miércoles, 18 de enero de 2023

Abuelas y abuelos, los cambios en el futuro cercano.

Desde mi niñez el país con mayor población ha sido China y, durante todos años, no había dejado de crecer. Sin embargo, la noticia de que hoy ha decrecido en más de 800,000 personas en un año es un evento que merece reflexión. Primero debemos recordar que desde la década de 1980, la política poblacional demandaba que cada familia solamente tuviera un hijo o una hija. En 2016 la política cambió a dos y, muy recientemente, en 2021 a tres; no obstante, estos cambios la población ha disminuido. En la mayoría de las poblaciones existe la llamada pirámide poblacional donde hay más individuos con edades menores que con edades mayores. Esta situación se observa en la mayoría de los mamíferos y esperaríamos que esta distribución sea la misma para la población humana. Quizá debemos preguntarnos por qué cambió la política en China, qué ventajas tiene que no decrezca la población o qué ventajas tiene el que crezca. Por supuesto, hay otras preguntas, como ¿cuál sería una distribución adecuada de edades para promover el bienestar de la población en general? En México, de acuerdo con INEGI, la población sigue creciendo, y todavía se incrementará sustancialmente en los próximos años. Sin embargo, la pirámide poblacional está dejando de serlo y ya observamos una disminución de la población entre 0 y 4 años con respecto a la de entre 5 y 9 y de esta última con respecto a la de entre 10 y 14 años. Es decir, hoy, hay menor población infantil con menos de 10 años que entre los 10 y 20. La pirámide empieza a no serlo y tener una base de menor tamaño que algunas partes medias, digamos empieza a ser una especie de rombo. Adicionalmente observamos que el índice de envejecimiento de la población ha subido de 38 en 2015 a 47.7 personas mayores por cada cien infantes y jóvenes en 2020, casi un 5 % más. De continuar esta tendencia, en algunos años la población mexicana también decrecerá y antes de eso habrá una proporción mayor de personas adultas de edad que la que hay hoy en día. Algunos datos adicionales, en México la edad promedio de personas con nietos o nietas es de casi 60 años. Para el año 2050 se espera que más del 25 % de la población tenga nietos o nietas. 

Imagen creada por inteligencia artificial en https://labs.openai.com/con la frase "grandparents and grandchildren playing in a garden futuristic style"

De ser así, ¿podemos prepararnos para esta situación?, ¿podemos aprovechar esta dinámica para tener una población con mayores beneficios?, ¿qué debemos hacer?, son algunas de las preguntas que podemos hacernos.
En octubre del año pasado escribí sobre cómo podríamos incluir más a las personas de edad en actividades juveniles como la de escuchar pódcast. Insisto es muy importante empezar a incorporar cada vez más a las personas de edad en las actividades de otros sectores de la población. Aunque el papel que han desempeñado las abuelas en labores de cuidado de la población infantil ha sido sustancial. Como muestra unos dato, las mujeres que tienen apoyo de sus madres en el cuidado de sus hijos e hijas obtienen mayores ingresos, tanto que pueden perder más de la mitad de su salario cuando su madre muere. El 40 % de las abuelas en México ayuda en el cuidado maternal. Estos datos muestran una claro sesgo de género. Las labores de cuidado de las personitas puede ser realizada por los abuelos también y, con ello, empezar a equilibrar la carga del cuidado hacia la población que han llevado las mujeres por generaciones. Por supuesto, para ello se requiere empezar con los cambios en los actuales roles de género y construir masculinidades que promuevan el desarrollo de todas las personas.
La cultura mexicana es proclive a promover las labores de cuidado por parte de la abuelas, la tradición las fomenta, pero, los varones podemos involucrarnos en esas actividades y colaborar en modificar estos roles de género para promover desde la infancia la igualdad. Estas labores implican cambios tanto en la estructura familiar como en las condiciones de vida de las personas de edad y sus entornos que deben considerar su capacidades.
Las actuales condiciones, donde las familias migran lejos de sus familias originales no permite conjuntar los cuidados de los nietos y las nietas por parte de las abuelas y los abuelos. Este es otro de los retos de la sociedad en su conjunto para conseguir bienestar en todos los segmentos poblacionales. La vida en compañía de jóvenes es reconfortante y motivante para las personas de edad. Mientras que para la juventud las relaciones con sus mayores preserva la cultura, tradiciones y les permite vislumbrar su propia adultez. 
Desde mi perspectiva, es importante empezar a reflexionar sobre los aspectos culturales o sociales de involucrar a las personas de edad de una manera constructiva en el desarrollo de nuestras sociedades. Para mí, la desvinculación de las generaciones que hoy observamos es producto de perseguir opciones individualistas y de consumo sin enfocarnos en un bienestar social.

Una versión previa de este artículo fue publicado el día 18 de Enero en el periódico la Unión de Morelos.

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