miércoles, 19 de agosto de 2015

Capacitación para el uso de Energías Renovables


Uno de los efectos que la Reforma Energética trajo al ámbito académico es que instituciones extranjeras han detectado que no contamos con las suficientes personas preparadas para aprovechar nuestro potencial energético. Situación que no debe alegrarnos y estas instituciones han mostrado interés en la formación de estas personas. Recordemos que durante unos 40 años fuimos un país petrolero que vivió de este recurso no renovable y que en la mayoría de este tiempo solamente el Instituto Politécnico Nacional y la Universidad Nacional Autónoma de México tenían la carrera de ingeniería petrolera. La triste definición de PEMEX como empresa seguidora de tecnología (y no creadora) provocó que el país renunciara a lo que pudo ser su principal motor tecnológico. Para mí es claro que, a pesar de que ya casi agotamos nuestros yacimientos de hidrocarburos, la riqueza que se extrajo de estos yacimientos no fue utilizada con sabiduría para disminuir la desigualdad en la distribución de la riqueza. Claramente, en este milenio cuando más caro se vendió el barril de petróleo, la desigualdad en el bienestar de la población aumentó en todo el territorio nacional. En nuestro país el petróleo no ha servido para propiciar un beneficio social y ahora se busca explotar lo que queda a un mayor ritmo con inversión extranjera.
Regreso al tema de que instituciones académicas extranjeras se preocupan por darnos asesoría para poder extraer, lo más rápido posible, lo que resta en los yacimientos de hidrocarburos. Es más empresas extranjeras que poseen tecnología para este fin también están interesadas en invertir para ello. Lamentablemente para ellas, la situación del precio del petróleo, orilló a que la oferta de los yacimientos de hidrocarburos no fuera tan exitosa como se había pronosticado hace dos años. Debo aclarar que en la mayoría de las reuniones con empresas o instituciones educativas con estos fines la constante es hablar de temas de energía. En algunas de estas conversaciones los extranjeros consideran que la energía en México es sinónimo de hidrocarburo, por supuesto he he argumentado en contra de esta afirmación, aclarando que esa no es la situación en el mundo y menos en nuestro país.
México con su privilegiada ubicación geográfica posee un envidiable abanico de fuentes renovables de energía. Tenemos en promedio 5kWh por metro cuadrado de energía diaria que proviene del Sol. Contamos con recurso eólico para grandes aerogeneradores en diversas regiones del país y con un amplio litoral adecuado para instalar aerogeneradores pequeños, en este mismo litoral el aprovechamiento de la energía de mareas, corrientes marinas y oleaje es promisorio. Otras fuentes de energía que están esperando su uso son la geotérmica tanto la hidrotermal como los yacimientos de roca seca caliente. La extracción de energía de los residuos sólidos orgánicos también es un aspecto que podemos integrar en una estrategia de generación distribuida de energía.
Esta situación es totalmente diferente a la que encontramos en los países de origen de las instituciones que nos ofrecen su ayuda: en la Gran Bretaña donde la disponibilidad de la energía solar es realmente limitada, lo mismo sucede con Canadá. Este último país cuenta con recursos hidroeléctrico que puede explotar. Los ingleses están apostando a la eólica tanto en la tierra como en el mar. Un ejemplo de adaptación interesante es Islandia donde el aprovechamiento de la energía geotérmica está ampliamente extendido y la mayoría de la energía que se usa en la isla proviene de ella. Alemania está apostando a diversificar la generación de electricidad y usa la escasa energía solar de que dispone. En el mundo muchas comunidades, ciudades y países están apostando por la promoción de estas fuentes de energía.
Si bien, el recurso petrolero no lo pudimos aprovechar en los aspectos educativos, desde mi punto de vista considero que, con las fuentes renovables de energía no debe pasar lo mismo.
Claramente hoy en día en nuestro país, y en el mundo, se requiere personal técnico, profesional y de investigación en energías renovables. Hoy, en nuestro país, hay más de 30 instituciones que imparten carreras relacionadas con energías renovables. En el Instituto de Energías Renovables se imparte a nivel licenciatura y en los posgrados de Ingeniería, Materiales y Física se abordan temas de investigación relacionados con estos tópicos. Situación similar sucede en diversas instituciones en el país. En particular, Morelos tiene capacidades y disponibilidad para utilizar la energía solar tanto para producir electricidad mediante sistemas fotovoltaicos como para calentamiento de agua con calentadores solares.
Hoy en día, inclusive con los precios de electricidad y combustibles la opción de usar fuentes renovables de energía es económicamente redituable para la sociedad contemplando los costos de capturar las emisiones de bióxido de carbono.
En mi opinión, para tener un país sustentable podemos empezar por buscar un México movido por fuentes renovables de energía, esta es tarea de todos, compartamos este esfuerzo, capacitemos a nuestra gente y no lo dejemos en manos de otros.

