miércoles, 25 de noviembre de 2020

Energías limpias, alternas o renovables

¿Qué tipo de fuentes de energía debemos promover? ¿Las energías limpias o las alternas o las renovables o las sustentables? ¿Todos estos términos son sinónimos? Estas son algunas de las preguntas que frecuentemente me plantean en conversaciones diferentes personas. En el ámbito de la energía, todas estos tipos de fuentes de energía son diferentes y su conceptualización implica el conocimiento de algunos detalles que pueden ser importantes al momento de analizar propuestas que ayuden a disminuir nuestros impactos en el entorno natural o social.
Imaginemos que estamos viajando en un velero, es decir estamos utilizando la energía del viento y en un momento de calma chicha, arrancamos un motor de diésel para llegar a nuestro destino. En este caso la energía eólica es la convencional y el diésel es la fuente alterna de energía. Es decir la peculiaridad de energía alterna con otros tipos es que sea una opción diferente a la energía que normalmente se usa para una actividad. Es decir, el nombre de energía alterna o no convencional no es apropiado para referirnos a una fuente de energía que tenga características ambientales o sociales diferente a los combustibles fósiles.
En el mundo las fuentes de energías limpias se refieren en conjunto a las fuentes renovables y a la energía nuclear. Esta es la forma en la que se designa a las fuentes que no emiten gases de efecto invernadero. En las leyes mexicanas se adiciona un tipo de energía eficiente, por ejemplo la cogeneración con gas natural a esta definición de energía limpia. Es decir, en nuestra legislación cuando nos referimos a energía limpia se consideran a las termoeléctricas que usan gas natural en forma eficiente. Desde mi punto de vista estas termoeléctricas si emiten menos gases de efecto invernadero que una de combustóleo; pero no son verdaderamente limpias ya que emisión de gases de efecto invernadero tiene un impacto de aumentar el contenido de CO2 en la atmósfera. Es claro que si bien la energía nuclear no emite gases durante la generación, si produce desechos radioactivos que pueden tener una vida media de varios miles de años.
Las fuentes renovables de energía son aquellas que se usan a una tasa menor de la que se generan. Por ejemplo la energía solar que podemos usar y mientras el Sol exista podemos hacer uso de ella. Lo mismo podemos decir del viento. La energía geotérmica que proviene del interior de la Tierra puede ser también renovable siempre y cuando la utilicemos a una tasa menor de la que se pueda recuperar el reservorio geotérmico. La misma situación podemos decir de los biocombustibles, por ejemplo el uso de la leña puede ser renovable mientras no atentemos contra el bosque. En general las fuentes de energía solar, eólica, geotermia, biocombustibles, hidráulica y oceánica son típicos ejemplos de fuentes de energía renovables. 
A pesar de que las fuentes renovables no emiten gases de efecto invernadero o tienen una emisión neta cero y por ello ayudan a combatir el cambio climático, pueden no ser sustentables. Me parece que debemos aclarar esta frase, ya que muchas personas consideran que energías renovables son sinónimos de energías sustentables. 
La energías sustentables deben contemplar aspectos de los cuatro pilares de la sustentabilidad: la dimensión Natural, la Económica, la Social y la Organizacional. Recordando que cualquier actividad humana para ser sustentable requiere de contemplar estas dimensiones y responder si las acciones afectan o impactan negativamente en estos rubros. Analicemos un ejemplo, la energía eólica ha sido criticada por fea o por provocar disrupción social en poblaciones donde se instala. Claramente, estas dos críticas tienen que ver con aspectos sociales u organizacionales que se ven afectados por la introducción de aerogeneradores en diferentes lugares con diferentes costumbres organizacionales y de percepción del paisaje. Sin embargo, estas críticas no son inherentes a la tecnología eólica, por lo tanto, si su implementación contempla la equidad entre las personas y sus gustos esta fuente renovables puede ser sustentable. También en muchas ocasiones me han comentado que las celdas solares no son adecuadas, ya que contaminarán cuando dejen de usarse. Efectivamente toda actividad humana tiene un posible impacto negativo en el entorno, pero tengo que comentar que lo mismo pasa con los generadores actuales o los motores o nuestros celulares, con alguna ropa o con diversos utensilios o con productos de un solo uso, etc. Sin embargo, me gustaría comentar que en el caso de las celdas solares, ya se están desarrollando procedimientos para un mantenimiento mayor a los módulos fotovoltaicos que les permitirán un segundo uso por otros 20 años más. Adicionalmente, dado que la comunidad científica se ha percatado de este tipo de impactos negativos de las posibles tecnologías, ahora hay una corriente muy importante de desarrollo de conocimiento que buscan tecnologías con menores impactos negativos, por ejemplo la química verde, el diseño de materiales sustentables, etc. 
Todavía hay espacio para que la juventud construya conocimiento y desarrolle tecnologías que busquen la sustentabilidad. Mientras prefiero fomentar el uso de las fuentes renovables de energía que facilitan la definición de estrategias sustentables en lugar de confundir a las audiencias con energías limpias y alternas que nos pueden desviar en la construcción de la sustentabilidad.

