miércoles, 3 de abril de 2019

La transición energética está en nuestras manos

La noticias sobre el futuro energético de nuestro país de la última semana son contradictorias o lo aparentan. Primero, el Coordinador de Energías Renovables de la SENER propuso, durante los foros organizados por la SENER en Campeche, Tabasco y Tamaulipas para definir el Plan Nacional de Desarrollo, que el gobierno mexicano elevaría el compromiso de 35% a 40% en el uso de las fuentes renovables de energía para fin del sexenio (2024). Por supuesto, que esta noticia va en la dirección hacia propiciar la sustentabilidad y el bienestar social en nuestro país y considera que la generación de electricidad por fuentes renovables es más barata que la generación por combustibles fósiles. Sin embargo, no se mencionan las estrategias para lograr este objetivo. Por supuesto, que hay una amplia y diversa comunidad de empresas, organizaciones civiles y académicos que estamos listos para colaborar y conseguir estos objetivos. Segundo, la semana pasada se anuncia que la CFE comprará del orden de un millón de toneladas de carbón para producir electricidad. Unos días después de esta noticia la CFE anuncia que, a pesar de estas compras, no está optando por la carbonización de la energía del país; pero comenta que está “diversificando” la matriz energética con el uso de carbón y gas natural. Desde mi punto de vista, por supuesto que no se está diversificando, claramente se está optando por combustibles fósiles que emiten gases de efecto invernadero y cambian la composición de la atmósfera y son causantes del cambio climático antropogénico que estamos sufriendo. Todas las termoeléctricas (alimentadas con carbón, combustóleo o gas natural) emiten gases de efecto invernadero; si bien es cierto que las termoeléctricas de ciclo combinado son más eficientes, también emiten CO2. En cambio las fuentes renovables de energía no lo hacen. Las plantas termosolares, las centrales fotovoltaicas, los aerogeneradores, o las geotérmicas son instalaciones generadoras de electricidad que en su operación no emiten los gases que cambian la composición de la atmósfera. Por otro lado, los biocombustibles producidos con desechos orgánicos (biogás, bioetanol, biodiesel) son energéticos con emisiones neutras, es decir, emiten lo que la naturaleza puede reincorporar a la masa vegetal y durante los ciclos biológicos no cambian la composición de gases en la atmósfera. Así la solar, eólica, o biocombustibles son renovables.
Por estas razones, me parece contradictorio lo que se anuncia en dos entidades encargadas de aspectos energéticos en nuestro país, CFEy SENER. Estoy de acuerdo, y como ya lo mencioné, estoy listo para colaborar en las acciones para hacer que la matriz energética en el país sea compuesta principalmente por fuentes renovables. Por supuesto que el reto no es menor; pero en el camino de lograrlo se obtendrán beneficios adicionales que causarán efectos sinérgicos y promoverán el bienestar social.
Desde mi perspectiva, los desarrollos tecnológicos actuales, en cuanto a las fuentes renovables de energías, están contribuyendo a la democratización de la energía al posibilitar que las personas podamos generar la energía que necesitamos en los sitios donde se requiere. En forma análoga a como los celulares democratizaron la comunicación y la información en las personas; ahora la posibilidad de generar energía en casa abre las opciones a que las personas generemos la energía que necesitamos para realizar nuestras actividades cotidianas y con ella fabriquemos o generemos productos y servicios de alto valor de intercambio.
En este tenor, el Dr. Constantino Macías García, del Instituto de Ecología de la UNAM, me hizo notar, esta semana, una de las acciones que se está implantando en Alemania por las personas pequeñas en sus escuelas, al ser parte activa en el manejo de la energía que se usa. Si leyeron bien, las niñas y los niños alemanes están involucrándose para conseguir la transformación energética en sus escuelas; se encargan de monitorizar el uso de la calefacción y de la electricidad y con ello toman conciencia del uso adecuado de la energía. Así la Alemania está formando a su población para el futuro. Lo mismo podríamos hacer en México. Las posibilidades reales que tenemos para monitorizar el uso de la energía son una fuente de información y conocimiento que debemos utilizar para conformar la conciencia hacia la sustentabilidad desde la infancia. Además la versatilidad en la generación de energía, que tenemos hoy en día, asegura que algún tipo de fuente renovable de energía es más barata que los combustibles fósiles en cada región de nuestro país; aunque pueden parecer caras en este momento, en el largo plazo son baratas y, además, las personas pequeñas precisamente son las que vivirán en ese largo plazo. Al permitir que la población infantil tome acciones con conocimiento sobre las ventajas y desventajas del uso de las diferentes fuentes de energía la estamos informando y entrenando para que en el futuro ella decida sobre las fuentes de energía. Hoy en día, en nuestro país solamente escuchamos que se desea tener combustibles baratos sin importar los costos intrínsecos no contabilizados al cambiar la composición de la atmósfera; me parece que la situación sería diferente si promoviéramos que este tipo de programas, donde las personas pequeñas aprenden, se implanten en nuestras escuelas de educación elemental y media.
Con esto quiero enfatizar que, dada la tecnología en fuentes renovables, hoy podemos ejercer el derecho a generar la energía (mediante fuentes renovables) que necesitamos para las diferentes actividades, sean productivas, sociales o de esparcimiento. Esta posibilidad verdaderamente abre opciones para democratizar la energía, al permitir el acceso a la energía renovable por todas las personas. Por supuesto, al principio se requiere de un apoyo finito para que los más necesitados tengan esa opción. Cuando digo que un apoyo finito, implica que con estos apoyos iniciales en un plazo de unos diez años los sistemas de generación distribuida ya habrán pagado su costo, a los precios actuales, y empezarán a dar beneficios a toda la sociedad.
Termino comentando que la transición energética no requiere de apoyos infinitos por parte del sector gubernamental (como parece ser que lo requieren los combustibles fósiles) y que la democratización de la energía es una transición que está a nuestro alcance y en nuestras posibilidades de acción. Tomemos el ejemplo de la niñez alemana y hagamos esto en nuestra casa, escuela, oficina, empresa, etc. actuemos, no esperemos, para darnos la oportunidad de caminar hacia la sustentabilidad.

