miércoles, 31 de enero de 2024

Populista vs cooperativista

En los últimos años me he preguntado, seguramente al igual que ustedes, por qué las opciones populistas y antidemocráticas están siendo seleccionadas por la población de diversas latitudes. Para mi es claro que las democracias han mostrado construcciones del bienestar social en algunas regiones del planeta, pero en muchos lugares no han podido disminuir las desigualdades y en muchas regiones como en nuestro país están aumentando estas inequidades. La selección de gobiernos populistas indica el hartazgo de la población que busca egoístamente el beneficio inmediato en lugar de buscar el beneficio social.
Desde mi punto de vista, la tragedia de los comunes es un hecho que, aunque simplificadamente, describe una gran parte de las inequidades que padecemos hoy en día. El hecho de que los bienes comunes sean utilizados por pocas personas, sin la correspondiente responsabilidad, para con el resto de la comunidad, en su preservación para el uso de las comunidades actuales y futuras, es uno de los aspectos que evita llegar al bienestar social. Este tipo de uso no equitativo de los bienes comunes contrasta con la actitud cooperativista que promovieron el desarrollo de las poblaciones humanas desde el principio de nuestra aparición en el planeta. 

Imagen generada con inteligencia artificial mediante la frase "high quality surrealistic image of people showing cooperation in prisoner dilemma mathematical game" en leonardo.ai

Estas conductas cooperativistas de la población humana nacieron con la definición de reglas o normas de convivencia entre las personas y, por supuesto, que en ella estaban incluidas las normas para el aprovechamiento de los recursos naturales y sociales o los que llamamos bienes comunes. 
No es la primera vez que me refiero a la llamada tragedia de los comunes, definida por Hardin, pero en esta ocasión quiero comentar dos artículos aparecidos en los días pasados en los https://axirv.org que abordan los problemas relacionados con las normas de la vida o de las interacciones en colectividad mediante modelos matemáticos.
El primer artículo versa sobre el impacto que las diferentes maneras temporales de interactuar de las personas tienen en la evolución de los comportamientos cooperativos en diferentes entornos sociales. Podemos pensar que estas interacciones consisten en actividades entre las personas, es decir se refuerzan los lazos mediante actividades comunes. Notemos este detalle, el trabajo se enfoca en definir un tipo de interacción entre las personas del grupo como aleatorio o en forma periódica. Para simplificar el problema se analizan dos mecanismos de interacción temporal entre las personas: uno azaroso y otro periódico analizando el impacto de la frecuencia de la interacción y la sincronicidad en la cooperación en la colectividad. En este modelo matemático el juego consiste en manifestar dos comportamientos: uno cooperativo y otro de abandono, pero en este segundo aunque hay abandono se participa de los bienes. No voy a entrar en detalle del modelo, lo interesante son sus resultados. El modelo indica que la interacción temporal puede promover en gran medida la cooperación, y la mejora del nivel de cooperación está muy influenciada por los patrones temporales de interacción. Las situaciones donde las interacciones son azarosas no conducen a comportamientos cooperativistas, pero las interacciones periódicas conducen a zonas con cooperación. Así este trabajo parece evidenciar que la interacción temporal es un mecanismo alternativo para mejorar la cooperación. Como bien sabemos hay diferentes formas de interacción de las culturas que existen en el planeta, pero estos indicios alertan sobre la necesidad de analizar la periodicidad que deben tener estas interacciones para promover comportamientos cooperativistas en las diferentes regiones del planeta. 
El otro trabajo analiza la forma en que las normas conforman la evolución hacia un comportamiento cooperativista. También mediante un modelo matemático formal de la toma de decisiones de los individuos bajo normas sociales generales. Utilizando el juego del dilema del prisionero se comparan cuatro normas diferentes: compasión, universalización, reciprocidad y equidad, para determinar cuál de ellas facilita la evolución de la cooperación. En este caso se encontró que las dos primeras normas conducen al surgimiento de la cooperación en una amplia gama de juegos, pero las dos últimas no lo hacen por sí solas. La explicación que se presenta en el trabajo es que las conductas recíprocas sirven como amortiguadores para la población. Es decir, simultáneamente desertan con los desertores y cooperan con los cooperadores, reprimiendo a los primeros e impulsando a los segundos. Sin embargo, las normas de reciprocidad y equidad no pueden promover un comportamiento prosocial porque no proporcionan ningún incentivo para que las personas sean más cooperativas. 
Por un lado, este último trabajo nos indica que los castigos (reciprocidad) pueden parecer una opción a corto plazo, pero que no conducen a comportamiento cooperativista. Mientras que el primer trabajo nos señala la importancia de encontrar situaciones donde la población en su conjunto pueda interaccionar de manera periódica para conocerse y ser proclive a manifestar el comportamiento cooperativista.
Es cierto estos dos trabajos no abonan directamente al entendimiento del proceso que en muchas partes del mundo conduce a los populismos, pero considero que al valorar las enseñanzas de los modelos matemáticos de los comportamientos sociales nos da ciertos indicios para definir acciones concretas y evitar que el egoísmo inunde nuestras actividades.

