miércoles, 28 de diciembre de 2022

Respetar el trabajo de otras personas es no apropiarse de él

Quiero desearles feliz 2023, pero desde la semana pasada, se está discutiendo ampliamente en el entorno político de México sobre un supuesto plagio de una tesis de licenciatura por parte de la actual Dra. Jasmín Esquivel Mossa que se desempeña como Ministra en la Suprema Corte de Justicia. Primero, plagio es copiar la forma de expresar las ideas, los sentimientos o las emociones que otras personas han plasmado y presentarlas como expresadas por uno. 
Desde mi perspectiva, es importante conocer desde el ámbito legal que es un plagio para que podamos entender y valorar la información que circula tanto en medios oficiales, privados y en las redes sociales.
En este contexto quiero aclarar que en el ámbito donde laboro, decimos graduarme, doctorarme, terminar una investigación, entre otras. La culminación de estas actividades incluye documentos que debemos escribir para difundir  en entornos especializados los resultados de investigación o divulgar nuestros hallazgos para que un público mayor los conozca o simplemente como muestra de que hemos conseguido un entrenamiento para desempeñarnos en ambientes laborales específicos. Tradicionalmente, estos documentos plasman explicaciones a situaciones específicas o resultados nuevos o formas diferentes de resolver algún o algunos problemas. Es decir, son documentos que incluyen ideas originales. Sin embargo, también pueden ser documentos donde se expliquen ideas de otras personas de manera diferente para público diferente. Estoy consciente que el ejercicio de explicar las ideas o resultados no es una tarea sencilla y que requiere de nuestra creatividad para conseguir un texto adecuado al entorno donde hemos decidido comunicarlo.
Por estas razones, he dedicado algún tiempo a estudiar la Ley de Derechos de Autor de nuestro país y el en el entorno internacional el concepto de Propiedad Intelectual.
Lo que es muy claro es que la Ley de Derechos de Autor protege desde que la obra se plasma en algún medio material. En este caso, en cuanto hay una versión impresa del texto (actualmente también puede ser considerada una versión electrónica o digital) la obra queda protegida. Entonces, en el caso de que una tesis sea defendida y guardada en la biblioteca o en los archivos digitales de una universidad, en ese momento queda protegida la obra. La persona que es autora de esta obra adquiere inmediatamente los llamados derechos morales. Estos se refieren a que la obra no puede ser separada de la persona autora y tienen un vínculo indisoluble. De esta manera, si alguien publicó primero la obra en ese momento adquiere esos derechos.
Otro punto muy importante, es entender lo que se entiende por “obra”: una obra es una forma de presentar las ideas, es decir, los derechos de autor no protegen a las ideas, sentimientos o emociones que se plasman en las obras; sino a la forma en la que se presentan. Sean estas: documentos, escritos científicos, escritos literarios, obras musicales, obras plásticas u otra forma de expresión de la creatividad humana. En síntesis, cualquier forma de plasmar ideas, sentimientos o emociones en un medio físico es considerada una obra sujeta a la protección de la propiedad intelectual; específicamente del Derecho de Autor. 
Déjenme comentar algo más. Si existe un documento donde se describa un proyecto para hacer una trabajo de investigación, el texto de ese proyecto protege a la forma de expresar las ideas, pero no a las ideas mismas. Por ello podemos usar ese proyecto para llevarlo a buen fin. En cuanto hay un documento escrito y firmado por una persona lo ético es no copiar la forma de expresar las ideas. Está totalmente permitido parafrasear la forma de expresión o hacer variantes de ella. Por supuesto que si vamos a utilizar las ideas, proyectos, bosquejos de otra persona lo adecuado dar una cita para aceptar que esas ideas fueron expresadas de otra forma por otra persona y darle reconocimiento. Desde mi perspectiva esto es lo ético. También en los documentos es válido hacer una cita textual y normalmente se entrecomilla la oración o párrafo que se reproduce íntegramente. Sin embargo, la reproducción de más de un párrafo entrecomillado no siempre es considerada adecuada, aunque sí se indica puede ser válida y se espera se discuta la inclusión idéntica, y por supuesto se den los créditos a la persona autora original.