Una versión previa de este artículo fue publicado el día 19 de agosto

miércoles, 12 de agosto de 2015

Reflexiones sobre instituciones educativas

En estos días he tenido muchos dilemas y aunque soy optimista el pesimismo me arrastra y tiende a desanimarme. La situación en nuestro país no parece cambiar en lo global. La pobreza aumenta, la injusticia también y la pesada carga de la corrupción parece no dejar que nosotros podamos construir una alternativa viable para nuestra sociedad. Puedo llenar estas páginas con narraciones que en la mayoría de las personas despiertan indignación y reclamo de justicia y equidad. De hecho los medios de comunicación y, más fervientemente, nosotros mismos en la Internet hemos descrito infinidad (ahora esta palabra me parece acotada) de hechos que nunca debieron haber sucedido. A veces prefiero pensar en que hay incapacidad, aunque otras me obligan a concluir que hay premeditación en las actuaciones que provocan corrupción, impunidad, explotación tanto de la tierra como de las personas y por ende una sociedad mexicana plena de pobreza y desigualdad.
La verdad que mi estado de ánimo fluctúa. Esta fluctuación se debe al contacto cotidiano con los jóvenes que me reaniman y provocan que regrese mi optimismo.
La semana pasada conviví por algunos minutos, hubiera querido que fuera más tiempo, con los nuevos estudiantes de la Licenciatura en Ingeniería en Energías Renovables que se imparte en Temixco (Instituto de Energías Renovables de la UNAM) durante la semana de ambientación. La intención de esta semana es presentarles, a estos jóvenes, el Instituto, la forma de trabajar y, aunque nos pesa, la forma de cuidarse. Recibimos 27 jóvenes de licenciatura y otros tantos en nuestro posgrado de Ingeniería en Energía, todos ellos se ganaron su puesto al acreditar sus capacidades y habilidades en los correspondientes exámenes de admisión. Todos ellos son jóvenes que merecen felicitaciones. En mi intervención en estas actividades me divertí con ellos. Vimos como se puede hacer una investigación sobre el concepto de belleza que posee este grupo y lo pudimos comparar cuantitativamente con el concepto de belleza occidental. También fue interesante cómo medimos el comportamiento colectivo y nos convencimos que en equipo y con la definición y apropiación de objetivos podemos lograr metas concretas que todos compartimos. Así en el IER, como en todas las instituciones educativas comienza el nuevo ciclo escolar con esperanzas para muchos jóvenes, debería ser para todos ellos, pero nuestra sociedad tiene un rezago en esta parte y no todos ellos tiene acceso a educación superior.


