El sector científico mexicano está demandando una participación mayor en la solución de los problemas que nos aquejan. La Academia Mexicana de Ciencias y el Foro Consultivo de Ciencia y Tecnología propusieron acciones concretas para colocar al conocimiento científico como herramienta para tomar decisiones y la creación de la Secretaría de Ciencia y Tecnología. El sector científico y tecnológico de Morelos propuso la creación de esta secretaría a nivel estatal y Graco Ramírez asumió la idea y la materializó al crear a la Secretaría de Innovación Ciencia y Tecnología (SICyT) que conduce Brenda Valderrama. Ahora nos toca al sector científico tecnológico colaborar para que podemos, todos juntos, implantar acciones que nos conduzcan a un desarrollo sustentable.
Dado que la SICyT convocó a una consulta ciudadana me permito retomar algunas de las ideas que han circulado en el ámbito científico.
En el ámbito de la Apropiación de la Ciencia y la Tecnología algunas acciones podrían ser: Impulsar actividades relacionadas con las ciencias en el horario extendido en las escuelas, las olimpiadas de ciencias y apoyo a niños y jóvenes con habilidades sobresalientes en ciencias. Fomentar el uso de la red NIBA para actividades de divulgación científica y comunicación de la ciencia. Conformar comités de evaluación técnica de proyectos de desarrollo gubernamentales. Crear el Centro Morelense de Comunicación de la Ciencia donde se realice investigación en comunicación de la ciencia. Las líneas de investigación pueden ser: modelos de comunicación, procesos cognitivos y estudios de públicos. Además que ofrezca estudios de posgrado y cursos de preparación para periodismo y divulgación de la ciencia. Que tenga la infraestructura necesaria para hacer productos de divulgación de la ciencia de calidad, como cápsulas de radio, videos y noticias científicas. Un punto muy importante es propiciar el desarrollo de la ciencia ciudadana que consiste en que voluntarios participen en proyectos de investigación. La ciencia ciudadana es una herramienta poderosa para obtener datos sobre la biodiversidad y el cuidado del medio ambiente entre otros muchos beneficios. Los voluntarios se unen a grupos de científicos y entre todos desarrollan proyecto de investigación que conducen a la comprensión del quehacer científico y resuelve problemas locales. Es una actividad que se puede promover para que la ciudadanía participe en la generación de conocimiento. Usar las becas salario de los estudiantes para divulgar el conocimiento científico tanto en los becarios y como para que los becarios mismos las difundan en sus comunidades. Fortalecer la Red Estatal de Comunicación Pública de la Ciencia. Crear, con el auspicio del Estado, una alianza entre investigadores, divulgadores, educadores y periodistas para organizar campañas, ferias, concursos, conferencias y todo tipo de actividades de divulgación de la ciencia en todo el estado de Morelos. Propiciar que los actuales parques de Morelos se conviertan lugares con equipos interactivos de divulgación de la ciencia que funcionen al aire libre. Contar con una red de parques científicos gratuitos propicia la democratización de la ciencia. Esto permite que las familias se apropien de la ciencia, de los parques y espacios públicos.
En cuanto al Fomento a la Generación de Conocimiento se ha propuesto el establecimiento de un fideicomiso para el desarrollo de proyectos multianuales en este sector. Un aspecto que pudiera impulsar todavía un mayor desarrollo del sector científico con una orientación local sería fomentar la colaboración entre investigadores nacionales (SNI) e investigadores estatales (SEI) jóvenes; al establecer un programa donde se financie proyectos de investigación liderados por niveles III del SNI en colaboración con un miembro jóvenes del SEI. Este financiamiento tendrá objetivos de atraer a los más altos niveles a problemas cercanos al entorno morelense y formar nuevos cuadros con los miembros del SEI que aborden problemas locales con metodologías de punta. Aunque ya fue anunciado por Brenda Valderrama, reiteramos que es necesario incrementar el presupuesto para proyectos financiados en conjunto con el CONACyT (FOMIX) y fortalecer el Sistema Estatal de Investigadores a través de un estímulo económico otorgado por al menos dos años.
