miércoles, 21 de septiembre de 2011

Jugando a los soldaditos

La escena de un hombre disfrazado de general jugando con un globo terráqueo en la película “El gran dictador” de Chaplin es muy cómica y desesperante al mismo tiempo. En ella vemos a un hombrecillo bajando del cielo, jugando a la guerra e ilusionado pensando en que manipula al mundo a su antojo, lo mira, lo avienta... lo hace a su manera. Sin embargo, lo realmente apabullante y demoledor es cuando la ilusión, globo, explota y el generalito se pone a llorar. Esta alegoría, empieza mencionando a los emperadores y césares, y se podría generalizar a las autoridades que sufren el síndrome del emperador, y nos relata lo frágil que es la sociedad ante las decisiones mal tomadas por sus gobernantes.
Las primeras imágenes de Felipe Calderón, después de haber tomado la presidencia con trajes militares, me recordaron en aquel momento, precisamente las imágenes de esta película de Chaplin. ¡Qué augurio! La guerra que desató Felipe Calderón contra el narcotráfico con un sistema judicial corrupto, una policía corrompida y exponiendo al ejercito a contagiarse, si acaso no lo estaba, me recuerda precisamente al juego del globo; pero ahora es México y... México le está explotando en sus manos. No se percata que la estrategia ha fallado. Por supuesto que hay que combatir la ilegalidad, pero hay que saber cómo, mucho se ha dicho ya: atacar el lavado de dinero, muchos insistimos: “Elementos para la Construcción de una Política de Estado para la Seguridad y la Justicia en Democracia”: la propuesta “Narro” etc. Lo que es claro es que no basta jugar a los soldaditos. La estrategia debe ser integral y cada año que retrasemos la implementación de perspectivas a largo plazo implica la pérdida de amplios sectores de la juventud que no tienen una futuro digno.
Como respuesta a toda la desesperación y a la negación de un futuro, ya no digamos sustentable, ni siquiera digno para la juventud; el grupo Anonymous, que sin duda son jóvenes, realizó un ataque de negación de servicios a los portales de las secretarías de la Defensa Nacional y Seguridad Pública federal, así como el Centro de Investigación y Seguridad Nacional (Cisen), el Congreso de Oaxaca y el Gobierno de Tlaxcala. Mientras que el Congreso de Nayarit fue el único en sufrir una intromisión, el portal de la presidencia tuvo intermitencias y el portal del estado de Morelos fue cerrado de las 18:00 a las 23:45.
En particular, este último acto, la suspensión del servicio, implica un desconocimiento de lo que son los ataques de denegación de servicio e incluso muestra la gran desconfianza sobre los sistemas informáticos que tiene el propio gobierno de Morelos, ya he insistido en esta bitácora que se use código abierto, esto último incrementa grandemente el nivel de seguridad.
Es así como, el grupo Anonymous invitó a la protesta y evidenció una cierta vulnerabilidad de las instituciones ante ataques simples por parte de personas comunes. Anonymous ya tuvo una acción importante al aplicar la misma estrategia de negación de servicios al portal de MVS cuando despidió a Carmen Aristegui, en mi opinión, este hecho tuvo un impacto en ese momento. En cambio las denegaciones de servicio en los sitios gubernamentales no tendrán el mismo efecto. Las estrategias de protestar, de bloquear, de marchar son acciones de momento, acciones que deben ser usadas ante el hartazgo y la desesperación ante oídos sordos e imposiciones sinrazón, para llamar la atención, para unirnos. Sin embargo, debemos también armar acciones constructivas, actividades que permitan hacer de nueva estructura social basada en la cooperación y eviten que los gobernantes hagan sus caprichos.
Cada estado de la República Mexicana tiene la oportunidad de impulsar acciones en esta dirección, cada municipio tiene esa misma posibilidad, en cada ciudad podemos exigir se implanten estas acciones, considero imperioso empecemos ya. Un camino es la implantación de los elementos de la propuesta “Narro”.
Evidentemente, el colectivo Anonymous ha tomado una bandera mediática: la película “V de vendetta” como un símbolo. La opción que da “V” en esa película: una sociedad unida ante la destrucción de lo previo, de lo podrido, tiene costos muy grandes para la sociedad misma y no garantiza una opción sustentable, ya que no genera los mecanismos que regularan las nuevas relaciones sociales. En mi opinión, es mucho mejor un camino pacífico y razonado. Muy a mi pesar, creo que las condiciones actuales no apuntan directamente a esta situación y en México se está jugando con la realidad como si fuéramos soldaditos de plomo.

Una versión resumida de texto se publicó el 21 de Septiembre

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