Este artículo fue publicado el día 31 de enero en el periódico La Unión de Morelos

miércoles, 24 de enero de 2024

Sobre el papel de la comunidad académica

Durante muchos años he estado convencido que el desarrollo científico impacta en el bienestar de las personas, mi trabajo cotidiano se enfoca con este objetivo. La impartición de clases, en diferentes niveles, las tareas de construcción de conocimiento, los desarrollos tecnológicos y las propuestas para conformar organizaciones académicas o sociales, la formación de talento y mis esfuerzos por divulgar el conocimiento son parte cotidiana de mis actividades. 
De hecho, el mantener activa esta sección de opinión en el periódico la Unión de Morelos desde enero de 2010 es parte de estos esfuerzos.

Imagen generada con inteligencia artificial con la frase "Image of people taking water samples from streams to be analyzed in a low deciduous forest environment" en leonardo.ai

Esta semana el Dr. Enrique Galindo, colega que también comparte este tipo de preocupaciones y ocupaciones, me hizo favor de hacer llegar un artículo que reflexiona sobre el desarrollo científico en nuestra América Latina con una perspectiva desde México. Este artículo considera que hay un puente roto entre la comunidad académica y personas del ámbito político representando un obstáculo que impide impulsar el bienestar social. Este puente roto aparece en los diferentes niveles tanto regionales como globales; sin embargo, se observan más en la región de América Latina.
Coincido con las afirmaciones en el artículo de que la comunidad científica tiene corresponsabilidad en la construcción de dicho puente y hace algunas preguntas para que esta comunidad despierte y se involucre activamente en la construcción de relaciones colaborativas con las personas en los puestos de decisión. Entre estas preguntas plantea: ¿Es suficiente con publicar nuestros resultados o quejarnos de las autoridades? Por supuesto que la respuesta a esta pregunta es No. 
Esta respuesta ha sido el motor de parte de la comunidad científica en Morelos y ha conducido a que la Academia de Ciencias de Morelos (ACMor) haya tenido un esfuerzo durante más de 20 años en actividades de divulgación científica en diferentes medios de comunicación. En la actualidad diferentes integrantes de la comunidad académica colaboran con sus opiniones en periódicos y canales de televisión compartiendo sus ideas y vertiendo su opinión. Esta labor, si bien es importante, ha tenido impacto limitado. En algunos períodos ha tenido un mayor impacto en la política pública de Morelos, donde claramente se construyeron los puentes, pero lamentablemente no fueron lo suficientemente sólidos para evitar que fueran demolidos.
Debemos prepararnos para que esto no suceda. Un punto relevante que señala el artículo es que la comunidad científica puede reforzar su papel de “intermediario honesto” y mostrar todas las posibles opciones y los alcances de las mismas sin importar si están alineadas con su ideología personal. Esta actitud parece similar al examinar los datos experimentales u observacionales sin prejuiciarnos por las hipótesis establecidas. Es una actitud científica que debemos extender a nuestra relación con las personas en puestos de decisión y con ello cementar los puentes construidos.
No basta con quejarnos, podemos aprender diferentes habilidades para poder comunicar eficazmente los conocimientos que hemos construido y definir claramente las certezas para que quienes conocen de los riesgos puedan tomar las decisiones. Desde mi punto de vista, la comunidad científica pretende disminuir las incertezas y es parte de su quehacer, pero la certidumbre siempre está limitada y la valoración de estas limitantes es tarea de las personas de la política.
El artículo enfatiza que la comunidad científica debe aprender a comunicarse mejor y participar de la vida democrática. En particular, considero que la participación debe ser enfatizada en las redes sociales contrastando los conocimientos con las falsedades que circulan en ellos.
Todas estas ideas son muy relevantes y deben estar integradas en la formación del talento de las generaciones venideras de la comunidad científica. Adicionalmente, quiero indicar que el tamaño de la comunidad científica en América Latina es pequeño y no tiene los números suficientes para percolar o permear en la sociedad. Así que, en mi opinión, debemos impulsar la apertura de empleos para las nuevas generaciones que seguramente vendrán con mayores bríos.
Una opción no completamente explorada es que la comunidad científica promueva la conformación de colectivos de ciencia ciudadana, es decir, promover las actividades científicas desde las raíces de la sociedad generando conocimiento relevante para los diferentes entornos ambientales o sociales.
Recomendiendo ampliamente la lectura del artículo escrito por Alma Cristal Hernández Mondragón, Gilberto Castañeda Hernández y Mariannela Celeste Ruiz Ruiz colegas que reflexionan sobre nuestras actividades encaminadas a construir el bienestar social. En este tiempo de elecciones que se avecinan estamos justo en el último momento para construir los puentes que generen sinergia entre nuestra comunidad y las personas candidatas a los puestos de elección de todas las posibles corrientes.