Plagiarism signature 


Sin más, considero que con estos sencillos elementos tenemos suficiente para formarnos una idea del concepto de Derechos de Autor y con ella valorar la información que circula en nuestros entornos. La labor de la ciudadanía es velar por la integridad de las reglas de convivencia que hemos fijado. Por supuesto, podemos cambiarlas y construir unas reglas que verdaderamente fomenten el bienestar social. En este caso, desde mi punto de vista, el respeto al trabajo de otras personas y su creatividad indica que valoramos a quien nos rodea y deseamos convivir con ellas. De otra manera, al apropiarnos del trabajo de otra persona no podemos considerarnos promotores del bienestar común.
Por hoy, me parece que es suficiente de contribuir a las discusiones de los conflictos que nos aquejan.
Les deseo que pasen un muy agradable fin de año y que el año 2023 sea pleno en salud y que nos permita construir el bienestar social que nos merecemos.


 Este artículo fue publicado el día 28 de Diciembre en el periódico la Unión de Morelos

miércoles, 21 de diciembre de 2022

Peligros de un mundo virtual

En estos días nos aquejan problemas como la inflación que disminuye sensiblemente nuestros ingresos y ahora podemos adquirir menos bienes y servicios con el esfuerzo de nuestro trabajo. También seguimos sufriendo de inseguridad muchísimas regiones de nuestro país. La desigualdad económica continúa creciendo en la sociedad mexicana. La generación de conocimiento no está siendo considerada como una actividad prioritaria en este gobierno. Estos y muchos otros problemas los padecemos y parece que no se resolverán en un futuro cercano.
A pesar de esta situación, quiero insistir en que debemos poner atención en otros problemas que a primera vista pueden parecer secundarios, pero que pueden seguir atizando las desigualdades, la polarización de la sociedad y dificultar enormemente la construcción de sociedades equitativas y sustentables.
Este problema es el que las actuales redes sociales en Internet están siendo administradas por empresas privadas que tienen como fin el aumentar los rendimientos monetarios a sus accionistas.
En este sentido, en mi juventud, leí el libro “Para leer al Pato Donald” de Ariel Dorfman y Armand Mattelart, donde se nos alertaba de cómo desde la infancia mediante, las aparentemente inocentes, películas de Disney se propagaba un estilo de vida consumista y con menosprecio a los valores culturales locales. Notemos que mediante aparentemente inocuos personajes se suprimían los lazos familiares que en Latino América todavía son valorados culturalmente. También promovían las visiones donde el dinero y el valor mercantilista de las cosas, lugares o relaciones son los elementos para aquilatar los beneficios para cada persona. La versión extremadamente simplista de los personajes donde son “buenos” o son “malos” propagaba el maniqueísmo que hoy vemos día a día en las mañanas. Estos son entre otros elementos propagandísticos de la cultura consumista y polarizante nos permea actualmente y evita construir el bienestar social. 
La situación actual con el uso masivo de las redes sociales donde la información que vemos es seleccionada por algoritmos para maximizar nuestro tiempo en ellas, me recuerda al libro de Farenheit 451 de Ray Bradbury donde la “Familia” era más importante que la familia. Me parece que debo aclarar esta frase que parece sin sentido. En el libro, la “Familia” la constituían entes virtuales que aparecen en las pantallas de todas las casas y que conversan con las personas reales construyendo un mundo virtual, inexistente en el entorno físico y natural. Estas personas virtuales, conversaban diariamente con las personas reales y les preguntaban sobre sus actividades cotidianas; conversaciones muy parecidas a las actuales del ChatGPT. Esta “Familia” virtual, entre comillas y mayúsculas, para Mildred, la esposa del protagonista del libro, era más importante que la familia real, que su propio esposo Guy Montag el bombero que quemaba libros. La construcción de lo relevante en el entorno virtual de Mildred lo definía precisamente la “Familia”, como hoy nuestros entornos están construidos por algunas redes sociales.