Este artículo fue publicado el día 25 de Noviembre en el periódico la Unión de Morelos.

miércoles, 11 de noviembre de 2020

En anhelo de energía accesible y limpia se viabiliza

La combinación de energía solar, eólica y baterías es una  alternativa tecnológicamente posible y económicamente viable, que podría alcanzar el anhelo de generar energía eléctrica 100% sin emitir gases de efecto invernadero para el año 2030, en la mayoría de las regiones pobladas del planeta. Sí, la frase es correcta y tan pronto como para el año 2030. Esta afirmación es producto de la discusión de un grupo de personas expertas conocidas como RethinkX. Este estudio coordinado por Adam Dorr y Tony Seba indica que  la adopción de la combinación de energía solar, eólica y baterías (SEB) está creciendo exponencialmente en el mundo y que la disrupción tecnológica hacia estas fuentes distribuidas de energía es inevitable porque para 2030 ellas ofrecerán la energía eléctrica más barata en la mayoría de las regiones del mundo.
RethinkX es un grupo de reflexión (think tank) independiente que analiza y realiza prospección sobre la velocidad y escala de disrupciones conducidas por la tecnología y sus implicaciones sociales. Este grupo conjuga esfuerzos para producir análisis imparciales orientados por los datos e información disponible. 
En este contexto de datos la visión de futuro, que construye RethinkX, indica que las opciones de generar electricidad con carbón, gas natural y nuclear se verán desplazadas durante la década que comienza y que no se admiten razonamientos para justificar inversiones adicionales a nivel mundial en estas tecnologías que hoy imperan.
Al leer este reporte encontramos conclusiones interesantes que son obtenidas con datos reales y confirmados. Entre estas implicaciones claves se mencionan que 1) (la que ya mencioné y más importante) un sistema eléctrico basado en 100% de SEB es  económica y tecnológicamente viable. 2) la cantidad de energía almacenada requerida en el futuro en baterías es menor de lo que en este momento se estima. 3) Un sistema eléctrico basado en SEB es más barato en áreas populosas. 4) Este esfuerzo demandará millones de empleos tanto en las partes de instalación de  sistemas fotovoltaicos como en el mantenimiento de turbinas eólicas y sistemas de baterías. 5) Con esta transición a SEB conducirá a una reducción de al menos 50% de las emisiones de gases de efecto invernadero. 6) La electrificación del transporte carretero es factible y conducirá a una reducción de la demanda del combustibles fósiles para el transporte del orden de 60%. 7) La generación de electricidad con estas fuentes renovables y baterías es una solución y no un problema. 8) La posibles superabundancia de electricidad que puede ser alimentada con SEB a la red conduce a una transformación del mercado eléctrico bajando los costos a precios por debajo de la generación con combustibles fósiles de hoy. 9) Los escenarios que asumen que la generación con SEB no puede ser mayor al 90% están equivocados porque ellos fallan en reconocer el valor adicional de la generación limpia. 10) Los beneficios adicionales que tiene la generación con SEB puede conducir a una inversión que aporte más del 100% de la energía requerida, bajando los costos y transformando aspectos sociales y económicos. 11) El crecimiento exponencial del sistema 100% de electricidad generada con SEB es actualmente posible y puede empezar de inmediato. 12) El sistema eléctrico debe ser analizado con base en el futuro más que en los costos actuales. 13) El cambio tecnológico hacia SEB es inevitables y no depende de subsidios, impuestos al carbón y otras intervenciones en el mercado. 14) Se debe pensar en un sistema SEB eficiente desde el punto de vista económico más que en términos tecnológicos. 15) El costo marginal casi cero que tienen la generación eléctrica con SEB implica que no deben ser desperdiciada. 16) El cambio disruptivo hacia la generación con SEB implica también un cambio profundo en la forma de transporte hacia su electrificación. 17) El cambio a las SEB implica también un cambio en el sector agroalimentario al potenciar la generación local.
 Aunque algunas conclusiones me parecen más enfocadas hacia privilegiar el desarrollo económico que las dimensiones sociales y organizacionales de la sustentabilidad, considero muy importante que las conozcamos y que analicemos estas visiones de mediano plazo que han sido construidas con datos y tendencias actuales. 
De lo más importante es que no se posterga el uso masivo de la generación eléctrica con renovables, sino que se observa la posibilidad de adoptarlas en el mediano plazo. 
En este mismo sentido el triunfo de Joe Biden en las elecciones presidenciales en Estados Unidos de América apunta a que habrá un impulso creciente hacia las fuentes renovables de energía, aspecto que debe ser retomado en la redefinición de la política de nuestro país y retomar lo planteado en las promesas de campaña del presidente Andrés Manuel López Obrador donde se contemplaba la adopción de fuentes renovables.
Desde mi perspectiva, estos análisis y redefiniciones en el mundo fomentan el optimismo para que la juventud redoble esfuerzos y construya un mundo con bienestar social al ver la posibilidad de encontrar empleo de calidad que propicie un mundo en armonía. Para mi es claro, que el sector de las renovables estará contribuyendo sustancialmente a este anhelo.

