miércoles, 16 de enero de 2019

Urge la electrificación del transporte

Sinceramente, no entiendo por qué no se ha electrificado el transporte en nuestro país; en particular el transporte público. Las ventajas de una transporte urbano eléctrico son evidentes: menor contaminación en los trayectos, son menos ruidosos, menos olorosos, etc. Se imaginan autobuses eléctricos o trolebuses circulando en los carriles confinados de los sistemas de transporte rápido de las ciudades, sí de los metrobuses. Ya en esta bitácora he comentado que el antiguo director del metrobús de la Ciudad de México me comentó que este sistema no contaba con autobuses eléctricos porque eran más caros; y a mi pregunta sobre los trolebuses me comentó que también eran más caros por el tendido de los cables. Sin embargo, considero que los costos de la contaminación, el ruido y el transporte del combustible son mayores a los iniciales del costo de los autobuses eléctricos o del cableado para la alimentación eléctrica en el caso de los trolebuses.


Comienzo discutiendo el transporte público, pero cuestionamientos similares se aplicarían para el transporte individual o familiar: el automóvil. ¿Por qué no empezamos a usar masivamente los autos eléctricos? Claramente, en la zona metropolitana de la Ciudad de México y en algunas ciudades cercanas como Cuernavaca el incremento en el uso de autos híbridos es evidente y totalmente costeable. Sin embargo, el uso de los puramente eléctricos no ha sido tan bien acogido.
También en el caso de los autos eléctricos el principal argumento para evitar su uso es el costo inicial. Antes que nada quiero dejar claro que el costo del kilómetro recorrido en auto eléctrico es menor al costo de ese kilómetro en un auto convencional bien afinado. Incluso con la nueva tarifa domestica de alto consumo (DAC) donde el kWh cuesta entre $4.99 y $5.47 (dependiendo de la región geográfica en el país) el precio del kilómetro recorrido en auto eléctrico es cercano al peso por kilómetro. Para comparar calculemos lo que le cuesta a usted lector recorrer un kilómetro con su auto, 1) llene el tanque de gasolina de su auto, 2) anote el kilometraje y recorra un día o una semana y vaya otra vez a la gasolinería a cargar y 3) anote el kilometraje para conocer la distancia recorrida y 4) anote lo que pagó por llenarlo. Haga las siguiente operación:
pago de gasolina / diferencia de kilómetros
Estoy seguro que ese resultado es mayor a 1.5. Como ya mencioné, en la mayoría de los autos eléctricos este precio por kilómetro es del orden de 1. Así que mientras el resultado de la operación sea mayor a 1, al usar un auto de gasolina se está pagando más dinero por su uso; además de estar contaminando tanto el aire que respiramos, como generando mayor ruido y calentando el entorno de los carros.
Los cálculos anteriores, aunados al desabasto de gasolina que hemos sufrido en los últimos días nos orillan a repensar en la electrificación del transporte.
Por supuesto, que el uso de transporte eléctrico aumentaría la demanda de electricidad en el país; pero esta electricidad se podría generar con fuentes renovables y, además, aprovechar las posibilidades de la generación distribuida. Es decir, la electricidad que podemos generar en casa, oficina, escuela, empresa o industria con fuentes renovables, especialmente la solar fotovoltaica que, además de no contaminar en el sitio, es ya más barata que la electricidad que nos vende CFE en la tarifa DAC.


Por si lo anterior no fuera suficiente, un argumento adicional tiene que ver con el hecho de que un sistema de transporte electrificado disminuye grandemente las posibilidades de existencia del fenómeno huachicolero; la electricidad no se puede almacenar en tambos o cisternas. Considero que si bien en este momento la compra de un auto eléctrico está fuera del alcance de la mayoría de nosotros, podemos exigir que los gobiernos implementen estrategias para el uso de vehículos eléctricos en el transporte público y con ello generen la demanda de este tipo de vehículos propiciando su masificación en un futuro más cercano.
Como lo he mencionado ya en múltiples ocasiones, la llamada reforma energética nos dio la posibilidad de generar nuestra propia energía para satisfacer nuestras necesidades. Hoy podemos aprovecharla para generar electricidad y utilizar vehículos eléctricos, sean autos, motocilcetas o bicicletas; además de promover la implantación de sistemas rápidos de transporte urbanos, como lo metrobuses, que sean eléctricos.

Una versión previa de este artículo fue publicada el día 16 de enero en el periódico la Unión de Morelos

1 comentario:

  1. Muy buena informacion.




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    Trabajo con empresa de gas naturgy.com.mx

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