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Con estas alegorías quiero ilustrar que las acciones de los entramados socioeconómicos por parte de quienes buscan beneficios individuales a toda costa pasan por fases similares periódicamente. Estas fases fueron visualizadas por personas hace algunos años, pero cada vez se parecen más a lo que vivimos en la actualidad. No solo Mattelart, Dorfman y Bradbury entrevieron estas formas, ha habido muchas personas que nos han alertado sobre estas situaciones, pero hoy solo los uso como ejemplos.
Hoy se le pide a las películas de Disney, la inclusión, la supresión de comportamientos estereotipados, entre otras características; pero el entretenimiento se ha extendido y, por ejemplo, los estereotipos abundan en los videojuegos. En muchos aspectos de nuestra vida esto continua y debemos estar alertas de este tipo de manipulaciones en el entretenimiento.
También en la información desplegada en las redes sociales se han observado manipulaciones que utiliza nuestras debilidades para mantener nuestra atención y sesgar nuestra opinión sobre múltiples temas. Por ejemplo podemos ver las películas Nada es privado o Dilema Social donde se ilustra con mayor detalle lo que menciono.
El pensar que las redes sociales son el medio más importante para informarnos o comunicarnos con otras personas puede ser precisamente el causante de no entender a quienes comparten nuestros entornos y mucho menos podamos construir sociedades con bienestar social.
La facilidad con la que encontramos información aparentemente relevante a nuestros intereses indica que se nos brinda lo que está más cerca de lo que pensamos, alineándonos cada vez más con pensamientos únicos que evitan la diversidad.
Las manipulaciones de la información por Facebook en las elecciones de algunos países, la desinformación propagada en Twitter, la expulsión de periodistas contrarios a las políticas de censura de Elon Musk, entre otras acciones nos muestran que sus fines pueden no ser los más convenientes para nosotros o para otras personas. Estas redes administradas por organizaciones lucrativas buscan maximizar las ganancias.
Debemos reflexionar sobre nuestro papel en las redes sociales y ser críticos de la información que recibimos y compartimos. Sé que no es fácil apartarse y ser ermitaño digital, pero es esencial que nuestra participación la hagamos con conciencia de nuestros actos y alertemos a la niñez y juventud sobre su uso, así como alertábamos a la actual juventud sobre el maniqueísmo del entretenimiento tipo disneylandia.  

Este artículo fue publicado el día 21 de deciembre en el periódico la Unión de Morelos.

miércoles, 14 de diciembre de 2022

Encender un sol en la tierra con láseres

Somos una sociedad adicta a usar al máximo la energía. Desde la prehistoria, desde el momento en que la humanidad controló el fuego, no hemos parado de usar la energía disponible sin reflexionar sobre las consecuencias para nosotros, otras personas u otras especies con las que compartimos el entorno. El uso indiscriminado de esta energía, primero de la leña, los aceites vegetales y animales y, más recientemente, de los combustibles fósiles empezando por el carbón mineral hasta el petróleo y el gas natural, ha provocado el cambio climático que estamos sufriendo. 
En el mundo la tecnología puede ser usada en forma adecuada para promover el bienestar social, por ejemplo el desarrollo de las vacunas permite que se evitan enfermedades que eventualmente provocan muertes tanto en las personas como en los animales.
Ayer se anunció que en el Laboratorio Nacional Lawrence Livermore de Estados Unidos (LLNL) se encendió un pequeño sol en una celda de dimensiones del orden de los centímetros al concentrar luz apuntando láseres sobre ella.
Para lograr esto se concentran 192 láseres sintonizados sobre un pequeño tubo de oro para calentarlo a más de 3 millones de grados centígrados. Pensemos este tubo como una lata de oro que contiene gas de dos isótopos de Hidrógeno: Deuterio y Tritio. Al calentarse tan rápidamente esta lata explota y somete a los gases a altas presiones y altas temperaturas ocasionando que los núcleos de los isótopos de deuterio y tritio pasen muy cerca unos de otros de tal manera que la fuerza nuclear actúa sobre los protones y neutrones de estos isótopos y los hace reaccionar y unirse formando un núcleo de Helio.
La masa del núcleo de helio es menor a la masa de los dos isótopos que lo formaron y esa diferencia de masa siguiendo la ecuación de Einstein, E=mc2, se convierte en energía.

