miércoles, 18 de agosto de 2021

Propuestas para nuestras ciudades: fotovoltaicos para el suministro de agua

En estas últimas semanas, en Cuernavaca, hemos sufrido de la interrupción del servicio de agua potable. La Comisión Federal de Electricidad (CFE) decidió suspender el servicio de energía eléctrica para operar los pozos de agua por el Servicio de Agua Potable y Alcantarillado de Cuernavaca (SAPAC) debido a la estratosférica deuda que tiene SAPAC por el pago del servicio eléctrico. Esta deuda se ha incrementado desde hace más de seis años. Con el hecho de que no tengamos agua en nuestros domicilios se manifiestan dos gravísimos problemas que, en cualquier parte del mundo, estamos o estaremos enfrentando con mayor frecuencia en el futuro: el abastecimiento de agua y el suministro de energía.
Estos dos problemas que enfrentamos, son causados por el mal manejo que hemos dado a los recursos naturales. Primeramente, la manera en la que nuestra especie ha aprovechado la construcción de conocimiento para el uso de los recursos naturales no ha considerado los efectos negativos que tiene este uso acelerado para otras personas o especies en el planeta. También observamos que el uso de los combustibles fósiles en forma irracional nos ha conducido a sufrir un cambio climático. Situación similar se observa en el uso del agua, donde en algunas regiones se utiliza sin regresar a su estado natural para que otras personas o especies las usen.


El agua es un bien común (imagen de freepik)

En estos días, en Cuernavaca se puede observar que los malos manejos de las últimas administraciones de SAPAC han dejado una organización en quiebra y con una infraestructura totalmente deteriorada que no puede atender la demanda, en algunas ocasiones inequitativa, de la población. 
Desde mi punto de vista, en Cuernavaca se observa que la CFE está urgida de obtener los recursos económicos que no le han sido pagados porque requiere, a su vez, pagar la electricidad cara que genera con combustibles fósiles. 
Hace unos diez años, proponíamos que la electricidad que se requiere para el bombeo de agua se generara con sistemas fotovoltaicos. En aquel entonces la propuesta era un poco más alta que el costo de la electricidad en ese momento. Sin embargo, en la actualidad los costos reales de los sistemas fotovoltaicos han caído del orden de un 80 % desde entonces. Así que, hoy en día, los fotovoltaicos son francamente una mejor opción económica y ambiental para el suministro de energía eléctrica de la mayoría de los sistemas de agua potable del país.
Es importante destacar que la inversión en sistemas fotovoltaicos tiene un horizonte de al menos 20 años y una tasa de retorno de no más de 8 años, por lo tanto la factibilidad económica es evidente. Además, la instalación puede hacerse de manera modular, es decir, no se requiere tener todo el dinero para hacer una inversión cuantiosa, sino que paulatinamente se puede ir incrementando la capacidad de generación de electricidad hasta alcanzar la requerida y con ello financiar la instalación completa.
Para mi, es evidente que una política desde la CFE que promueva la instalación de sistemas fotovoltaicos en las instalaciones o en las cercanías de los pozos tendrá beneficios para la CFE y para los sistemas de agua potable de los diferentes municipios del país. La ciudadanía también nos veremos beneficiados al tener un servicio de agua potable que para su funcionamiento no generará gases de efecto invernadero y será más barato. Por supuesto, en algunos municipios pudiera ser más adecuado instalar generadores eólicos o de biocombustibles o geotérmicos para satisfacer la demanda de electricidad que requieren los sistemas de agua potable.
De haberse implantado un programa de instalación de sistemas fotovoltaicos en los organismos del agua desde hace una década, estoy seguro que muchos municipios podrían estar ya saneados de sus finanzas referentes al agua. De esta manera, estos municipios podrían dedicar presupuesto para el manejo de plantas tratadoras de aguas, que es otro de los aspectos que urgen ser atendidos y estamos descuidando. Por supuesto, la energía que se requiere en el manejo de estos plantas tratadoras también pudiera ser generada con renovables.
Por otra parte, es muy importante que nosotros, la ciudadanía, entendamos que los recursos naturales son finitos y que debemos hacer un uso adecuados de ellos considerando que otras personas y especies también tienen derecho a su uso en la actualidad y en el futuro.
Sirvan estas líneas para apuntalar propuestas que las autoridades municipales pueden empezar a implantar con una visión de largo aliento en lugar de solamente atender lo inmediato sin brindar verdaderas soluciones. Desde mi perspectiva, el municipio de Cuernavaca tiene una verdadera oportunidad de construir soluciones, si instala sistemas fotovoltaicos dedicados a aportar la energía para el suministro de agua.


