Después del torbellino de mensajes cortos (spots) y de información, tanto manipulada como desinteresada, que nos abrumó por los últimos 6 meses, las elecciones nacionales parecen dar un resultado que a todas luces está conduciendo a la decepción de la mayoría de los mexicanos. Claramente el resultado preliminar de las elecciones presidenciales deja contento a menos del 40% de los electores que votaron. Tengo que aclarar que estoy escribiendo estas líneas antes de que el resultado sea válido. No creo que el error en el conteo pueda ser mayor al que hubo en las elecciones pasadas y entonces no alcanza a cambiar los resultados preliminares. Si cambiara el resultado y el que ahora es segundo fuera el primero también más del 60% de la población no estaría contenta. Esta situación es una realidad, es decir, tenemos un país dividido y es necesario generar los acuerdos a largo plazo que nos ofrezcan una visión de país, es obvio que no la tenemos. Abro un paréntesis para comentar que en Morelos ganó la invitación a la construcción de una nueva visión con la participación ciudadana. Invitación que fue aceptada por un grupo importante de ciudadanos morelenses.
Tengo que decir que vivimos en un país donde la falta de educación es un hecho, padecido por una gran mayoría, los hombres y mujeres, adultos y jóvenes son presa fácil de mentiras. Por ejemplo, en Morelos el día de la elección salió publicado una apócrifa portada de un periódico local anunciando que Graco Ramírez renunciaba a su candidatura. Este tipo de actitudes ilegales de publicación de información falsa, de compra de votos, el ocultar hechos, la mentira en general que todavía encontramos en muchos lugares del país (basta ver el lacerante video con falsas promesas a los más necesitados que se presenta abajo) son acciones que realmente decepcionan, desilusionan y lastiman profundamente a la sociedad y, por supuesto, no permiten la construcción de un ideal de bienestar común.
Estos vicios que van de la mano con la ignorancia y el hambre solamente resuelven en el corto o cortísimo plazo algún problema de los que los comenten o propician; pero condenan a la mayoría de la población a vivir sin bienestar. Estos hechos son algunas de las limitaciones de la democracia representativa a la que aspira la actual situación, que en mi opinión no podrá resolver la problemática nacional ni la local. El que no podamos definir un acuerdo de largo plazo, una visión de nuestro futuro, se relaciona con la tradición no democrática que padecemos y la anulación de todos los esfuerzos por fomentar la participación informada. Desde mi punto de vista el camino para resolver este problema ya fue señalado, la participación ciudadana informada es la opción para corregir de entrada esas limitaciones. La irrupción del movimiento #yosoy132 introdujo frescura, opciones y esperanzas en el ámbito político nacional y lo que redundó en cambios en algunas regiones. Por ejemplo, para vigilar estas elecciones se crearon movimientos ciudadanos, algunos desde las instituciones de educación superior, que condujeron acciones para denunciar las irregularidades (http://www.contamos.org.mx/ y http://fotoxcasilla.mx/ ). Esto aunado al periodismo tuitero y participación en las redes sociales de muchos ciudadanos generó acciones que permiten ahora evidenciar errores o delitos donde se cometieron. Estas acciones deben ser vistas como un éxito de la ciudadanía. La importancia que tiene el que hayamos podido organizarnos para cuidar el voto, que nos hayamos podido comunicar en forma alterna a los monopolios de la información es un verdadero logro. Uno de los principales problemas que nos aquejan es el control y manipulación de la información desde los monopolios de la televisión y la prensa; pero existen opciones reales, las multicitadas redes sociales, la Internet a través de sus formas escritas o de multimedia (periódicos, radio y tv por Internet) y la prensa local. Estos periódicos que parecen secundarios en el ambiente nacional son los principales recursos de las comunidades, pueblos, ciudades, estados para poder informarse y poder decidir informadamente. Cada día es más importante el papel que pueden jugar estos medios para la participación ciudadana. El compromiso social de los periodistas de estos medios debe motivar la información y la participación ciudadana en la definición de las soluciones a la problemática que nos aqueja. Los dueños de los periódicos locales tienen la opción de elegir la miniimitación del control y la manipulación de la información que hacen los medios nacionales o convertirse en promotores de la toma de decisiones con base en el conocimiento. La primera opción es un negocio rápido, pero la segunda es una selección con generosidad, visión de largo plazo y de compromiso con sus lectores al mismo tiempo que establecerá un negocio para varias generaciones. Quiero recordar la respuesta que dio el Premio Nacional de Periodismo Miguel Angel Granados Chapas ante la pregunta: ¿en el mundo moderno hipercomunicado, cuál es el papel de los periódicos locales? Su respuesta fue: "La de informar de los grandes problemas que afectan a las localidades, pero que parecen irrelevantes para lo global." La importancia de la participación ciudadana puede ser potenciada desde los periódicos locales, en el sentido de actuar local pensando en lo global. Con una visión optimista en estas elecciones hemos aprendido que la participación ciudadana puede competir contra los intentos de manipulación, quizá en este primer intento no se tuvo un éxito total, pero considero vamos en el camino correcto hacia crear un entorno informado y participativo. Al menos en Morelos estamos trabajando para ello.
Una versión resumida de este artículo fue publicada el día 4 de Julio en la UNIÓN de Morelos
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