FusionFL

Esta reacción ya se conocía, pero no se había podido controlar para producir energía. En experimentos anteriores se requería más energía para generar los láseres que aquella energía que se conseguía de la reacción nuclear. Sin embargo, el LLNL anunció que finalmente se consiguió obtener más energía y contabilizaron que se usó 2.1 MJ para producir los láseres y se obtuvo 2.5 MJ de la reacción nuclear por el tiempo que estuvo encendida. Seguro, te preguntarás y ¿cuánta es esta energía? La verdad es que estos 0.4 MJ de energía alcanzan para tener funcionando sin parar un refrigerador pequeño por 20 minutos. No es mucha, pero lo relevante es que se demostró que es posible encender y mantener controlada una reacción nuclear por el tiempo suficiente para obtener más energía de la que se ha invertido en encenderla.
El logro energético es pequeño, pero el avance científico y tecnológico es enorme. Este anuncio fue hecho por Jennifer Granholm, secretaria de energía de Estados Unidos, subsecretaria Jill Hruby, la directora de la oficina de ciencia y tecnología de la presidencia de Estados Unidos, Dra. Arati Prabhakar, el administrador de programa de defensa, Dr. Marvin Adams y por la directora del LLNL Dra. Kim Budil[1]. Ellas enfatizaron que este objetivo se persiguió por más de 70 años y que miles de personas dedicadas a construir conocimiento y desarrollar tecnologías durante estos años han participado en esta demostración. También resaltaron que este logro es el producto de la inversión de recursos públicos y privados en ciencia y desarrollo tecnológico.
Es importante mencionar que la tecnología de láseres para encender una reacción nuclear es solo una opción. Otra posibilidad que se trabaja en Europa, Asia y en Estados Unidos es la del confinamiento magnético, conocida como reactores Tokamak. Este es un ejemplo claro que para conseguir desarrollos tecnológicos que resuelvan los problemas actuales es necesario apostar por diferentes opciones. Las inversiones en diferentes maneras de resolver problemas también mostraron logros extraordinarios en el desarrollo de las vacunas contra la COVID-19, se implantaron en tiempo récord vacunas con diferentes tecnologías. Diferentes países, de Europa, Asia, América, incluso Cuba, apostaron por diferentes tecnologías, con la excepción de México que apoyó solo una. Lo mismo que para los ventiladores necesarios para atender pacientes graves de la COVID-19. No necesito hacer comentarios sobre los resultados de este tipo de actitudes unidireccionales, son conocidos ampliamente.
De estas experiencias de apoyo amplio son de las que debemos aprender y entender. La inversión en ciencia da frutos a largo plazo, los desarrollos tecnológicos emanados de ese conocimiento científico pueden ofrecer alternativas diferentes que sean más fácilmente adecuadas a diferentes entornos.
Esto mismo pasa con las fuentes renovables de energía que deben ser adecuadas a los diferentes entornos.
Aquí un llamado de atención a la sociedad mexicana, debemos seguir formando personal capacitado para entender, diseñar y construir soluciones basadas en ciencia para las problemáticas que enfrentamos.
También es importante considerar que en el futuro la energía de fusión nuclear puede generar la electricidad que usemos en este planeta evitando la emisión de gases de efecto invernadero y de contaminación con desechos radiactivos. Sin embargo, debemos poner atención a que en este futuro los reactores nucleares de fisión pasarán a la historia y que los gobiernos o empresas que apoyan la tecnología de fisión pueden intentar venderla, instalarla, en otros lugares antes de que la nueva tecnología, la fusión nuclear, desplace totalmente a la fisión que sí contamina.
La ciencia muestra opciones, la tecnología desarrolla aplicaciones, pero las personas las construimos, las seleccionamos y las usamos. 
Finalmente, de lo más importante, es considerar que podemos disminuir el consumo de energía, tanto en el ámbito individual como en el social y en la fabricación de los productos y servicios que usamos. Recordemos que la única energía que no impacta en el entorno es la que no usamos. 


Este artículo fue publicado el día 14 de diciembre en el periódico la Unión de Morelos.

