El problema fundamental del desarrollo sustentable es que hay tensiones entre los ámbitos de la sustentabilidad: ecológico, económico y social, cada uno quiere satisfacer sus necesidades aunque sea a costa de los otros. Considero que esas tensiones las puede resolver el conocimiento científico generado en el entorno específico, y solamente podemos aprovechar estos conocimientos a través de la tecnología si generamos instituciones que ayuden a seleccionar las acciones que conducirán a este desarrollo sustentable. Por instituciones queremos decir gobierno, empresas, organizaciones sociales que dependiendo de sus fortalezas y entendimiento de la sustentabilidad serán el único vehículo que nos permitirá resolver estas tensiones. Por todo lo anterior es muy importante incorporar el ámbito institucional al concepto de sustentabilidad. De no formar instituciones sólidas y equilibradas aumentarán las disparidades entre todos los sectores, nos acabaremos los recursos, no habrá desarrollo económico, existirá inequidad social, o todas estas catástrofes juntas; como estamos viviendo en estos días. Entonces la ciencia y la tecnología, o bien en forma más general, el conocimiento científico (me refiero a conocimiento científico en todas las ramas de las ciencias, sean naturales o sociales), aporta elementos muy importantes para reducir las fricciones entre los ámbitos del desarrollo sustentable y conformar una visión de largo alcance. Por ésta, entre otras razones, la importancia de que en las políticas públicas uno de los ejes en la búsqueda del desarrollo sustentable sea el impulso a la innovación basada en el conocimiento científico. En México tenemos un sector científico importante; pero no un sistema de innovación conformado. Estamos dando algunos pasos, pero necesitamos mayor impulso. Quiero comentar que en Morelos ya tenemos varios casos exitosos de innovación desde la academia; pero nos hace falta difundirlos. Precisamente de esto se trató el “Foro: Innovando en Morelos” donde se presentaron tres empresas generadas en tres instituciones académicas: CENIDET, UAEM y UNAM. No tenemos solamente estos tres ejemplos, de hecho el Centro Morelense de Innovación y Transferencia Tecnológica (CemiTT) ha logrado incubar más de 15 empresas de base tecnológica, cuyas innovaciones provienen principalmente de estas instituciones. Sin embargo estos casos no son muy conocidos, por esta razón es muy importante que la nueva Secretaría de Innovación Ciencia y Tecnología se encargue de dar a conocer estos casos de éxito que seguramente propiciarán ánimo en nuestros días.
En mi opinión, para reforzar con esta acción, se debe generar una política que demande productos de base tecnológica desde el gobierno mismo. Esto no fue entendido por el gobierno federal del 2006 al 2012 que propiciaba el desarrollo en otros lugares de Iberoamérica, en lugar de fortalecer a la industria nacional. De aquí la necesidad de impulsar desde el gobierno la demanda de productos locales. Para justificar esta recomendación es muy importante mencionar que las inversiones en innovación que ha realizado el CONACyT en los últimos cuatro años han propiciado que las utilidades incrementen en cuatro veces lo invertido en apoyo a las empresas que innovan. Esta información fue presentada en el Foro por Alejandro Farías Zúñiga, subdirector de Negocios Tecnológicos del CONACyT. Éste es el primer dato que tengo en México. Resumo, la inversión en innovación genera 400% de utilidades, si estas utilidades pagan impuestos en promedio en un 25% entonces podemos argumentar que la tasa de retorno para el erario público es del orden de 4 años. Considero que ésta es una buena inversión de y para la sociedad. Me gustaría que alguien calculara esta información para el sector científico con una ventana de tiempo de al menos 10 años.
Permítanme decir que este proceso de innovación tecnológica no es fácil y requiere de mucha paciencia y de solución de muchísimos problemas en el día a día. Conozco de cerca el caso de Agro&Biotécnia, una empresa de Enrique Galindo y Leobardo Serrano miembros de la Academia de Ciencias de Morelos asociados con Roberto Gutiérrez, que presentaron su caso de éxito en este Foro. Estoy convencido de que ellos hicieron un gran esfuerzo y dedicaron mucho tiempo a conformar la empresa y que además sin el apoyo del CemiTT no hubieran logrado tener éxito en este proceso de emprendimiento. Éste es el tipo de acciones, donde se impulsa la innovación, que se requiere. Por esta razón, suena interesante y prometedor el enfoque de la Nueva Visión al crear la Oficina de Promoción de Inversiones para el Estado de Morelos que trabajará en colaboración con el Fondo Morelos, antes IMOFI, y la Secretaría de Innovación Ciencia y Tecnología para generar inversión basada en la fortaleza científica de Morelos. Este enfoque multidisciplinario y multisectorial debe atender a la equidad entre todos los ámbitos de la sustentabilidad e incorporar tanto a la ciencia y la tecnología como a los aspectos culturales y sociales en acciones para generar negocios de y para la sociedad; es en estas acciones donde la sociedad en su conjunto podremos colaborar.
Una versión resumida de este artículo fue publicado el día 28 de Noviembre
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