Como he comentado en escritos anteriores, las instituciones de educación superior en Morelos son jóvenes, lo mismo sucede en el país. En muchos países las instituciones educativas tiene siglos. En cambio en nuestro país, la mayoría de las instituciones educativas fueron fundadas en el siglo pasado, esta juventud se percibe en nuestra economía que todavía dista mucho de ser una basada en el conocimiento. De esta manera, tanto la sociedad como las mismas instituciones deben fomentar que el resultado de la educación redunde en beneficios sociales. Al ser estas instituciones entes vivos, dinámicos, sociales que tienen marcos institucionales y que interaccionan con el entorno natural pueden ser analizadas desde una perspectiva de sistemas complejos. Una de las principales trampas en las que caen este tipo de sistemas es el comportamiento en espiral descendente hacia bajo desempeño. Esto sucede cuando, entre otras cosas, la autoevaluación otorga beneficios económicos a los integrantes de la institución educativa. Por esta razón los órganos de evaluación deben tener un fuerte componente externo con criterios claros que impliquen la búsqueda de un desempeño creciente en cuanto a la obtención de productos académicos. La evaluación basada en resultados académicos también debe ser implantada en la evaluación de los estudiantes, es decir debe imperar la evaluación con base en resultados. Los criterios académicos son los únicos que deben argumentarse en estas evaluaciones, son los únicos que realmente prepararán a los jóvenes para contender con los complejos problemas a los que nos enfrentamos.
En nuestra sociedad requerimos de jóvenes capaces de generar soluciones a problemas que tienen características muy complejas con muchísimas aristas y que no parecen tener soluciones triviales, deberán poder trabajar en equipo, exigirse cada vez más un mejor desempeño, saber compartir y responsabilizarse de sus errores. Lamento tener que reconocer que mi generación en general no tuvo estos comportamientos y es una de las razones por las que les dejamos esta situación que nos agobia.
Reitero mi compromiso de trabajar en conjunto con los jóvenes para lograr transitar a una sociedad que genere el beneficio social.

Este artículo fue publicado el día 12 de agosto en el periódico La Unión de Morelos

lunes, 10 de agosto de 2015

La graduación de la primera generación de licenciatura en IER-UNAM

Hoy en día nos congratulamos de poder celebrar la primera graduación de la Licenciatura en Ingeniería en Energías Renovables (LIER). Hoy, estoy seguro, nos encanta ver que las jóvenes personas recién desempacadas del bachillerato hace cuatro años ahora inician su camino como profesionales de las energías renovables. Estoy seguro que estos jóvenes están satisfechos de haber alcanzado un sueño. Hoy también celebramos que otro grupo selecto de jóvenes profesionales culminaron sus estudios de posgrado, Tenemos entre nosotros nuevos profesionales de energías renovables, maestros y doctores en Ingeniería, Ciencia de materiales y Física.
Este día debemos reconocer la confianza, el amor, la fuerza que sus padres y en algunos casos sus parejas les dieron para forjar el temple para este largo recorrido -que no termina hoy- pero que hoy da muestras del compromiso y del esfuerzo que durante estos años han tenido que sostener.
Disfruten hoy el paisaje del camino recorrido. La vida misma es un andar, pero el andar por la Universidad es un privilegio especial.
Este es un día especial y lo especial lo hace esta temporalidad, hoy tenemos ya graduados de la primera generación de la LIER. Ustedes alumnos de la LIER han cambiado la vida de esta entidad académica, de este ahora Instituto. Los estudiantes de posgrado que ahora se gradúan también interaccionaron con ustedes y también fueron moldeados mediante estas interacciones cotidianas. Nosotros los académicos tuvimos que recordar (o aprender) cómo impartir cursos a estudiantes de licenciatura y con ello nos reanimamos y hasta rejuvenecimos. Encontramos mediante las ayudantías para ustedes la enseñanza a los estudiantes de posgrado del quehacer docente, aspecto que habíamos descuidado.


De estas interacciones todos hemos aprendido y construido una comunidad más sólida, tolerante y con nuevos bríos que solamente la juventud, como la de ustedes transmite, fomenta e inyecta.
Hoy es posible que ya aparezca la nostalgia para todos. Algunos de ustedes seguramente se despiden de nuestra entorno, pero sépanse siempre bienvenidos para intercambiar experiencias y recordar anécdotas enojosas, jocosas o ilustrativas, todas ellas conforman nuestras experiencias compartidas.
Pues sí, todos o casi todos los que estamos aquí fuimos partícipes en el día a día de eso que vivieron ustedes, de una u otra manera los acompañamos y también disfrutamos, a veces nos preocupamos, otras nos enojamos; porque facilitas las cosas no fueron; todas nuestras vivencias fueron cargadas de emociones, eso es parte de las delicias del proceso enseñanza aprendizaje. Sin embargo, todos hemos triunfado y ahora somas más tolerantes y tenemos más anhelos y todos: maestros, personal administrativo y sobre todo ustedes estudiantes han transitado por una comunidad que trata de imbuirles con el espíritu universitario. Este compromiso universitario se acentúo con la incorporación de la LIER y nos condujo a construir nuevas actividades aumentó el esfuerzo que la comunidad tuvo que realizar. Por supuesto, entonces las satisfacciones se incrementaron.

