miércoles, 27 de junio de 2018

Fútbol en tiempo de elecciones


En estos días podemos observar comportamiento diferentes en nuestra sociedad. Ante la televisión durante los juegos de fútbol en el mundial de Rusia 2018, vemos reunidos bajo una causa común a muchísimas personas: impulsando a los 11 jugadores para que consigan el triunfo. Este artículo precisamente sale a la luz unas horas antes del partido de México contra Suecia, cuyo resultado definirá si el equipo mexicano pasa a la siguiente ronda. Quizás algún lector, al ver estas líneas, ya conozca el resultado; pero algún otro madrugador no lo sabrá y todavía tendrá la incertidumbre de si el equipo mexicano logra pasar a los cuartos de final. Durante estas últimas dos semanas la atención sobre la copa del mundo del fútbol ha sido fomentada por la televisión y expectación está en el ambiente.
También con ese tipo de zozobras estamos en este día la mayoría del país, pero en cuestiones de política; ya que no sabemos quiénes ocuparán la presidencia de la República, las sillas en las cámaras de senadores o de los diputados. En algunos estados la incertidumbre incluye los puestos de los diputados locales, los gobernadores y los presidentes municipales.
Sin embargo, estos dos tipos de zozobras son totalmente diferentes en muchísimos sentidos. Claramente, en uno de ellos somos totalmente espectadores y solamente podemos restringirnos a comentar con los cercanos o escuchar la interminables y escolásticas discusiones de los comentaristas en la TV, que enajenan a diestra y siniestra, menospreciando la inteligencia de los que escuchamos. Desde mi punto de vista, algunos medios de comunicación provocan que las personas estén informadas de banalidades y no fomentan la información de conocimiento útil. Estoy seguro que la mayoría de los lectores coincidirá conmigo cuando escribo que la información detallada sobre aspectos de la copa el mundo no aporta utilidad para el bienestar social; pero si es una información que permite socializar.
En cambio en lo referente a las elecciones de nuestros representantes para los poderes ejecutivo y legislativo, sí pudimos haber participado y, de hecho, debimos haber participado provocando un mayor impacto. Debemos reconocer que como sociedad no lo hemos hecho bien, y no hemos conseguido generar opciones que aglutinen a las mayorías en todos los niveles de gobierno. También estoy cierto de que ustedes coincidirán con la afirmación de que: necesitamos divulgar con mayor eficacia el conocimiento útil para resolver las complejas situaciones que enfrentamos hoy, en lugar de propagar información enajenante. Este conocimiento útil requiere mucho mayor detalle de la localidad. Quiero enfatizar que son diversas las situaciones que enfrenamos y no podemos intentar aplicar una solución a la diversidad y particularidad de cada región y, por lo tanto, de cada problemática.
Si bien considero debemos prepararnos mejor para las próximas elecciones promoviendo equipos de trabajo con habilidades probadas para entender la situación y proponer soluciones con indicadores de desempeño; este fin de semana debemos participar en la elección de las personas que conducirán, de alguna forma, nuestro futuro cercano.
Algunas de las opciones para los puestos de elección invitan a no asistir a votar; pero considero realmente importante que si lo hagamos. Desde mi punto de vista, en casi la totalidad de las casilla habrá algún candidato que requiera de nuestro voto para convertirse en un actor que beneficie nuestro entorno.
Por lo anterior, a la vez que mantengo las esperanzas de que el equipo mexicano que participa en la copa del mundo de fútbol obtenga triunfos; invito a que participemos activa y responsablemente en la jornada electoral del domingo 2 de julio. A la vez que recomiendo ir preparando las opciones, desde múltiples perspectivas, para proponer soluciones a la compleja situación que enfrentamos en todos los rincones del país para el futuro cercano y lejano.