miércoles, 7 de diciembre de 2022

Participación activa en plataformas de redes sociales

Una de las actividades que impulsaron los confinamientos como respuesta a la pandemia de la Covid-19 fue la participación en las redes sociales digitales. Las cuarentenas incrementaron la participación de las personas en las redes y el uso de los servicios de telecomunicación se incrementaron en muchas partes del mundo. 
Tenemos ya varias semanas escribiendo sobre la participación en diferentes redes sociales y justamente la semana pasada la Gaceta de la UNAM le dedica varios artículos a reflexionar sobre cómo la participación en estas redes sociales ha adquirido un papel relevante en la vida de muchas personas, en particular de la juventud. Tanto que en ocasiones se considera una actividad fundamental para ser considerado estar vivo en los entornos sociales. La necesidad de manifestarse en estas redes redunda en la convivencia con nuestros grupos de la familia, escuela, trabajo, etc. Al no participar en ellas, seremos excluidos de los grupos de amistades, familiares, trabajo de esparcimiento. 
Por estas razones, cada vez más personas usan plataformas de redes sociales y desde mi punto de vista es importante nuestra participación en ellas. 
Entre las más usadas encontramos a Facebook (FB), Twitter, TikTok, Instagram y WhatsApp, todas ellas son plataformas diseñadas, codificadas y operadas por empresas que desean pasemos el mayor tiempo posible en ellas. Esta situación implica que no sabemos exactamente cómo operan, o cómo filtran la información que recibimos, o cómo es usada la información que observan de nuestra conducta mientras las usamos. Dije que observan, porque eso hacen, observan lo que leemos o vemos en detalle para luego usarlo tanto para mostrar contenido como para vender nuestras preferencias.
Ya se ha dicho hasta el cansancio, estas plataformas no son gratis, usan la información de nuestras acciones y no siempre la forma en la que es usada nos conviene. No es fortuito el que FB haya comprado Instagram y WhatsApp hace apenas hace una década y con ello haya incrementado enormemente sus ganancias. 
Desde nuestra conveniencia, debemos considerar que estas plataformas pueden cerrar y nuestra información, la información de nuestros recuerdos o nuestras actividades desaparecería. Podemos pensar que pasaría si FB finaliza sus actividades o deja de brindar el servicio de microbloging o de posteo de fotos, recordemos que estas compañías operan para rendir beneficios económicos a sus accionistas. Esto está pasando en Twitter y ya pasó en otras redes sociales que dejaron de brindar servicios. Algunos proyectos de redes sociales han cerrado, por ejemplo Friendster surge en 2002 para compartir eventos y bandas musicales llegando a más de un millón de usuarios, pero cerró en 2015. Otro ejemplo fue Google+ que nació en 2011 como competidor declarado a FB y fue cerrado en abril de 2019.
En esta línea de pensamientos podríamos preguntar: ¿Qué pasaría si WhatsApp deja de operar?, el sistema de comunicación familiar o de negocios más usado en México. Las actividades de muchas personas se trastocaría y también la de algunas compañías, por ejemplo algunos bancos. ¿Qué pasa si cierra FB, pues las fotografías que se guarda en FB desaparecerían y quienes guardan ahí sus recuerdos los verían desvanecer.
 
Social media platforms


Quizás hemos sido indiferentes al permitir que las plataformas sociales estén en manos de empresas lucrativas sin reglas claras. Una opción es buscar la reglamentación del funcionamiento de esas plataformas y exigir que las autoridades las regulen. Desde mi perspectiva esta opción es en parte pasiva y estaríamos a merced de que se regulara de una forma favorable para la población. En cambio, el asumir que nuestras acciones y actividades en las diversas plataformas sociales involucra un costo podríamos hacer contribuciones de manera comunitaria para financiar plataformas sociales alternas.
Por ejemplo, tenemos el caso de la TV y la radio donde en algunos lugares coexisten alternativas privadas con ejercicios más cercanos a las comunidades. En algunos países existe un sistema público de televisión que, en algunos casos es manejado por el gobierno (BBC) y en otros por asociaciones civiles (PBS). Los primeros se financian mediante los impuestos y los segundos mediante campañas de donativos tanto de personas como de corporaciones. 
Para esta última opción también existen redes sociales alternativas. La semana pasada informaba sobre las variadas opciones que ofrece el Fediverso, donde hay plataformas que podemos financiar con pequeñas aportaciones las personas que las usemos. De esta manera, podemos asegurarnos de su funcionamiento sin necesidad de que su comportamiento obedezca a intereses meramente comerciales.
Hay múltiples ventajas de fomentar estas alternativas de código abierto y administración desde las raíces de la sociedad para nuestra participación en plataformas de redes sociales. Por supuesto también hay limitaciones en cuanto a su limitado uso, pero podemos fomentar su adopción en nuestros entornos cercamos, como algunas personas hemos hecho con el uso de Signal, alternativa a WhatsApp, y ya contamos con interacción mediante otro aplicación de comunicación instantánea.
Recordemos las opciones las podemos conformar desde nuestros entornos para disminuir la influencia de intereses que quizá no sean los nuestros. De esta manera, nuestra participación podría ser activa desde la conformación de las plataformas de redes sociales y no meramente de uso pasivo.


Una versión previa de este artículo fue publicada el día 7 de diciembre en el periódico la Unión de Morelos.