Este artículo fue publicado el día 11 de Noviembre en el periódico la Unión de Morelos.










miércoles, 4 de noviembre de 2020

Por un sector energético que promueva el bienestar social

En nuestro querido pero vapuleado país, en las últimas semanas… digo en los últimos meses... mejor dicho en los últimos años hemos observado como se promueve el uso de los combustibles fósiles en lugar de fomentar el uso de las fuentes renovables de energía.  Cualquier persona puede revisar mis comentarios en estas páginas donde he escrito en muy diversas ocasiones la ausencia de una política energética clara de apoyo a las renovables. Desde la llamada reforma energética que fue concebida en los momentos de máximos precios del petróleo, donde se auguraba que esos precios posibilitarían la inversión extranjera para sacar más rápido el petróleo del subsuelo y venderlo para tener ingresos a las arcas nacionales. Digo a las arcas nacionales no para el beneficio social de nuestro país. Esa reforma energética sin querer benefició la inversión en fuentes renovables que cada día son más baratas en comparación con la energía que proviene de los combustibles fósiles. Recordemos que al usar estos combustibles modificamos la composición de la atmósfera provocando un cambio climático que, a su vez, está propiciando que los eventos extremos en la atmósfera aparezcan más frecuentemente y con mayor intensidad. Debe quedar claro que si la atmósfera se calienta habrá más energía disponible y, por lo tanto, los huracanes y ciclones se manifestarán más violentamente. La energía disponible favorece las mayores velocidades de viento; así como el agua evaporada es mayor y, por ende, la precipitación pluvial aumenta. Esta es una muy sencilla forma de explicar lo que nos espera ante este cambio climático antropogénico.  
Después de esta desviación explicativa de los efectos del cambio climático. Regresemos a la política energética, en el año 2018 en las propuestas de campaña de los tres principales candidatos se observaba que Andrés Manuel López Obrador mencionaba a las fuentes renovables en su escrito político, mientras que los otros dos candidatos mencionaban a las energías limpias. La diferencia está en la ley mexicana que define como energías limpias: las renovables, la nuclear y la cogeneración eficiente. Esta última normalmente se realiza con gas natural en ciclos combinados, pero no deja de emitir gases de efecto invernaderos causantes del cambio climático. Por lo tanto, yo prefiero hablar de renovables para ser claro y específico. Así con esa propuesta de plan de gobierno de AMLO se esperaba un apoyo a las fuentes renovables; pero, para mi sorpresa, la política energética se ha centrado en buscar una mayor extracción de petróleo, que por cierto no se han cumplido las metas en este rubro, y en la construcción de una refinería. Además de aferrarse a la entronización de las empresas productivas del estado en el sector energético, cuando ahora las fuentes renovables de energía apuntan hacia una verdadera democratización de la generación con su inclinación hacia la generación distribuida.
Cuando en otras latitudes se fomenta la generación distribuida para evitar pérdidas por la transmisión, en nuestro país se desea regresar a un centralismo en la generación que ya mostró su incompetencia para evitar que más del 40 % de la población mexicana esté por debajo de la línea de pobreza. En estos momentos la empresa productiva del estado en el ámbito de la electricidad está perdiendo la oportunidad de ponerse a la vanguardia en cuanto a la tecnología inteligente para manejo de la red de Transmisión y Distribución y se aferra a retornar a un dominio centralista de la generación, donde perdió su oportunidad de ser innovadora hace varias décadas, yendo en dirección opuesta al beneficio social.
Por otro lado, las estadísticas internacionales indican que en el sector energético las fuentes de empleo están en las renovables, principalmente en la solar. Además, señalan tanto IRENA como IEA, las dos agencias internacionales en el ámbito energético, que los empleos en las fuentes renovables son de calidad en comparación con los empleos en las fuentes de combustibles fósiles. Es decir, si preparamos a personas en el sector de las renovables su salario será mejor que en el sector de combustibles fósiles. 
Por estas razones y muchas otras que hemos escrito muy diferentes personas a lo largo de estos años, invito a la población en general a reflexionar y actuar en consecuencia. El uso de las fuentes renovables, solar, eólica, biocombustibles no solamente son viables, sino en muchos casos más baratas. Además, no aumentan el contenido de gases de efecto invernadero en la atmósfera y demandan empleos de calidad. Si la política energética no fomenta a las renovables nosotros como población pensante si podemos hacer el cambio y usarlas. Necesitamos un sector energético que verdaderamente promueva el bienestar social y no solo el de unos cuantos. 

Este artículo fue publicado el día 4 de Noviembre en el periódico la Unión de Morelos.