Este artículo fue publicado el día 18 de agosto en el periódico la Unión de Morelos.

miércoles, 11 de agosto de 2021

Propuestas para nuestras ciudades: movilidad no motorizada

En estas fechas además de la crisis del COVID-19 estamos observando cambios climáticos producido por nuestras actividades sin precedentes en miles de años. Este lunes el IPCC nuevamente nos alertó sobre el cambio climático que estamos sufriendo y que se intensifica rápidamente y sus efectos se expanden hasta cualquier región de nuestro planeta. El informe señala que la intensidad de la tormentas aumenta provocando lluvias intensas e inundaciones en unas regiones mientras causa sequías en otras. En particular, en las latitudes altas se incrementa la precipitación y en las zonas subtropicales la sequía aumentará. Recordemos que los incendios aumentan en nuestro país, por ejemplo en la zona de Michoacán y Guerrero donde en 2018 se observaron incendios que cubrieron con sus cenizas la mayor parte de nuestro territorio. Además, algunas otras regiones está sufriendo inundaciones más frecuentemente, las noticias nos llegan más frecuentemente que en otros tiempos. Las áreas costeras se irán perdiendo debido a las inundaciones. La pérdida de los glaciares continuará. Ya se perdieron o redujeron dramáticamente la mayoría de los glaciares de nuestros volcanes (Popocatepetl, Pico de Orizaba, Iztaccíhuatl, Nevado de Toluca, etc.). Las ondas de calor serán más frecuentes e intensas, así como la acidificación de los océanos provocando cambios en la vida en ellos. En las playas del Caribe Mexicano podemos observar que cada años tenemos invasión de sargazo, indicación inequívoca que la vida en los océanos está cambiando. Para las ciudades el calor en las áreas urbanas aumentará, así como las inundaciones en ellas. Entre otras muchos cambios que están ocurriendo en estos días y que se prevé continúen. Ante esta situación, es muy probable que las personas consideremos no podemos hacer mucho, ya que es un problema verdaderamente global. Misma situación pueden pensar las autoridades de ciudades o municipios, al pensar que solamente los gobiernos nacionales o las grandes industrias o empresas pueden implantar acciones que enfrenten al cambio climático. La verdad es que no es así. En muchas partes del mundo personas o familias, autoridades de comunidades o de las ciudades han impulsado acciones que están transformando nuestra forma de vivir hacia una forma sustentable. En esta ocasión, insistiré en algunas propuestas que hemos impulsado desde hace varios años sobre la necesidad que tenemos en las ciudades en transitar hacia una movilidad pública eléctrica y fomentar el uso de la bicicleta y facilitar los últimos desplazamientos en forma peatonales. En este breve escrito, abundaré en los beneficios de la movilidad mediante vehículos impulsados principalmente por nuestros músculos, como las bicicletas o triciclos. Si bien, se cuenta con una comunidad en nuestro país que está impulsando el uso de la bicicleta desde el siglo pasado, es en estos últimos años cuando en la Ciudad de México se ha tenido un avance notable; aunque todavía muy limitado, en cuanto a una infraestructura para ciclistas. Aunque no parezca, los beneficios de que una ciudad cuente con infraestructura de alta calidad para peatones y ciclistas son de suma importancia para el éxito comercial. Por ejemplo en un documento titulado “Los beneficios económicos de hacer las calles más amigables para peatones y ciclistas”, impulsado por Bicitekas, A.C., concluye que para los comercios el apoyar medidas que atraigan a su zona de negocio más personas que transiten caminando o mediante transporte público o en bicicleta, en lugar de automovilistas, redunda en un mayor flujo de calidad de posibles clientes. En particular, se observa que, una mayor inversión en la calidad del ambiente peatonal, como aceras más amplias y medidas que restrinjan el tráfico vehicular, atraen una clientela más regular y leal al área y conduce a un impacto positivo tanto en comerciantes y como en la clientela. Hoy en día, se reconoce que en la movilidad el automóvil no es la única opción. Otro documento reporta aspectos muy relevantes sobre los beneficios individuales y sociales de la bicicleta, de hecho apunta hacia cómo se transforma una ciudad mediante la bicicleta. En este texto, Juan Mayorga enfatiza que es necesario construir la infraestructura para reducir las víctimas fatales de accidentes a cero, trazar ciclovías rápidas de las periferias de las ciudades a los centros de ellas, ciclovías en las avenidas importantes, estacionamientos seguros para las bicicletas en cada comercio o zona comercial, fomentar el transporte de pequeñas cargas mediante triciclos, entre otras estrategias. Hoy estamos a punto de tener transiciones en las autoridades de gobierno de muchos municipios en nuestro país. Es la oportunidad de transformar nuestra forma de vivir en las ciudades y hacerlas más amigables para todas las personas y contribuir a disminuir los efectos negativos que provocamos al usar energía fósil. Las ciudades medianas y pequeñas del todo el país pueden modernizarse con vista hacia la sustentabilidad introduciendo o ampliando la infraestructura para una movilidad que nos aporte beneficios a las salud de las personas, que promueva la socialización para reconstruir el tejido social y que no contamine el aire que respiramos. En nuestro país tenemos organizaciones sociales que tienen información que desean compartir y las autoridades municipales pueden asimilar. Por ejemplo Bicitekas, A.C. en ciudad de México, Movimiento Bicicletero de Cuernavaca, existen muchas otras. No solo la ciudad de México ha propuesto este tipo de estrategias que están transformado la vida de las colonias o delegaciones; pero se requiere un esfuerzo social de largo aliento para que estas estrategias rindan fruto en muchos otros lugares, como Cuernavaca, Cuautla o Zacatepec, por ejemplo. No podemos esperar que en tres años (el tiempo de los gobiernos en los municipios) se transforme una ciudad, pero si podemos exigir que se empiece o se continúe con este tipo de estrategias de movilidad. El momento de transformación de nuestras ciudades puede empezar con este trienio, depende de las autoridades electas y por supuesto de nosotros la ciudadanía. 

 Este artículo fue publicado el día 11 de agosto en el periódico la Unión de Morelos.