Una versión previa de este artículo fue publicada el día 24 de enero en el periódico la Unión de Morelos.

miércoles, 17 de enero de 2024

Los planes de gobierno deben incluir el impulso a la electrificación

Sabemos que el cambio climático ha sido originado por el uso desmedido de los combustibles fósiles y, que en la actualidad, lo estamos padeciendo de diferentes formas toda la población humana y los otros seres vivos que nos acompañan en el planeta. Aunque el cambio es global, no quiere decir que en todas partes sus efectos sean iguales, ni que a todas las personas nos afecte equitativamente. Cada vez estamos más seguros que los efectos son más intensos para las personas que menos tienen.
Hoy en día, la inmensa mayoría de la población humana usa directa o indirectamente combustibles fósiles durante su vida cotidiana; pero por supuesto que cada persona los usa de manera diferente y en algunos casos de manera racional y con mesura.
Consideremos algunos datos. Las emisiones en el año 2022 promedio de la población mexicana fue de 4 toneladas de CO2 por habitante, en cambio, una persona en Estados Unidos emitió en promedio 14.9, mientras que una persona en China emitió 8, en cambio, una persona en Colombia contribuyó con 1.9 toneladas. Como vemos nuestras emisiones varían grandemente en las diferentes partes del mundo y también localmente hay variaciones. Por ejemplo, no emite la misma cantidad de CO2 a la atmósfera una persona promedio que habite en San Pedro, Nuevo León que una que viva en Cuernavaca, Morelos. También es importante mencionar que la emisión de gases de efecto invernadero no es proporcional a la cantidad de riqueza que las personas generan. Esta última afirmación va para quienes creían que al emitir menos CO2 la gente es menos productiva, incluso restringiendo productividad en su carácter económico, no hay correlación entre la productividad y la emisión.
Para medir nuestra contribución en las emisiones de gases de efecto invernadero se han desarrollado diferentes algoritmos, como la huella de carbono o la huella ecológica. De hecho, ya hay calculadoras en la Internet que nos ayudan a verificar cuáles son las actividades que realizamos con mayor contribución al cambio climático . Con ellas podemos analizar nuestras actividades con base en estos conceptos que claramente nos ayuda a tener conciencia de lo que hacemos. La idea de estas calculadoras es ayudarnos a definir una serie de acciones que verdaderamente contribuyan a disminuir nuestros impactos negativos en el entorno ambiental tanto local como global. Pero surge la pregunta ¿podemos definir acciones individuales? Para responder a esta pregunta, quizá sea conveniente hacernos algunas otras preguntas que nos parecen más cercanos. Por ejemplo: ¿cuánto contribuyen a las emisiones de gases de efecto invernadero mi forma de cocinar? ¿cuánto contribuye la forma en la que me traslado por la ciudad? ¿de qué manera contribuyen mis hábitos de consumo, de vestimenta, alimentación y esparcimiento?
Claramente estas preguntas se refieren a que analicemos las pequeñas actividades cotidianas, en síntesis a que midamos lo que hacemos y que con ello calculemos nuestras contribuciones. Sin embargo, esto no es tan fácil y las calculadoras que mencioné anteriormente están diseñadas para otras latitudes que quizá correspondan más cercanamente al norte del país. Nos hace falta definir los aspectos importantes para nuestras regiones situadas en la zona intertropical. Esta tarea no es sencilla y requiere mayores esfuerzos por parte de la comunidad académica o de organizaciones civiles ocupadas por divulgar las ideas sobre las trayectorias hacia sustentabilidad. Por estas razones, considero muy importante impulsar los temas de educación ambiental en los niveles escolares elementales y medios para asegurar que la población, cuando sea adulta o tenga capacidad de decisión, pueda intuir los cambios que se requieren para disminuir las emisiones que hacemos por vivir en esta época.

