dispersaba rápidamente y que tampoco se promovía su difusión. Uno de los aspectos más relevantes es que la Internet nos ha posibilitado difundir información y con ello el conocimiento.
Desde mi perspectiva, el esfuerzo más amplio y verdaderamente comunitario para difundir el conocimiento para que con él podamos decidir aspectos de salud, sociales, políticos, de trabajo, escolares, etc., con información es Wikipedia. Esta enciclopedia colaborativa, que en sus inicios fue devaluada, hoy en día se ha transformado en una verdadera fuente de conocimiento e información de incalculable utilidad para todas las personas. Es más quiero enfatizar que lo que empezó como una enciclopedia gigantesca, ahora es una COMUNIDAD que comparte conocimientos, información y creaciones. Verdaderamente, ahora la fundación WIKIMEDIA, que soporta a Wikipedia, posibilita que todas las personas podamos compartir conocimiento y creaciones para que sean utilizadas por otras personas en los más diversos lugares del mundo. Hasta que me inscribí al curso Edita Wikipedia, que ofrece la UNAM en colaboración con Wikimedia México, pude aquilatar lo inmenso del proyecto Wikimedia que engloba plataformas informáticas con la intención de compartir cambiando nuestra forma de acceder al conocimiento y creaciones.

  Wikimedia Mexico 

Me parece que coincidimos en que las personas que tenemos acceso a la Internet valoramos grandemente la información disponible en Wikipedia y que ha modificado desde nuestras conversaciones cotidianas hasta las tareas en los trabajos o en el ámbito escolar.
Déjenme abrir un paréntesis, al empezar a escribir esta nota quise conocer el origen de la palabra WIKI y me sorprendió que el vocablo viniera del hawaiano, donde para decir rápido dicen wiki wiki. De aquí surgió la denominación de WIKI a los iniciales esfuerzos colaborativos computacionales para hacer crecer la documentación de programas de cómputo rápidamente. Es decir, esta documentación se elaboraba en un WIKI, una plataforma informática donde las personas que codificaban los programas escribían la documentación conforme avanzaban en la escritura del código y estas anotaciones se hacían en una página interactiva y con ello la documentación estaba al día. 
Con esta mira, la de rápidamente compartir, la Wikipedia ha crecido enormemente en muy diversos idiomas, por ejemplo ya existe Huiquipedia que es su versión en lo que nosotros conocemos como náhuatl y tiene más de mil artículos con información. Hoy en día está en fase de construcción la Wikipedia en maya. Desde mi perspectiva, en el momento en que en un idioma se ofrece información contextualizada, actual, con una perspectiva neutral y opciones consensuadas diversas se promueve la preservación de esa forma de expresión que contiene matices, tonalidades y expresiones únicas que pertenecen a sus hablantes.
Lo que nació como Wikipedia ahora es un inmenso y ambicioso proyecto comunitario, verdaderamente diverso y global, que se fomenta desde la fundación Wikimedia que hoy promueve al menos 15 proyectos, entre ellos destacan, por supuesto, Wikipedia. También muy relevante es Wikimedia Commons donde se pueden encontrar imágenes, audios y videos que han sido compartidos para ser usados por toda persona que lo desee, respetando algunas simples reglas de reconocimiento a quien los ha creado. Otro proyecto es Wikcionario que es un diccionario libre donde podemos encontrar variantes en el español o castellano hablado en las diferentes regiones del planeta. Wikiversidad es una plataforma educativa, en línea, libre y gratuita, con filosofía wiki, en ella se pueden construir un curso de cualquier nivel o tomarlo de forma libre. Les invito a que visiten la página de Wikimedia para entender el enorme esfuerzo de esta comunidad por compartir y contribuir y aprovechar las diferentes plataformas.
Un aspecto muy pertinente es que dado que las plataformas de Wikimedia son construidas en comunidad respetando reglas de tolerancia y consenso la aceptación de lo diverso se elabora.
Un ejemplo que deseo comentar, es el trabajo que llegó a mis manos esta semana de los artículos sobre los personajes femeninos en La Divina Comedia de Dante que está siendo abordado por Laura Ingallinella y sus estudiantes. En este trabajo se valora y contextualiza a las mujeres reales que inspiraron a Dante al escribir su obra, pero que fueron descritas a través de los ojos de un varón con ciertos prejuicios. El indagar las historias de estos personajes abre la oportunidad de leer la obra con otra lente. De esta manera, se está considerando de forma diferente a poblaciones hasta hoy discriminadas.
En resumen estamos ante la oportunidad de usar y crear al mismo tiempo; también nuestra contribución será para nuestro entorno u otro lugar en el mundo, hagámoslo. Espero estas líneas motiven a quien las lee para decidirse a contribuir en este magno esfuerzo comunitario para compartir información, conocimiento, creaciones y datos desde una perspectiva colectiva e individual, global y local, universal y particular, única y diversa, como lo es precisamente la humanidad.

