En estas semanas las noticias nos abruman, pero la desesperanza que nos agobia es producto de los hechos, no fabricada por los medios, ni por los opositores al régimen tampoco son meras ilusiones. Esta desesperanza se magnifica cuando los elegidos para resolver los problemas esgrimen frases como: “y ... ¿yo por qué?” o emiten largos discursos, después de un acto de intimidación por parte de la delincuencia, diciendo que los culpables son otros: los gringos, los malos mexicanos, los que se drogan; pero temen y no aceptan que la estrategia actual contra la delincuencia ha fallado y, por lo tanto, no tiene resultados realmente positivos para la sociedad mexicana. No entienden que todos necesitamos calidad de vida.
Esta situación puede orientarnos a la inmovilidad, a no salir de casa, a escondernos, a negar lo que pasa. Estamos en esta vorágine de acontecimientos que nos agreden a todos y que solamente todos podemos atacar y evitar el camino que nos han obligado a transitar.
Son muy importantes las acciones que la sociedad ha tomado recientemente, las marchas por la paz con justicia y dignidad, el documento en contra de las reformas del Programa de Ordenamiento Ecológico y Territorial (POET) en Cuernavaca, las protestas en las redes sociales y muchas otras igualmente valiosas; sin embargo, éstas son acciones de momento, inmediatas en las que debemos participar y contribuir con nuestras ideas y conocimientos; pero que no conducen a la construcción de un orden acorde con los intereses de la sociedad mexicana. También es importante el periodismo local, las opiniones que cada vez más ciudadanos expresan en los periódicos locales, los reportajes de los periodistas profesionales comprometidos con los hechos, que también los involucran, todo esto contribuye cada vez más a generar una conciencia social. Sin embargo, cuántos de estos escritos se incorporan al conocimiento colectivo, es decir cuántos son leídos. En México cuántos leemos el periódico, cuántos leemos revistas de opinión, cuántos leemos notas de avance científico; para nuestro pesar la mayoría de las personas no leen, se contentan con ver la información digerida en la TV.
La verdadera construcción de una sociedad justa y en concordancia con su entorno solamente nacerá del conocimiento que posea la sociedad misma. En este punto, la falta de lectura es una limitante para la reconstrucción de la sociedad mexicana, en promedio un mexicano lee menos de 3 libros al año.
Por eso me pareció un ejercicio muy interesante el realizado la semana pasada por Carlos Carvallo en el periódico Reforma al entrevistar a 10 personajes (escritores, músicos, periodistas e intelectuales: Homero Aridjis, Martín Caparrós, Dr. Arturo Fernández, Bernardo Fernández "Bef", Tito Fuentes, Guadalupe Loaeza, Dr. José Narro Robles, Elena Poniatowska, Consuelo Sáizar, Guillermo Samperio, Juan Velásquez y Dr. José Woldenberg) y preguntarles los diez libros que debe leer todo mexicano antes de graduarse de la universidad. Por supuesto, que la población con acceso a la educación superior es minoritaria mientras en otras partes del mundo cerca del 80% de la población termina la educación universitaria, en México cerca del 20% concluye con éxito esta preparación y en este sentido la recomendación tendría limitaciones, pero tomémosla como una recomendación para cualquier persona letrada. Considero conveniente comentar, aunque sea someramente, tanto el ejercicio como las recomendaciones. Destaca que se haya escogido a 7 escritores, un músico y cuatro académicos como personajes a entrevistar (aunque dos de estos últimos dedicados a la administración desde hace más de una década); claramente la lectura se refiere a escritores, pero no deja de parecerme un sesgo peligroso considerar solamente la literatura como parte fundamental de la formación del universitario. Resalta en particular la ausencia de científicos e ingenieros como sector digno de opinar en la formación de la cultura del universitario o en general del ciudadano. Ya he comentado aquí del peligro que tiene una sociedad cuando se sustenta solamente en los aspectos sociales y humanistas. El adecuado balance entre estos aspectos y los científicos y tecnológicos es primordial para un propiciar una convivencia social y económica en un entorno ambiental sano.
En cuanto a las recomendaciones, también resalta que las obras recomendadas fueran fundamentalmente novelas o ensayos históricos, sociológicos, económicos o legales, muy pocas menciones a trabajos científicos y menos aún a trabajos técnicos. ¿Podemos entender nuestra realidad sin estas actividades humanas? Se recomendó a autores mexicanos, en su mayoría escritores o periodistas; pero a ningún científico o ingeniero. ¿Acaso los científicos e ingenieros no escriben libros dignos de ser leídos?
Quizás en la ausencia de lecturas científicas o tecnológicas esté la explicación de las caricaturas que presentan a los científicos como locos que quieren apoderarse del mundo, nada más falso e irreal.
Para remediar esto los científicos morelenses escriben cada lunes desde hace más de cuatro años en La Unión de Morelos; pero ¿quiénes los leen? Se intenta dar a conocer y discutir, desde una perspectiva científica, aspectos que son relevantes para entender nuestra realidad.
Las acciones que cambiarán nuestra actual situación de desesperanza empiezan por el conocer nuestro entorno, empecemos a leer, empecemos a informarnos, empecemos a generar nuestro propio conocimiento basado en ciencia y en el saber tradicional de la gente.
Recomienda un libro (escríbelos en comentarios) y lee otro que te recomienden. Empezar por algo que podamos hacer es apremiante.
Una versión resumida de este texto fue publicada el día 31 de Agosto
Hola Doc, definitivamente la situación se torna muy difícil en nuestro país. Hace poco llegó una amiga de Europa y regresó sorprendida de que las palabras claves en las preguntas de sus amigos de la Universidad de Birmingham hayan sido: narcotráfico, EZLN, Oaxaca y Acapulco (turismo). Recomiendo leer: Primavera silenciosa de Rachel Carson. En mi caso una de mis metas es leer las obras de Isaac Asimov. Reciba un cordial saludo y quedo en espera de alguna recomendación.
ResponderEliminarRecomiendo un escrito de Freud de 1915: "Consideraciones de actualidad sobre la guerra y la muerte".
ResponderEliminar¡Interesante como siempre! Justo hoy escuché la siguiente frase: "La clase educada está muy poco comprometida con cambios en la sociedad, la mayoría restante está muy poco preparada para siquiera exigir sus derechos".
ResponderEliminarEs triste que las librerías cierren y que en las que aún sobreviven el mas vendido sea el Quiobole de Jordi Rosado; El Extra se vende en cada esquina.
No me atrevo a sugerir ninguna lectura... quizá les recomiendo a los jóvenes que relean su libro de español de tercero de primaria.
Saludos!
Me parecen muy interesantes y ciertos tus comentarios. Realmente es muy bajo el porcentaje de personas que disfrutan la lectura, lo cual ha ocasionado una gran ignorancia, pérdida de valores y falta de interés para ayudar a sacar adelante nuestro país.
ResponderEliminarEn lo particular recomiendo el libro más reciente que he leído "La Rueda de la Vida" de Elizabeth Kübler-Ross que nos muestra como podemos controlar nuestras emociones ante las pérdidas.