miércoles, 7 de noviembre de 2018

Miquixtli en Cuernavaca

En varias ocasiones, en esta bitácora, me he referido a la importancia de crear actividades culturales para construir armonía en la población. Hoy quiero enfatizar la celebración de las festividades del día de muertos en Morelos. Con la celebración de Miquixtli en Cuernavaca las personas que asistimos al centro de la ciudad entre los días 1 al 4 de noviembre pudimos convivir y apreciar parte de nuestra cultura relacionada con los recuerdos de nuestros muertos.
En este año, pude disfrutar en dos días de las artesanías y de eventos artísticos tanto callejeros como profesionales.
Primero, me quiero referir a los callejeros que a lo largo de la calle Miguel Hidalgo, en el centro de Cuernavaca, que va del Jardín Borda a un costado de la plaza de armas, se instalaron y con diferentes propuestas artísticas o musicales nos deleitaban. En nuestro caminar, disfrutamos de dúos tocando charangos y cantando con disfraces alegóricos a las Catrinas o de interpretaciones de obras de música clásica que invitaban a detener el caminar solo por el placer de escuchar y disfrutar. Estos músicos se instalaron en las cercanías de los cafés en la calle Hidalgo o de la Casona Spencer y entretenían al caminante o amenizaban el mismo ambiente de los comensales. En particular, la coincidencia de nuestro andar en el tiempo y el espacio nos permitió escuchar tres excelentes propuestas musicales que disfrutamos ampliamente.
Estas invitaciones de calidad musical excepcional se unían a otras, para compartir con otros andantes, de puestas en escena de obras coreográficas con áreas importantes para la mejora; pero que permitían el contacto remoto y efímero entre las personas que paseábamos por el lugar al observar los pretenciosos movimientos evocadores de emociones.
En uno de los extremos de la calle Hidalgo, se encuentra el Jardín Borda, donde las tradicionales ofrendas de las diferentes regiones del Estado podrían ser admiradas. También en este jardín se instalaron los puestos de artesanos desde los tradicionales hasta los artesanos de la tercera edad que ofertaban sus productos y los paseantes comprábamos para usar y disfrutar después.
En mi opinión, las ofrendas diseñadas y realizadas por varias escuelas de la ciudad de Cuernavaca, que se exhibieron en la Casona Spencer, también mostraron la calidad de todos los años anteriores y asó podemos decir que el evento #festivalCopalli está contribuyendo significativamente a la cultura cuernavasense. Paseando entre las ofrendas del festival Copalli pudimos evocar momentos de otros tiempos y apreciar otras manifestaciones teatrales con artistas locales de excelente calidad.
Para finalizar, la calle Hidalgo en la plaza de armas se instaló otro sitios para artesanos o puestos de artesanías. Estos puestos adicionales a los que cotidianamente están en el lado sur del Palacio de Cortés o Museo Cuauhnáhuac también permitían ser espectadores del trabajo de los mexicanos.
Además de estas formas, digamos, espontáneas, de interpretaciones artísticas o de comercio en zonas no destinadas para ello; se presentaron en lugares diseñados para estos fines, como la fuente Magna o en la Sala Manuel M Ponce del Jardín Borda, diferentes eventos teatrales o musicales. Ahí se presentó uno de mis grupos vocales favoritos “Vocal Axolote Ensamble” y que recomiendo ampliamente escucharlos, son un grupo muy talentoso de jóvenes con excepcionales voces.
Claramente, estos esfuerzos de los artesanos, artistas, comerciantes y de las autoridades locales y estatales, durante ya varios sexenios, han fomentado la creación de una identidad entorno a Miquixtli en la ciudad de Cuernavaca que las personas disfrutamos y asociamos con la cultura propia de Morelos. Por supuesto, que a lo largo del tiempo, hay variantes tanto en la forma de organizar como en la selección de los artistas; pero lo importante es preservar la tradición.
En estos momentos de franca incertidumbre en nuestro país por los cambios anunciados, pero con amplias esperanzas; la preservación de actividades colectivas enfocadas a la ciudadanía fomentan la cohesión social que tanta falta nos hace en estos momentos, donde también las divisiones parecen aundarse.
Esperemos que las actividades orientadas a las personas como Miquixtli o la Semana de la Ciencia se preserven y las autoridades actuales las continúen.


Una versión previa de este artículo fue publicada el día 7 de Noviembre en el periódico La Unión de Morelos