Aunque ya hemos mencionado aspectos en el rubro de Fomento a la Innovación y Desarrollo Tecnológico es importante reiterar que Morelos no es productor de energía y para sostener su desarrollo es necesario impulsar el uso de fuente renovables de energía, comenzando con la instalación de sistemas fotovoltaicos en las oficinas de gobierno. Retomar el papel del Centro Morelense de Innovación y Transferencia Tecnológica como ente promotor de empresas de base tecnológicas y formación de científicos emprendedores. Promover a las oficinas de transferencia tecnológica tanto públicas como privadas. Un aspecto totalmente necesario y muy poco señalado es fomentar la innovación dentro del propio gobierno.
Estos son solamente algunos puntos que se han vertido en la comunidad científica, invito a todas las personas a participar en la definición e implementación de acciones que promuevan la cultura científica para que las decisiones se basen en el conocimiento.
Este es un artículo ampliado del que fue publicado el día 12 de Diciembre
En esta bitácora hay escritos que versan sobre ciencia, innovación, opinión política y divertimentos que quiero compartir
miércoles, 12 de diciembre de 2012
Para la consulta ciudadana sobre ciencia, tecnología e innovación
miércoles, 5 de diciembre de 2012
Educación universitaria ¿para todos?
La reflexión obligada de estos días se refiere al discurso de Enrique Peña Nieto del pasado 1 de Diciembre; no cabe duda que fue preparado por personas que conocen la problemática del país. En este discurso se considera a la educación como uno de los aspectos importantes para resolver el problema de la seguridad y como elemento esencial para la prevención del delito. También se identifica a la deficiente educación (basta mencionar que sacamos 1 de 6 en la prueba Pisa) como uno de los problemas que nos aqueja y que debe atacarse inmediatamente. Sin embargo, no se apuntó a soluciones concretas; tampoco debemos ser ingenuos y pensar que las acciones que se tomarán serán necesariamente las adecuadas. En mi opinión, debemos estar atentos ante cualquier indicio de acción que aleje a la educación como una herramienta para tomar decisiones con base en el conocimiento. Entonces debemos insistir ya desde ahora en una educación crítica, universal, gratuita, científica e inclusiva.
Por lo anterior, considero conveniente retomar lo que escribí hace algunas semanas sobre la educación superior en el desarrollo sustentable y, que recibió un comentario, para abundar en la discusión del punto. El argumento que se establece en el comentario refleja, de alguna forma, la opinión de un sector de la población. Para no sacar de contexto este comentario lo reproduzco completamente: “Creo que quizá estamos poniendo el dinero en el lugar equivocado. Generar científicos en un país que no los demanda parece un contra sentido. Había una gran tendencia mundial a dar educación universitaria a todos los jóvenes. Pero esto no tiene sentido en mercados laborales que no pueden absorberlos. Por otra parte, ¿dónde está la educación técnica de calidad? ¿Quién te enseña a ser un plomero profesional, un zapatero, sastre o cualquier otro oficio? No necesitas cursar una ingeniería para ello y quizá sería más sencillo emprender un negocio de esa forma y generar riqueza aumentando el poder de consumo de las personas y la riqueza en la sociedad. ¿Te parece rara la anécdota de llevar a reparar tu auto/televisión/microondas/laptop y terminar el artículo peor de como estaba y teniendo que comprar uno nuevo? O quizá comprar el artículo nuevo directamente sin molestarse en reparar el anterior. En una sociedad sustentable, se debería intentar primero reparar las cosas antes de reemplazarlas. Y para ello son necesarios técnicos profesionales de calidad.”
La premisa de invitar a reflexionar sobre la pertinencia de formar científicos en un país donde un sector empresarial no lo demanda me parece digna de contestarse en forma positiva. Para mí es claro que todavía no podemos describir muchísimos fenómenos en nuestro entorno, desde las diversas interacciones de las partes en los ecosistemas de nuestro país, hasta la forma en que podremos resolver la demanda energética que necesitamos para satisfacer las necesidades de nuestra población, entre otros muchos fenómenos naturales y sociales. La educación de todas las personas en una sociedad redundará en el beneficio de toda la comunidad. En mi opinión los plomeros, ingenieros, zapateros, científicos, sociólogos, maestros, cocineros, en fin todas las personas, merecen recibir educación del más alto nivel para que puedan tomar decisiones con base en el conocimiento. A todos nos conviene que todos los miembros de la sociedad posean herramientas para poder decidir, para poder elegir a sus gobernantes, para poder decidir si la información que se vierte es confiable u obedece a intenciones fraudulentas. Desde mi punto de vista la capacitación técnica no se contrapone a la formación universitaria. Entiendo la formación universitaria como aquella que nos capacita en aspectos universales de la cultura. Hace algunos siglos la expectativa de vida de las personas era de alrededor de 50 años, ahora estamos llegando a los 80 años, por lo tanto no considero desperdicio el que la primera cuarta parte de la vida de las personas se dedique a su formación, en particular a estudios universitarios, con el claro convencimiento de que esa fase de su vida le servirá para tomar decisiones con base en el conocimiento y eso nos afectará a todos.
