Cuando pensamos dónde se realiza la ciencia nos imaginamos; Universidades o Institutos especializados. Sin embargo, en la actualidad existe un movimiento social muy interesante que empieza a generar conocimiento científico en forma espontánea desde las raíces de la sociedad. Con las tecnologías tanto de medición como de información de que disponemos en nuestros días es posible para toda persona, con un nivel de estudios de bachillerato, realizar estudios sistemáticos o monitoreo de algunos parámetros que permitan generar modelos para describir los fenómenos estudiados. Esto es lo que hacen los científicos. A este tipo de ciencia se le está llamando ciencia desde las raíces de la sociedad (grassroots science) para diferenciarla de la ciencia que hacen profesionalmente los científicos. Por supuesto, estos estudios están mucho más enfocados a problemas cotidianos y son la herramienta que la sociedad puede esgrimir para tomar decisiones con fundamento en el conocimiento.
Es muy importante destacar que las personas involucradas en la ciencia desde las raíces no están peleadas con los científicos, sino que han decidido realizar ellas mismas los estudios que necesitan para resolver problemas cotidianos complejos. La mayoría de los proyectos que se realizan son liderados por un profesional de la ciencia que coordina las actividades, pero los trabajos realizados y los conocimiento son generados y producidos por la sociedad misma en un genuino afán cooperativista.
Esta nueva forma de hacer ciencia permite una interacción más clara y directa entre el conocimiento tradicional y el conocimiento científico, generando y amalgamando estos dos conocimientos que en ocasiones parecen oponerse.
Esta interacción entre los científicos y los actores sociales está generando alternativas de solución de los problemas complejos que la sustentabilidad plantea en la actualidad.
Este camino no es fácil, ya que se requiere de la comunicación entre los científicos y los actores sociales, se requiere hablar diferentes jergas lingüísticas. Tenemos que ir construyendo paulatinamente las actividades que permitan fluir estas interacciones en una forma más natural, menos tortuosa.
En mi opinión, una forma de empezar a construir datos en forma conjunta, desde las raíces de la sociedad y con la tutoría de científicos podría ser la generación de bases de datos distribuidas con información de eventos. Como mencioné los avances informáticos y de telecomunicaciones hacen posible que una gran parte de la población tenga acceso a Internet y con ello los costos asociados a las encuestas pueden disminuirse grandemente. Por esta razón, una encuesta a través de Internet sobre enfermedades respiratorias puede ser una actividad que brinde información útil.
Podemos mencionar que esto ya ha sido iniciado en diferentes partes del Mundo y, en particular, también en México. Para detallar este ejemplo déjeme recordar la epidemia de influenza A H1N1 que sufrimos hace dos años en México. Esta epidemia tomó por sorpresa al sistema de salud del país y mostró que los sistemas de alerta tienen deficiencias. Podríamos discutir estas deficiencias largamente, destacando la burocracia del sistema de salud o la renuencia de la población a acudir a estos servicios, pero en su lugar, aquí, mostraré un ejemplo de participación ciudadana que puede ayudar en forma eficiente a tener información en tiempo real de la situación que tienen las enfermedades respiratorias en la población.
Reporta es una página en la Internet dedicada a monitorear de enfermedades respiratorias (http://reporta.c3.org.mx/). Esta página contiene una encuesta que con unas simples preguntas puede mantener una base de datos dinámica para generar información útil en el monitoreo de enfermedades, en particular las respiratorias. En palabras de sus creadores: “Elaboramos esta encuesta como una herramienta social que complementa los esfuerzos que llevan a cabo las autoridades para perfilar el virus de la influenza, pero para ello necesitamos de tu participación. Con ella buscamos consolidar una base de datos fidedigna, que nos permita conocer la presencia y ubicación de enfermedades respiratorias en la población residente en México. Esto puede servir para detectar de forma temprana brotes epidémicos, y nos permite conocer qué personas son más propensas a enfermarse, con lo cual es más fácil diseñar estrategias eficaces para contener un brote.” La participación ciudadana nos conducirá a la sustentabilidad
Te invito a participar en esta investigación colaborativa visita http://reporta.c3.org.mx/ regístrate y participa cada semana. Construyamos los datos que necesitamos.
P.D. Nos vemos en la Marcha Nacional ¡Por La Paz! ¡La No Violencia!
Nota: esta post data fue para la marcha del día 6 de Abril, donde asistimos más de 30 mil personas
publicado en “La Unión” Miércoles 6 de abril pp. 24 (2011)
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