Una versión previa de este artículo fue publicada el día 15 de septiembre en el periódico La Unión de Morelos.

miércoles, 8 de septiembre de 2021

Propuestas para nuestras ciudades: evaluar resultados más que acciones


Cada vez son más frecuentes las noticias de inundaciones. Esta semana en las regiones de Ecatepec y de Tula hubo tremendas e inesperadas inundaciones, estas no son privativas de nuestro país, sino también en diversos lugares en el mundo. Esta situación parece volverse cotidiana y ya no podemos hablar de que sean esporádicas. Lo que ha enfatizado el IPCC, desde hace algunos años lo estamos empezando a padecer. Acciones que contribuyan a disminuir las emisiones de gases de efecto invernadero son urgentes, pero este llamado parece caer en oídos sordos en la mayoría de las personas y en particular para algunas que tiene la oportunidad de proponer e implantar acciones concretas.
Por otro lado, estamos observando la migración como un fenómeno global. Hace algunos lustros, debido a la forma de difusión de las noticias en el ámbito internacional, veíamos la migración como un fenómeno entre Europa y África. Hoy en día lo estamos viendo en nuestro país. No solo es que parte de la población mexicana que no ve opciones para su desarrollo en nuestro país migra hacia Estados Unidos, sino que ahora México es un lugar de paso para una población nacida en Centroamérica y en el Caribe cada vez más empobrecida y que huye de lugares donde los recursos naturales han sido saqueados en aras de beneficiar a otras poblaciones y no a ellas.
Ante esta compleja situación, normalmente, se proponen estrategias y se definen acciones, pero cómo saber que estas propuestas son adecuadas y nos dirigen a cambios para alcanzar el bienestar social.
La semana pasada, el presidente Andrés Manuel López Obrador, comentó una serie de acciones que su gobierno ha instrumentado y enfatizaba que era lo que había prometido. Efectivamente, la pensión a adultos mayores y el programa de jóvenes construyendo el futuro han sido puestos en marcha y están en marcha entre otras acciones de gobierno. De esto no tenemos dudas. 
Para conocer si estas acciones están produciendo un cambio hacia el bienestar social es necesario definir los indicadores adecuados. 

Análisis
Imagen de Amico https://storyset.com/ 



Déjenme enfatizar. Para conocer si las propuestas implementadas conducen a las metas deseas, es necesario definir cómo vamos a medir su éxito, no basta con decir se implantaron.
Estas mediciones son una de las partes fundamentales que toda sociedad debe definir para verdaderamente construir su futuro deseado. Mientras no midamos no podremos saber si las acciones conducen a las metas propuestas. Estas mediciones, se conocen como indicadores y ellos deben definirse al mismo tiempo que se ponen en marcha las acciones para evaluar progresivamente el éxito de las estrategias. De definirse al mismo tiempo que las acciones quedará claro para todas las personas si se avanza con las acciones.
Si aceptamos esta forma analizar las propuestas, se deberán implantar los mecanismos para medir estos indicadores y así poder evaluar las estrategias. Con este tipo de mecanismos de evaluación no se podría decir: “yo tengo otros datos”. De hecho, hoy en día se acepta que el análisis de los datos podría ser realizado con diferentes metodologías y supuestos que enriquecen las perspectivas de análisis y, por lo tanto, conducen a un panorama más amplio y diverso. 
En nuestro país estamos a punto de que nuevas autoridades locales asuman sus cargos en diferentes municipios. Por esta razón, insistimos, es momento de definir los indicadores que cada nuevo gobierno plantea para que se evalúen sus estrategias y acciones. Al definir estos indicadores y abrir los datos para que la sociedad pueda analizarlos, se estarán ofreciendo opciones de análisis diversos que conducirán a un enriquecimiento informado del conocimiento de los diferentes entornos sociales y ambientales. 
Para definir estos indicadores es importante contar con la colaboración de los más diversos sectores de la sociedad, el sector académico en las disciplinas sociales, humanistas, técnicas y científicas es un invitado que hay que considerar, pero que debe colaborar con otros sectores para construir estos esquemas de evaluación.
La propuesta concreta es que las nuevas administraciones municipales definan estos indicadores en una forma participativa. Hoy antes de asumir los cargos, es el momento de planear y definir las formas de evaluación.