Termino con un pensamiento de Rolando García sobre la universidad como la "conciencia crítica y política de la sociedad", por lo tanto, todos debemos tener derecho a, con base en nuestro esfuerzo, asistir a la universidad y participar con conciencia en la sociedad del conocimiento.
Este artículo fue publicado en el periódico la Unión el día 5 de Diciembre
Por lo anterior, considero conveniente retomar lo que escribí hace algunas semanas sobre la educación superior en el desarrollo sustentable y, que recibió un comentario, para abundar en la discusión del punto. El argumento que se establece en el comentario refleja, de alguna forma, la opinión de un sector de la población. Para no sacar de contexto este comentario lo reproduzco completamente: “Creo que quizá estamos poniendo el dinero en el lugar equivocado. Generar científicos en un país que no los demanda parece un contra sentido. Había una gran tendencia mundial a dar educación universitaria a todos los jóvenes. Pero esto no tiene sentido en mercados laborales que no pueden absorberlos. Por otra parte, ¿dónde está la educación técnica de calidad? ¿Quién te enseña a ser un plomero profesional, un zapatero, sastre o cualquier otro oficio? No necesitas cursar una ingeniería para ello y quizá sería más sencillo emprender un negocio de esa forma y generar riqueza aumentando el poder de consumo de las personas y la riqueza en la sociedad. ¿Te parece rara la anécdota de llevar a reparar tu auto/televisión/microondas/laptop y terminar el artículo peor de como estaba y teniendo que comprar uno nuevo? O quizá comprar el artículo nuevo directamente sin molestarse en reparar el anterior. En una sociedad sustentable, se debería intentar primero reparar las cosas antes de reemplazarlas. Y para ello son necesarios técnicos profesionales de calidad.”
La premisa de invitar a reflexionar sobre la pertinencia de formar científicos en un país donde un sector empresarial no lo demanda me parece digna de contestarse en forma positiva. Para mí es claro que todavía no podemos describir muchísimos fenómenos en nuestro entorno, desde las diversas interacciones de las partes en los ecosistemas de nuestro país, hasta la forma en que podremos resolver la demanda energética que necesitamos para satisfacer las necesidades de nuestra población, entre otros muchos fenómenos naturales y sociales. La educación de todas las personas en una sociedad redundará en el beneficio de toda la comunidad. En mi opinión los plomeros, ingenieros, zapateros, científicos, sociólogos, maestros, cocineros, en fin todas las personas, merecen recibir educación del más alto nivel para que puedan tomar decisiones con base en el conocimiento. A todos nos conviene que todos los miembros de la sociedad posean herramientas para poder decidir, para poder elegir a sus gobernantes, para poder decidir si la información que se vierte es confiable u obedece a intenciones fraudulentas. Desde mi punto de vista la capacitación técnica no se contrapone a la formación universitaria. Entiendo la formación universitaria como aquella que nos capacita en aspectos universales de la cultura. Hace algunos siglos la expectativa de vida de las personas era de alrededor de 50 años, ahora estamos llegando a los 80 años, por lo tanto no considero desperdicio el que la primera cuarta parte de la vida de las personas se dedique a su formación, en particular a estudios universitarios, con el claro convencimiento de que esa fase de su vida le servirá para tomar decisiones con base en el conocimiento y eso nos afectará a todos.
Termino con un pensamiento de Rolando García sobre la universidad como la "conciencia crítica y política de la sociedad", por lo tanto, todos debemos tener derecho a, con base en nuestro esfuerzo, asistir a la universidad y participar con conciencia en la sociedad del conocimiento.
Este artículo fue publicado en el periódico la Unión el día 5 de Diciembre
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