Déjenme hacer un recuento para contextualizar este esfuerzo. Con el objetivo de promover actividades integrales la Coordinación de la Investigación Científica de la UNAM ha creado el programa “Encuentros de Ciencias, Artes y Humanidades”. En el 2013 en Morelos tuvimos la fortuna de celebrar el 69 Encuentro de Artes Ciencias y Humanidades. En este encuentro tuvimos actividades culturales (científicas, artísticas y de discusión) en todo el Campus de la UNAM en Morelos y en algunas de las instalaciones de la UAEM en Chamilpa. Este programa de la UNAM generosamente articula acciones para llevar a los jóvenes y niños actividades integradoras. Como una muestra basta decir que en el encuentro 70 asistió Beakman a Universum (el museo de ciencias de la UNAM) asistiendo miles de personas y de esta forma llamó la atención de los medios nacionales.
Con el objetivo claro de ofertar actividades artísticas, científicas y de cultura en general, la semana pasada se celebró el 75 Encuentro en la parte sureña de la zona metropolitana de la Cd. de Cuernavaca. Así con un afán universitario de compartir se desarrollaron actividades de música, debate, teatro, danza, exposiciones y pláticas en Instituto de Energías Renovables de la UNAM, establecido en Temixco, en las instalaciones de la Universidad Tecnológica Emiliano Zapata, en el municipio del mismo nombre y en la Universidad Politécnica del Estado de Morelos, en Juitepec. Todas estas instituciones públicas dedicadas a la formación de jóvenes con un sesgo científico tecnológico coincidieron en realizar un esfuerzo por brindar otras actividades a los jóvenes. En mi opinión, es muy importante para nuestra sociedad morelense que los jóvenes interioricen la riqueza de la humanidad disfrutando desde conferencias científicas, hasta exposiciones de fotografía o muestras de esculturas. Otro punto importante fue que en este encuentro se contó con la participación de la escuela de artes plásticas de la UNAM ubicada en Taxco, otra entidad académica en un entorno complicado que tiene como meta otorgar opciones a la juventud mexicana.
Es importante mencionar que cuando propuse la celebración de este encuentro todas las partes involucradas aceptaron de inmediato, no dudaron. Las cabezas de la Coordinación de Investigación Científica de la UNAM, la UPEMOR, la UTEZ y la Secretaría de Innovación Ciencia y Tecnología del Estado de Morelos, sin vacilar decidieron apoyar a este evento. Todas ellas convencidas de la necesidad de llevar aspectos culturales y de reflexión a los jóvenes en la zona sur de la zona metropolitana de Cuernavaca.
Con este encuentro quedó patente el compromiso de las universidades por difundir la cultura, es más, se mostró que podemos trabajar en conjunto por restablecer el tejido social y con ello contribuir en el ámbito social a construir el paradigma de la sustentabilidad en nuestro entorno inmediato. Ahora resta mostrar que podemos establecer colaboraciones de largo aliento y generar conocimiento que impacte en nuestro entorno.
Estoy seguro que el Campus Morelos de la UNAM retomará pronto su compromiso de extensión de la cultura y, aunque somos fundamentalmente un campus de investigación científica, organizaremos un nuevo Encuentro para los jóvenes morelenses mostrando un espíritu universal e integrador.
Desde mi punto de vista, es muy importante que los que asistimos a estas actividades agradezcamos a los responsables de estas instituciones, pero muy especialmente a las personas que con su trabajo sigiloso y eficiente hicieron posible el éxito de este 75 Encuentro, así agradecemos a Guadalupe Reza, Adriana Reynoso, Daniela Juárez, Angel Mayren, Octavio Moctezuma, Alejandra Llorente, Jesús Aceves, Gabriela Hernández y muchos otros cuyos nombres no cabrían en el espacio que disponemos. La lista que aquí debería haber me recuerda la lista interminable de santos y santas del Evangelio Según Jesucristo de José Saramago. De hecho estas personas que no mencionamos, los mismo que se ha hecho con los nombres de quienes construyeron las pirámides de Xochicalco o las del Tepozteco; todos ellos son los verdaderos artífices de las construcciones que admiramos, de las obras de teatro que gozamos, de la música que nos alaga, de estos Encuentros de Ciencias, Artes y Humanidades que nos acercan más a la esencia misma de nuestra especie. Considero que todos nosotros podemos contribuir cotidianamente con nuestro esfuerzo y corresponsabilidad a construir una sociedad con bienestar social.
Debemos recordar que las personas requieren reconocimiento y más en la etapa de la juventud. Promovamos tres acciones concretas: brindemos opciones a nuestros jóvenes, apostemos a las soluciones de largo plazo y reconozcamos el trabajo de las personas en nuestro entorno. Con acciones espero contribuir, ya que, seguro estoy, los jóvenes están trabajando.
Una versión previa de este artículo fue publicado el día 8 de Octubre en el periódico la Unión de Morelos
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