miércoles, 4 de diciembre de 2024

COIL una opción de apertura para el aprendizaje

En diciembre de 2019 empezaron las noticias sobre un nuevo virus que afectaba las vías respiratorias, el SARS-CoV2, y que no teníamos disponible un medicamento o una vacuna con el cual combatir la enfermedad. Para marzo del 2020, la enfermedad oficialmente llegó a México y podemos recordar los meses de confinamiento en nuestros hogares para parte de la población mexicana. No solo en México, sino en muchas partes del mundo se observó saturación en los hospitales y una gran desinformación se extendía por todas partes. Debido al desconocimiento que se tenía en aquellos primeros momentos las estrategias de contención no fuera las más adecuadas al principio. La humanidad tuvo que aprender a disminuir los riesgos y finalmente a vacunar a la mayoría de la población.
La COVID-19 no solo trajo efectos negativos, sino que abrió nuevas oportunidades, muchas personas en este planeta hemos sido testigos de la irrupción de las telecomunicaciones en nuestras actividades diarias. La opción del trabajo a distancia se convirtió en una alternativa para muchas personas y empresas. Es cierto, que esta opción ya la encontrábamos en muchos empleos, pero con el aprendizaje masivo en tecnologías de comunicación se incorporaron palabras como Zoom, Meet, Teams, Webex, Skype a la jerga de muchas personas.

Imagen generada con inteligencia artificial mediante la frase "A happy team of diverse people in a working classroom see people talking in the screen. The Classroom scene includes a large,  wall-sized screen that provides a highly engaging talking people and almost hypnotic form of entertainment. The scene is plenty of dynamism of interactions among the teams." en leonardo.ai

Desde mi experiencia personal, estas aplicaciones para realizar video llamadas o videoconferencias se volvieron parte de mi cotidianidad. El contacto con mis estudiantes fue a través de estas opciones por más de un año y con ellas tuve que aprender no solamente a hacer video llamadas para mis clases, sino a incorporar otras herramientas y aplicaciones para facilitar el aprendizaje. Con ellas el salón de clase se abre y entonces el aprendizaje se convierte en una actividad significativa donde cada estudiante selecciona su propio camino en la colectividad mediante interacciones a distancia en un pequeño grupo.
Con esta visión podríamos parecer de vanguardia, pero la semana pasada asistí a la Segunda Jornada COIL organizada por la Dirección General de Cooperación e Internacionalización de la UNAM. Debo aclarar que COIL es el acrónimo de “Collaborative Online International Learning” (Aprendizaje Internacional Colaborativo en Línea). Al irme adentrando en esta conceptualización del aprendizaje colaborativo me fui maravillando de las posibilidades reales para el estudiantado que participa de esta experiencia. Este enfoque educativo promueve la colaboración entre estudiantes y docentes de diferentes instituciones y países a través de plataformas en línea con la finalidad de construir experiencias de aprendizaje. El objetivo de COIL es fomentar el intercambio cultural, el desarrollo de habilidades globales y la colaboración internacional sin la necesidad de viajar físicamente.
De lo más interesante es que no son cursos completos, sino actividades prediseñadas para fomentar la creatividad y el desarrollo de habilidades en cada estudiante y en su colectividad. Los programas COIL suelen incluir actividades como proyectos conjuntos, discusiones en línea, y el uso de herramientas digitales para facilitar la comunicación y el trabajo en equipo. Este enfoque no solo enriquece la experiencia educativa, sino que también prepara a cada estudiante para trabajar en entornos globales y multiculturales. Mientras las actividades a distancia en los grupos de estudiantes en cada institución de educación se centran en un entorno local, en el COIL la interacción es con otro equipo, otra colectividad con otros entornos y experiencias, se puede decir con otra cultura. Esto último verdaderamente enriquece la experiencia y fomenta la apertura y tolerancia a la otredad. 
Para mi sorpresa el concepto de COIL fue desarrollado a principios del siglo por Jon Rubin en la State University of Nueva York (SUNY). Rubin buscaba crear oportunidades para que estudiantes y docentes de diferentes instituciones y países colaboraran en proyectos académicos a través de plataformas en línea, ya desde ese entonces. COIL normalmente implica un intercambio virtual que puede durar de 5 a 8 semanas, durante las cuales un programa conjunto es co-diseñado y coenseñado por docentes de diferentes instituciones y regiones que acuerdan objetivos de aprendizaje. Esta estructura permite la colaboración sostenida y el compromiso intercultural entre el estudiantado. El programa tiene como objetivo mejorar las competencias globales y la comprensión intercultural de cada estudiante para que puedan desenvolverse en un mundo altamente interconectado.
En particular, en la UNAM se persiguen cuatro aspectos: Colaboración, Implementación en Línea, Modularidad y Competencia Internacional. En la UNAM participan dos o más docentes de la UNAM y otra institución extranjera que trabajan colectivamente para diseñar e instrumentar cursos sobre temas académicos específicos. El componente internacional se lleva a cabo completamente en línea, mientras que el estudiantado participa en clases presenciales en sus respectivas instituciones. La UNAM ofrece diversos formatos para actividades de COIL, incluyendo seminarios web, cursos cortos y modalidades mixtas que pueden combinar elementos en línea y en persona. Esencialmente, el programa tiene como objetivo fomentar la comprensión intercultural entre estudiantes a través de proyectos de colaboración con colegas de diferentes orígenes culturales. 
En general, un curso COIL brinda a sus estudiantes valiosas oportunidades de crecimiento personal y profesional mientras les prepara para una fuerza laboral globalizada.
Los cursos COIL ahora son fácilmente implementables dada la cultura de la comunicación a distancia de docentes y estudiantes heredada por el confinamiento causado por la COVID-19; aunque ya existían antes del 2020.
Desde mi perspectiva, el uso de las herramientas de comunicación a distancia en directo y con opciones de realidad aumentada puede potenciar las experiencias de aprendizaje y contribuir a construir una sociedad más abierta, tolerante e incluyente. Como docentes tenemos la responsabilidad de abrir opciones para quienes toman nuestros cursos y ahora tenemos más opciones.


Este artículo fue publicado el día 3 de diciembre en el periódico la Unión de Morelos