Como mencioné en el artículo pasado, a finales de Octubre se celebró el Congreso de Estudiantes del Centro de Investigación en Energía y participamos en la mesa Fuentes Renovables de Energía y Desarrollo Sustentable. En esta mesa se abordó la pregunta de si ¿estamos a tiempo para abordar el desarrollo tecnológico en fuentes renovables de energía? y ¿qué se debería hacer desde la triple hélice? Claramente, los sectores empresarial, el sector gobierno, académico y gubernamental tienen que trabajar en conjunto para propiciar un desarrollo económico sustentable. Sin embargo, recientemente los estudiosos del tema han incorporado un sector más, de tal forma que ahora se habla de la cuádruple hélice. Se ha incorporado al sector social. En mi opinión parece más que razonable añadir al sector social como impulsor del desarrollo económico sustentable; en el sentido de que seamos nosotros los que exijamos que se generen e implementen las políticas que nos conduzcan a un desarrollo económico equitativo y que respete el ambiente; además de conducir y evaluar en el largo plazo este desarrollo. Cuando uso el “nosotros” es porque en el sector social estamos todos: las organizaciones ambientalistas, las organizaciones de actividades de producción, las cooperativas, las organizaciones académicas, las organizaciones empresariales, es decir, la sociedad en pleno. Estas ideas son importantes y permiten construir políticas e implementar acciones; pero debemos analizar las fortalezas y limitaciones de las partes para poder plantear adecuadamente estas políticas y definir los indicadores que permitan evaluar las acciones que se implementen. Sin embargo, los modelos de hélice son simplistas y la consideración de sistemas regionales de innovación puede ser más adecuada, en el entendido de que en un sistema se dan interacciones entre N-hélices que pueden ser diferentes en cada región y contemplar mecanismos que de forma no lineal ocurren entre las complejas sociedades y su entorno natural. De esta suerte la pregunta no es cuántas hélices tiene un motor que impulse el desarrollo sustentable, sino cómo podemos establecer un sistema de innovación que incluya todas los ámbitos del desarrollo. En este sentido es importante determinar las fortalezas de todos los posibles sectores que intervienen en una economía basada en el conocimiento.
En México tenemos al sector empresarial que fue protegido por muchos años y está acostumbrado a maximizar las ganancias a costa de la mano de obra barata, es más el gobierno ha fomentado la inversión extranjera con base en una mano de obra barata. En mi opinión, también se ha basado el impulso económico en una irracional explotación de los recursos naturales. Estas actitudes simplemente rompen los principios de equidad de desarrollo sustentable. Durante muchos años el sector gubernamental se ha caracterizado por estar burocratizado, ser corrupto e ignorante. Con la participación social esto parece estar cambiando. Tampoco hay especialistas en el sector gubernamental en muchísimos temas; pero esta falta de especialistas también se muestra en el sector empresarial. Sabemos que en México falta gente que pueda tomar decisiones con base en el conocimiento. Cuando digo falta personal capacitado, me refiero a que por ejemplo, en México debería haber cuatro veces más científicos de los que hay, no tanto en las universidades, sino en el sector gubernamental para tomar decisiones y en el sector empresarial para desarrollar productos de alto valor agregado con base en el conocimiento. Mientras el sector científico tecnológico es insuficiente tampoco tiene una visión de negocios para generar riqueza económica y social inmediata. Encontramos que el sector social es apático, al menos en nuestra población, un sector que no exige participar en la toma de decisiones, ni genera los conocimientos necesarios para basar sus acciones en él. Lamentablemente podríamos continuar analizando sectores y nos encontraríamos que todos no están haciendo lo necesario para conseguir el desarrollo sustentable. Es decir tenemos una sociedad que rompe con todos los esquemas de sustentabilidad. Esta situación solamente puede ser resuelta por nosotros, de no ser así tendremos un futuro tendencial basado en esquemas predatorios tanto del ambiente como de las personas y por lo tanto padeceremos el tipo de inseguridad actual. Necesitamos crear un sistema de innovación dirigido hacia el desarrollo sustentable, en pocas palabras, todos nosotros tenemos que enfocarnos a una producción basada en el valor agregado, basada en que conocemos que la Tierra es finita, basada en que lo único que puede ser ilimitado es la energía que nos llega del Sol. Aquí dejo una pregunta para las generaciones futuras que usarán ampliamente la energía solar, ¿qué pasa si absorbemos toda la energía que viene del sol?, ¿la podríamos disipar o el calentamiento también sería inevitable? Pero antes de eso, debemos generar un verdadero sistema de innovación utilizando las N-hélices de que disponemos para propiciar el desarrollo económico sustentable, solamente si hacemos esto podremos decir que estamos en tiempo y en forma para usar las fuentes renovables de energía.
Esta es una versión ampliada del artículo publicado el día 14 de Noviembre
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