Este artículo fue publicado el día 27 de Junio en el periódico La Unión de Morelos.

miércoles, 13 de junio de 2018

Debates sin contenido

En las pasadas semanas fuimos testigos de los debates entre los candidatos presidenciales, ayer fue el último; pero esta opinión se centra en el debate de Morelos. Estos debates no han permitido una difusión real de las propuestas, ni han posibilitado una comunicación efectiva entre los candidatos y los votantes. Si bien el debate entre los presidenciales dejó aspectos que desear el de ayer (12 de junio) aporto ligeramente mayor contenido.
En cambio, aquí quiero comentar lo desilusionante que me resultó el debate entre los candidatos a la gobernatura del estado de Morelos del pasado domingo. En el caso de Morelos, sufrimos la ausencia de propuestas reales. La mayoría de los candidatos se dedicaron a enunciar posibles actos de corrupción; pero no propusieron estrategias de solución. Si acaso manifestaron buenos deseos o frases hechas. Los punteros morelenses, con una franca arrogancia y menosprecio hacia las preguntas que se hicieron por diversos actores de la sociedad morelense, no contestaron las inquietudes planteadas. En cambio se dedicaron a emitir ataques entre ellos, que en su mayoría no fundamentaban, solo vociferaban. Con estas frases no estoy negando las afirmaciones de corrupción que se emitieron mutuamente, sino que en el debate solamente se dedicaron a enunciar posibles hechos; pero ni siquiera se han atrevido a denunciar formalmente. Parecía una competencia entre quién podría mencionar más hechos de corrupción del otro que un debate de ideas. Los contados destellos de planteamiento de soluciones fueron ahogados por el tiempo o la frase de enunciamiento de actos de corrupción de los otros. El nerviosismo de algunos, el ligero esbozo de propuestas conservadoras o de léxico ininteligible no terminado, obstaculizó la difusión de las ideas y me pregunto: ¿acaso las tienen?
Esta situación es verdaderamente lamentable, la ausencia de discusión sobre las estrategias que cada candidato a gobernador de Morelos propone para resolver la problemática compleja que enfrentamos no augura buen fin para todos nosotros.
Me parece que estamos acostumbrados a que algunos medios de comunicación basan sus acciones en promover el morbo en las discusiones en lugar de propiciar el intercambio de ideas y así algunos candidatos actuaron. Así a diferencia del debate nacional en lo local, se propician debates sin contenido que más bien se acercan a un circo. De hecho algunos noticieros matutinos nacionales basan la captura de oyentes en el insulto y la descalificación. No disfruto esta forma de vociferar, prefiero la libre discusión y argumentación de las ideas para definir estrategias de conjunto.
Hace algunos días a una pregunta expresa sobre que le pediría a los nuevos gobernantes, comentaba que deseaba que en los próximos años se planeara con una verdadera visión de largo plazo para todas las regiones de nuestro país.
Como lo he mencionado anteriormente, considero debemos planear en conjunto con el adversario; pero definiendo el futuro de largo plazo que deseamos. Desde mi perspectiva, la planeación con miras en varias generaciones facilita la discusión y el acuerdo entre los que piensan diferente en el corto plazo. Por ejemplo, considero todos estaríamos de acuerdo en que para el año 2100 las fuentes renovables de energía deberían ser las predominantes. En cambio decir esto mismo para el año 2050 no sería plenamente aceptado; aunque algunos hayamos calculado su posibilidad y encontrado que este hecho es totalmente factible. Es decir, en el largo plazo el consenso es más fácil. Las planeaciones para períodos trianuales o sexenales causan fraccionamiento de la sociedad, por esta razón en nuestro país requerimos definiciones, que algunos llaman de estado, en el largo plazo. Estos acuerdos no han sido promovidos y si se ha propiciado la profundización de las diferencias. Esta situación nos ha conducido a una fragmentación política perniciosa donde las alianzas no son explicables con base en acuerdos de largo plazo, sino en un reparto pragmático de los puestos gubernamentales para el período inmediato (trianual o sexenal).
Insisto, la situación es lamentable y desde mi perspectiva debemos prepararnos para la siguiente elección, hoy ya no podemos actuar con conocimiento. Si queremos resolver la compleja problemática actual, en los próximos meses, debemos estar definiendo estrategias para conseguir una planeación del verdadero futuro. Por supuesto, esta planeación contrasta con la necesidad de procurar el sustento diario que tiene una porción mayoritaria de nuestra población.
En esta bitácora de opinión, y en la columna “Y sin embargo”, se pueden encontrar opiniones que mayoritariamente apuntan hacia el futuro, es aquí donde los científicos o tecnólogos han manifestado opiniones que pueden ser elementos de discusión para las estrategias a definir los actores políticos.

Una versión previa de este artículo fue publicada el día 13 de Junio en el periódico la Unión de Morelos