Una versión previa de este artículo fue publicada el día 3 de Abril en el periódico La Unión de Morelos.

2 comentarios:

  1. Muy buen artículo Toño, me gustó mucho lo que propones de los niños, porque es una forma de que cambien los papás.

    ResponderEliminar
  2. Hace mas de 5 años se publicó los ODS, objetivos de desarrollo sustentable son 17, el 7 se refiere a la energia, es la agenda 2030 de la ONU. ¿Como es que hasta ahora se enteran?
    Aqui la información
    Agenda 2030
    “Una agenda universal, transformativa e integrada que anuncia un hito histórico para nuestro mundo”. Ban Ki-moon, Secretario General de las Naciones Unidas (2006-2016)

    El 25 de septiembre de 2015 más de 150 líderes mundiales asistieron a la Cumbre de las Naciones Unidas sobre el Desarrollo Sostenible en Nueva York con el fin de aprobar la Agenda para el Desarrollo Sostenible. El documento final, titulado “Transformar Nuestro Mundo: la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible”, fue adoptado por los 193 Estados Miembros de las Naciones Unidas. Dicho documento incluye los 17 Objetivos del Desarrollo Sostenible cuyo objetivo poner fin a la pobreza, luchar contra la desigualdad y la injusticia, y hacer frente al cambio climático sin que nadie quede rezagado para el 2030.

    Este nuevo marco de desarrollo da una oportunidad para el Sistema de las Naciones Unidas, a nivel mundial y en México, de focalizar nuestra cooperación y programación, de seguir abogando y promoviendo el tema de inclusión y equidad en un marco de derechos, de construir más ciudadanía para las y los mexicanos en este país.

    Más información en: Objetivos de Desarrollo Sostenible.

    ResponderEliminar

Tu comentario se publicará a la brevedad.