Imagen generada con inteligencia artificial mediante la frase "Realistic image of an old Mexican kitchen with a modern electric induction stove. The view is from an overhead perspective with a 45-degree downward inclination. The background is a Mexican-type kitchen with old and modern utensils." en leonardo.ai

Por ejemplo, en la primera mitad del siglo pasado el pasar de la estufa de petróleo a la con gas fue una mejora significativa para la salud y el entorno físico y ambiental. Ahora el uso de la electricidad para cocinar puede, no solo evitar los gases nocivos de la combustión en nuestros hogares, sino evitar la quema de gas en cada hogar con la consecuente emisión de gases de efecto invernadero. También es importante considerar que es más fácil y menos costoso conducir electricidad por cables que transportar el gas en recipientes, camiones cisterna o pipas o por tuberías; además, mucho menos peligroso.
Con estos ejemplos y esta discusión, considero muy importante que las personas candidatas a ocupar puestos de autoridad o legislación incluyan en sus planes el impulso la electrificación de las diferentes actividades que realizamos cotidianamente. Quisiera ver en las campañas este punto, ya que con ello se indicaría que se está pensando a largo plazo y no solo con estrategias populistas.
Adicionalmente, este impulso puede ser también fomentado desde lo personal; sí, estoy convencido que, aunque nuestras emisiones no sean muy altas, podemos empezar por electrificar nuestras actividades (productivas, hogareñas, de esparcimiento, de educación, etc.) y con ello disminuir nuestras emisiones y contribuir a combatir el cambio climático.
El combate al cambio climático es una tarea gigantesca de dimensiones planetarias y por ello requiere el esfuerzo de toda la población.

Este artículo fue publicado el día 17 de enero en el periódico la Unión de Morelos.

miércoles, 3 de enero de 2024

Los mejores deseos renovables para 2024

Iniciemos este año con ánimos para transitar a una sociedad donde el bienestar social sea la situación que prevalezca en la mayoría de las comunidades del mundo. Esta frase está en concordancia que los buenos deseos que normalmente imperan en estas fechas. Nuestros saludos en estos días se llenan de estas frases de aliento, esperanza y ganas de compartir felicidad y bienestar con quienes nos rodean.
En este sentido, también deseo que iniciemos verdaderamente la transición hacia el uso de las fuentes renovables de energía. En particular, debemos estar atentos al llamado que hace la Agencia Internacional de Energías Renovables (IRENA) que señala que la forma caminar hacia los objetivos del Acuerdo de París es triplicar la energía renovable y duplicar la eficiencia energética para 2030. En el entorno mundial durante el 2022 se produjo el mayor aumento anual jamás registrado en energía renovable, que ahora representa el 40 % de la capacidad de energía instalada mundial. Sin embargo, la escala y el alcance del despliegue de energías renovables entre diferentes sectores y regiones son desiguales y no alcanza una trayectoria justa y equitativa de 1.5°C. En México, y la zona de América Latina este aumento fue mucho menor. 