Este artículo fue publicado el día 8 de Septiembre en el periódico La Unión de Morelos.

miércoles, 1 de septiembre de 2021

Propuestas para nuestras ciudades: movilidad sustentable

Es urgente la transición hacia una movilidad sustentable. Con esta frase quiero enfatizar lo que muchas personas están demandando en la actualidad, no solo se requiere de un transporte de calidad y que no emita gases tóxicos por donde pasa, sino de un verdadero sistema de movilidad. Es decir, no solo debemos esperar grande avenidas para los autos, sino que es imperioso definir sistemas de transporte verdaderamente limpios, eficientes, que aporten a la movilidad de las personas y respeten el espacio público.
En las semanas pasadas, comentaba sobre la advertencia que emitió el Panel Intergubernamental para el Cambio Climático de que es urgentísimo que redoblemos los esfuerzos en las estrategias para la descarbonización de la economía en general. 
El transporte, hoy en día, es uno de los sectores con mayores emisiones de gases de efecto invernadero y que afecta a las personas en cada punto donde transita un vehículo de combustión interna.
Si bien es cierto que durante el siglo pasado se consideraba inocuo el uso de los combustibles fósiles para generar la energía que se deseara, sin buscar la eficiencia y la racionalidad en el uso de esos recursos. En la actualidad, el conocimiento que se ha generado indica que estamos cambiando la composición de la atmósfera y que con ello cambiamos el clima y ponemos en riesgo la actual forma de vida de nuestra especie y de muchas otras que nos acompañan en este planeta.
Nuestras ciudades han sido moldeadas durante más de un siglo por la ilusión de un transporte individual que incluye aspiraciones enajenantes con miras totalmente consumistas y de derroche de los recursos naturales. 

Transporte público, imagen de pxhere.com


Hoy es necesario repensar estas formas de urbanización que demandan movilización de personas por grandes distancias o de flujos intensos de personas entre sus domicilios y sus lugares de trabajo.
La solución requiere de un enfoque que considere la dinámica de las ciudades. Notemos que las ciudades son verdaderos ejemplos de lo que llamamos sistemas complejos. En varias ocasiones hemos discutido que en este tipo de sistemas, entender las interacciones es más importante que considerar a los entes que los forman para promover un funcionamiento que fomente el bienestar de todos los entes. Es decir, para propiciar el bienestar social es necesario conocer las dinámica en estos sistemas complejos, más que considerar a las personas individualmente.
Las semanas anteriores comentamos en estos textos algunas sugerencias para promover este bienestar social a las autoridades municipales que están por asumir sus cargos, dadas las elecciones del pasado mes de junio en México.
Hoy nuevamente comentamos la necesidad de iniciar un cambio radical en la concepción de la movilidad en los entornos urbanos y rurales. Esta concepción debe privilegiar primeramente a la movilidad más que a los sistemas de transporte. Ciertamente es esencial modificar la forma de pensar y en lugar de construir sistemas de transporte, se debe conceptualizar una urbanización que permita una movilidad eficiente y limpia. Hoy se define una urbanización y posteriormente se adecúan los sistemas para la movilidad de las personas o productos. 
Necesitamos concebir que la urbanización debe promover un transporte con acceso equitativo, seguro, limpio y eficiente. Este tipo de transporte también debe respetar el espacio público para la convivencia.
Las personas que han tenido en sus manos la toma de decisiones han postergado la implantación de esta visión, ya que se requiere de una cambio en la infraestructura de las ciudades que no necesariamente se podrá concluir en los períodos de vigencia de las autoridades. Aplazar las soluciones es condenar a las generaciones actuales y futuras a continuar sufriendo las consecuencias de este cambio climático.
En la mayoría de nuestras ciudades es posible implementar un sistema de movilidad pública eléctrica articulado con infraestructura para la movilidad no motorizada. 
En Cuernavaca es posible tener al menos dos sistemas troncales de autobuses eléctricos acompañados de la adecuación de la ciudad para la movilidad peatonal y de ciclistas. Lo mismo puede diseñarse para diferentes ciudades tanto en nuestro país como en otros entornos latinoamericanos.
Valga este exhorto para las autoridades que en breve asumirán el cargo.

Este artículo fue publicado el día 1 de Septiembre en el periódico La Unión de Morelos