Con esta graduación estamos iniciando una actividad: la celebración de la graduación de nuestros estudiantes. En 1986 se graduó la primera estudiante de licenciatura que realizó su tesis en Temixco. En aquel entonces esta entidad solamente era el Laboratorio de Energía Solar, después hubo un primer maestro y un primer doctor. También hubo un primer maestro en Energía Solar. Desde mi punto de vista, debimos haber celebrado a todas y cada una de las generaciones de nuestros estudiantes y espero a partir de hoy lo hagamos cada año. Con esta celebración estamos creando una tradición de honrar a los nuestros. Aquí debo reconocer el trabajo de Magali Nieto, a quien toda la comunidad le ha encomendado cuidar nuestro ambiente, ella me insistió en concretar esta ceremonia y ahora aquí estamos.
Todos ustedes nos han escuchado a varios académicos, si no es que a todos, hablar de que debemos apuntar hacia un desarrollo sustentable. Es más estoy seguro que ustedes mismos escogieron esta carrera, esta maestría o este doctorado con la esperanza de contribuir hacia la sustentabilidad para nuestra sociedad.
Desde mi punto de vista, ese es el verdadero reto que todos enfrentamos. Recordemos que la sustentabilidad no es algo simple, es más no es algo sencillo de explicar. Lo que si sabemos es que es una forma de vivir tanto para las personas, como para las familias, las comunidades, las empresas las naciones, e incluso para las civilizaciones en su conjunto. Si no logramos transitar a ella el destino de nuestra especie está en peligro.
La formación universitaria, en este mundo occidental, tiene ya casi un milenio y en Temixco tenemos 30 años, estamos en los comienzos. La ventaja que tenemos es que en esas universidades también están descubriendo, como nosotros, que estamos en un punto donde el uso de las energías renovables es apremiante para que podamos conseguir el bienestar social.
Considero que si bien la curricula o proyectos donde participan tienen un amplio y detallado contenido técnico también nuestra intención es inspirarlos para que en su trabajo profesional promuevan una visión hacia la sustentabilidad, y, más que un bienestar individual, la construcción del bienestar social. A pesar que la sustentabilidad involucra cuatro ámbitos, la localidad y la temporalidad, requiere que abordemos sistemas que presentan resiliencia con un profundo conocimiento de las interacciones entre muchos entes, es decir es un verdadero sistema complejo. Para abordar este tipo de sistemas podemos seguir las reflexiones de Donella Meadows en su libro “Thinking in Systems” donde señala las trampas en las que solemos caer al vernos inmersos en la problemática de los sistemas complejos: a) Política de resistencia al cambio, b) La tragedia de los comunes, c) Deriva al desempeño pobre, d)Espiral al agotamiento, e) Éxito al exitoso, f) Traslado del costo al interventor, g) Distorsión de las reglas, h) Búsqueda del objetivo erróneo. Considero, tanto en la licenciatura como en el posgrado, les hemos dado herramientas para que contribuyan a construir sendas que nos ayuden a transitar hacia el bienestar social desde una perspectiva sistémica y podamos resolver estas trampas. Recuerden promover los beneficios comunes, la educación e información, la tolerancia, la búsqueda de la calidad, el optimismo, el aprender haciendo, la perspectiva de trabajo colectivo y del largo plazo.


Hoy estamos de fiesta y felicidades queridos estudiantes graduados, a ustedes y a su Familia. En el camino nos veremos para construir juntos nuestras metas.

Este texto fue leído en la Ceremonia de graduación de la primera generación de la LIER y de estudiantes de posgrado del IER-UNAM el 10 de agosto de 2015.