Imagen generada con inteligencia artificial mediante la frase "detailed city landscape with solar photovoltaics, wind turbines, green walls on buildings, road with bicycle lanes, trees and flowers on the side walks and happy people under a sunny sky and mountains on the horizon" en leonardo.ai

Como lo he mencionado antes, necesitamos eliminar gradualmente los combustibles fósiles para apegarnos lo más posible al escenario de 1.5°C que es el de menor daño para la población mundial.
En este sentido, se requerirá de una inversión cuantiosa que muchas regiones de América Latina y, en especial, de México. Por esta razón, las regiones del sur global buscaron la implementación del fondo para la transición energética justa en la COP 28. Ya hay regiones que se han beneficiado de estos programas. Por ejemplo podemos citar a Sudáfrica con 8.5 mil millones, a Indonesia con 20 mil millones, a Vietnam con 15.5 mil millones y a Senegal con 2.7 mil millones  de USD. No he encontrado datos para nuestra región, si los hay, seguramente los montos son mucho menores.
Por estas razones, considero que las personas que desean participar en las próximas elecciones y actualmente están formulando sus propuestas de gobierno deben incluir propuestas para la sustitución de los combustibles fósiles por fuentes renovables de energía y solicitar apoyos de estos fondos internacionales.
En particular, dado que Cuernavaca y todo el Estado de Morelos tienen un clima soleado es ideal para el desarrollo de la energía solar. El gobierno local podría invertir en la construcción de plantas de energía solar para generar electricidad renovable. Estas acciones se pueden materializar para sectores en específico, por ejemplo los organismos de agua potable pueden instalar sistemas fotovoltaicos y con ellos disminuir grandemente su costo de electricidad y por tanto el pago por este servicio. Es muy importante hacer notar que en los últimos 13 años los precios de los paneles fotovoltaicos han caído en un 80 % y que al incluir los costos de instalación los sistemas fotovoltaicos han disminuido su costo en un 50 %. Lo que hace más de una década era impagable hoy en día es totalmente posible desde el punto de vista técnico y económico.
Ya mencionaba en las semanas pasadas, que la electrificación del transporte es una de las acciones necesarias para incrementar la calidad de vida en nuestra región. Si a esta medida añadimos la reglamentación para que las organizaciones concesionarias del transporte generen su propia electricidad con fuentes renovables estaremos caminando en la dirección correcta. Para la implantación de estas mediadas se requiere financiamiento, que puede ser negociado con organizaciones de crédito públicas o privadas y apalancadas por los financiamientos internacionales disponibles. En este sentido, la gestión por parte de las personas que ocupen los diferentes niveles de gobierno debe estar encaminada hacia estas opciones de financiamiento internacional que no necesariamente requerirán de fondos gubernamentales.
Estos son ejemplos sencillos de la gestión gubernamental que debe considerar el desarrollo de políticas energéticas sustentables instrumentando estrategias y marcos regulatorios que fomenten la inversión en energías renovables. Gestionar con la CFE, la expansión de la infraestructura necesaria para la generación de electricidad distribuida y descentralizada, en particular transformado la red de transmisión y distribución en una red inteligente y actuante. Los gobiernos locales, en colaboración con los medios de comunicación y las instituciones educativas y de investigación, pueden desarrollar campañas educativas para concienciar a la población sobre la importancia de la transición hacia las fuentes renovables y sus bondades económicas en el mediano y largo plazo.
En particular, los gobiernos locales pueden incorporar criterios de sustentabilidad y preferencia por las fuentes de energías renovables en sus adquisiciones y establecer estándares verdes en la construcción y renovación de la infraestructura pública que aborden.
Estoy convencido que este tipo de acciones implementadas de manera coordinada con las comunidades promoviendo su participación contribuirá de manera significativa a la transición hacia una matriz energética sustentable en Morelos, México y en general en la región de América Latina. Por supuesto estoy comprometido para colaborar con planes y programas en estas líneas de acción.
Estos son parte de mis buenos deseos para este año que comienza pensando en el futuro de la juventud de la región que merece disfrutar del bienestar social.

Una versión previa de este artículo fue publicada el día 3 de enero en el periódico la Unión de Morelos.