miércoles, 7 de enero de 2015

El México hasta ayer

Esta semana comienza el año 2015 y en nuestro país enfrentamos una severa crisis económica, social, ambiental e institucional, es tiempo de reflexión. Aunque algunos indicadores globales sugieren una economía estable, parte de la estabilidad reside en un exiguo crecimiento económico cuya desigual distribución cada día se incrementa y lacera. La corrupción galopante en todos los niveles sociales y en muchos aspectos de la vida cotidiana son otra muestra de esta crisis social. La explotación a mansalva de los recursos naturales así como la desforestación y las explotaciones de minerales que arrojan residuos peligrosos sin control o confinamiento asegurado, también son parte de la problemática. Estos tres aspectos nos condicionan severamente el llamado desarrollo sustentable. Todavía más grave es la crisis institucional del sistema nuestro político que conduce a una profunda desconfianza de todos hacia los diferentes niveles de gobierno. Aquí debo comentar que si bien el ámbito institucional ha sido mencionado, existe un forma diferente para designar a este ámbito como el ámbito del “buen gobierno”. Quizá podamos entenderlo mejor de esta manera.
Estas breves líneas solamente contienen lo que todos mencionamos en las charlas cotidianas. Entendemos por desarrollo sustentable aquel que contempla y resuelve los conflictos entre los ámbitos económicos, sociales, ambientales e institucionales; por estas razones en nuestro país, nos encontramos ante uno reto mayúsculo. Todos los ámbitos del paradigma de la sustentabilidad están en situaciones lo menos favorables para alcanzar este paradigma.
En estas líneas muchos científicos hemos opinado sobre estos temas e indicado la problemática que observamos y proponiendo algunas soluciones. Ya en estos textos se han mencionado lo ilustrativo de los libros de Jared Diamond al abordar este tipo de problemáticas desde una perspectiva histórica moderna donde contempla no solamente los aspectos históricos, sino que incluye en la discusión tópicos biológicos, genéticos y, en general, ambientales. Muy recomendables son sus libros “Armas, gérmenes y acero” y “Colapso”. El día de hoy sugiero leer su último libro: “El mundo hasta ayer”. En este nuevo texto, Diamond, aborda diferentes problemas actuales y analiza las formas en las que se se han resuelto tanto a lo largo de la historia como en las sociedades actuales. Sin embargo, uno de los aspectos más interesantes de su enfoque radica en que describe diversas formas de solución en sociedades actuales pero “tradicionales”. Aquí debemos hacer una pausa y ampliar el concepto que Diamond señala con la palabra “tradicional”. Primero no se refiere a sociedades conservadoras, ni retrógradas; sino a comunidades que han mantenido ese estilo de vida por varias centenas de años. Ejemplos de estas sociedades son los !Kung del desierto africano del Kalahari, los Dani de Nueva Guinea, los Iñupiat de Alaska, los Pigmeos en África o los Yanomani de Sudamérica, aunque comenta otras más. Con la descripción de las formas de resolver conflictos en estas sociedades tradicionales que han perdurado por siglos, y en algunos casos por milenios, pretende ilustrar que hay soluciones diversas a la misma problemática y que múltiples reflexiones son necesarias para poder encontrar realmente soluciones acordes con el entorno específico. En particular, la pregunta fundamental del libro es: “¿qué podemos aprender de las sociedades tradicionales?” y la verdad es que amplía la visión que podamos tener de muchísimos de los problemas actuales.
En la actualidad los problemas de tenencia de la tierra y la explotación de los recursos naturales disponibles en ella es uno de los temas a tratar. En el libro “El mundo hasta ayer” se discute empezando al analizar los conceptos de amigo, enemigo, desconocido y comerciante para posteriormente definir fronteras y territorios excluyentes y detallar los esquemas de la economía de mercado tanto en nuestra particular forma de vida como en las de las sociedades tradicionales. Hoy en México se dice que hay regiones en guerra, en la segunda parte comenta los problemas de la paz y de la guerra analizando la problemática desde las posibles causas de los conflictos armados hasta la solución a través de las diferentes justicias. Entre otros aspectos menciona las diversas formas de tratar a los jóvenes y a los ancianos para concluir con las instituciones. Para abordar a las instituciones, toca un delicado tema: la religión y otro muy importante la salud.
Recomiendo la lectura de este libro para aquellos que consideren que las soluciones a los problemas que tenemos tienen que ser profundas y de raíz al mismo tiempo que paulatinas y con la suficiente información para que todos estemos informados de los cambios y apoyemos a conseguirlos.
Los “mayores” veremos en el libro confirmación de muchas ideas que hemos aprendido al mismo tiempo que encontraremos soluciones inimaginables para la forma en que hemos sido entrenados. Los jóvenes encontrarán ideas dignas de ser exploradas para conseguir que el México "conflictuado" que tenemos sea el México hasta ayer.

Este artículo fue publicado el día 7 de Enero en el periódico la Unión de Morelos

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