miércoles, 28 de junio de 2023

Hibris tecnológica

Estaba caminando por la ciudad despreocupadamente cuando sonó mi teléfono y apareció el siguiente mensaje: “La secretaría del medioambiente informa de un posible tornado que afectará el área donde se encuentra este celular. Entre a un lugar seguro si observa aproximarse este fenómeno atmosférico”[1]. Tengo que aclarar que estaba en Ottawa en un viaje de trabajo en la Sede UNAM-Canadá y mientras regresaba de comer me sorprendió el sonido de mi celular y la recepción de ese mensaje. La sorpresa fue mayúscula, mi celular no tiene cobertura ilimitada para Canadá, así que no recibo mensajes por datos. Lo más sorprende es que el aviso de alerta se entrega a todos los teléfonos que están en el área del posible meteoro atmosférico sin importar si tienen conexión plena o no, si tienen saldo a favor o no, es un mensaje verdaderamente de alerta que envía la secretaría del ambiente canadiense a toda persona con un celular en abierto a la red. Esto es claro ya que al mismo tiempo que yo revisaba mi celular todas las personas que estaban en mi entorno estaban haciendo lo mismo.
Este servicio es muestra de una organización social que usa el conocimiento que se ha desarrollado para pronosticar sucesos que pueden pasar en nuestros alrededores y es evidencia que, como sociedad, tenemos herramientas que nos informan de algunos fenómenos naturales que pueden ser peligrosos para que actuemos en consecuencia. En México la alerta sísmica es otro ejemplo de estos conocimientos. Lo que me sorprendió de esta alerta meteorológica es que no se requiere de contar con una aplicación específica sino que es un servicio general. 

Imagen generada con inteligencia artificial con la frase "lgeoengineering and hubris mith, fight of two monsters" en https://huggingface.co/spaces/stabilityai/stable-diffusion.

Los conocimientos que tenemos como humanidad en la actualidad ofrecen tecnologías que nos otorgan ventajas con respecto a otras especies para evitar percances que en la antigüedad no tendríamos.
Sin embargo, el uso de las tecnologías también puede alimentar cierta soberbia y menospreciar los peligros o provocar cambios que no puedan ser benéficos para otras especies o para la nuestra. En esta ocasión quiero alertar sobre lo que llamamos geoingeniería. La geoingeniería se refiere al uso de tecnologías que intervienen deliberadamente los procesos naturales. Por ejemplo, se pueden intervenir los sistemas climáticos y ambientales de la Tierra con el objetivo de contrarrestar los efectos del cambio climático o modificarlos. Algunas propuestas de geoingeniería incluyen la captura y almacenamiento de carbono, la modificación de las nubes para reflejar la radiación solar o la liberación de partículas en la atmósfera para bloquear la luz solar. Esto no es nuevo, en la antigüedad se han modificado cursos de los ríos, construido presas o talado de bosques sin analizar los efectos en el futuro de estos cambios.
En nuestro país, podemos mencionar centenares de ejemplos. En la Ciudad de México tenemos ejemplos evidentes, la desecación del propio lago se inició desde épocas anteriores a la conquista y se remató a mediados del siglo pasado. Los peligros de estas acciones se evidenciaron en los pasados sismos de 1985 donde las construcciones en ciertas zonas se vieron más afectadas por las resonancias de las ondas sísmicas. Las grandes obras de la actualidad modifican y afectan los ecosistemas y pueden dar la impresión de que la humanidad controla los fenómenos naturales a placer. Así, la geoingeniería, se refiere a la posibilidad de que los seres humanos intenten manipular y controlar los sistemas naturales de la Tierra en una escala grande, sin comprender completamente las consecuencias a largo plazo.
Desde la antigüedad, digamos desde la civilización griega se conocía estos riesgos y se denominó hibris al comportamiento desmesurado, arrogante o presuntuoso que desafía los límites establecidos por los dioses. En este sentido, la hibris se consideraba un pecado grave y se asociaba con el exceso de orgullo y la falta de respeto hacia los dioses. La cultura griega creía que los dioses castigaban la hibris de diversas maneras, a menudo de forma trágica. Aquellos que se consideraban superiores a los dioses o se jactaban de sus logros estaban cometiendo hibris y merecía un castigo. Los ejemplos de Ícaro y Tántalo son parte de la mitología griega que ejemplifican la hibris.
La relación que quiero comentar de la geoingeniería con la hibris radica en la idea de que la humanidad puede manipular la naturaleza y corregir los problemas creados por nuestras propias acciones, sin comprender completamente las implicaciones y consecuencias a largo plazo. Es posible que la geoingeniería puede llevar a consecuencias no deseadas y efectos secundarios impredecibles en los sistemas naturales de la Tierra. Así un enfoque excesivamente confiado y presuntuoso en nuestra capacidad para controlar la naturaleza puede considerarse una forma de hibris. Un ejemplo actual, sencillo y no de gran escala, puede ser considerado la implosión de Titán, la cápsula submarina que implotó al explorar el hundimiento del Titanic. Se pueden mencionar infinidad de ejemplos en muchas escalas.
Es importante destacar que la geoingeniería es un tema complejo y controvertido, y hay diferentes opiniones y perspectivas al respecto. Algunas personas consideran que la geoingeniería puede ser una herramienta valiosa para abordar el cambio climático, mientras que otros argumentamos que debemos centrarnos en la reducción de emisiones y enfoques más sostenibles en lugar de intentar modificar el sistema en gran escala sin analizar las consecuencias en el futuro. Hoy ya contamos con herramientas científicas y tecnológicas para hacerlo.
Estamos en una situación donde podemos afectar drásticamente nuestros entornos con impactos muchos mayores que hace algunos siglos, tenemos conocimientos que pueden ser utilizados para beneficiar a muchas personas y otras especies con las que compartimos la vida, pero también pueden ser utilizadas para que de manera efímera alimenten nuestros egos. Recordemos el mito de Ícaro, pudo volar por unos segundos hasta que en su camino al sol sus alas se derritieron.
Desde mi perspectiva es fundamental que analicemos las intervenciones en el contexto de la sustentabilidad y evaluemos los aspectos sociales, ambientales y económicos de nuestras acciones.  Recordemos la tecnología no es por si misma inadecuada, sino la forma de usarla es la que puede ser adecuada o inadecuada.

[1] Traducción libre del mensaje recibido en mi celuar: “At 4:13 pm Eastern Daylaight Time Monday, Enviroment Canada has issued a tornado warning for this mobile coverage area. Take cover immediately if threatening weather approaches”

Una versión previa de este artículo fue publicada el día 28 de junio en el periódico la Unión de Morelos.

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