miércoles, 15 de febrero de 2023

Los babilonios y la inteligencia artificial

La tecnología nos ha cambiado drásticamente la vida en los últimos 150 años. Hemos visto como los descubrimientos y construcción de modelos teóricos de finales del siglo XIX y principios del XX han modificado nuestra formas de movilización, alimentación, comunicación, cuidado de nuestra salud y muchísimos otros aspectos de nuestra vida cotidiana. Para abundar más podemos citar algunos ejemplos: el descubrimiento de la electricidad cambió la forma en la que nos iluminamos modificando las horas en las que tenemos actividades; la investigación en temas de la salud ha llevado al desarrollo de medicamentos y tratamientos para enfermedades que antes eran mortales. Además, los avances en la tecnología médica han permitido el desarrollo de dispositivos que ayudan a monitorizar nuestra respiración, el ritmo cardíaco y sus variaciones con el objetivo de proveer información para mantener saludables a las personas. La comprensión de algunos procesos biológicos que ocurren en las plantas y en el suelo ha propiciado que se desarrollen técnicas más efectivas para cultivar alimentos, incluyendo la agricultura de precisión y la ingeniería genética. A principios del siglo XX se observaba el uso de la enorme cantidad de energía disponible en el petróleo y con ello se masificó la producción.
Aunque podemos decir que en general estos descubrimientos o concepciones teóricas aplicadas han incrementado la esperanza de vida de las personas, visto este incremento como un indicador de algún bienestar, y propiciado beneficio para ciertos segmentos de la población.
Aunque, hoy en día, con la posibilidad de comprender sistemas con mayor número de entes se pueden apreciar que no todo ha sido beneficioso para otros segmentos de la población o de otras especies con las que convivimos.
Por otro lado, a pesar de ser testigos de estas expansiones sin precedente del conocimiento científico y del desarrollo tecnológico,  en los últimos tiempos se ha observado una disminución en la velocidad con la que los conocimientos de ruptura aparecen. Esta aparente tendencia en la disminución de la velocidad con la que aparecen ideas de ruptura ha llamado la atención de personas en la política, ya que pueden afectar el crecimiento económico, la salud y el bienestar de las personas. De este tema trata un artículo en la revista Nature de enero de 2023. Para entender este aparente fenómeno en el artículo se analizan 25 millones de artículos (1945–2010) en la base de datos del Web of Science (WoS) y 3.9 millones de patentes (1976–2010) en la base de datos Patentes en Estados Unidos. El análisis de estos textos se realizó entre otras herramientas con cambios lingüísticos que indican ruptura en los textos, por ejemplo con introducción de nuevas palabras o de modelos que reemplazan a los anteriores. En resumen, este artículo reporta una marcada declinación de las ideas de ruptura en ciencia y tecnología en los últimos años.
Esto hechos contrastan fuertemente con el gran revuelo que han causado en las últimas semanas las capacidades predictivas de la inteligencia artificial. Para ser claros, estos avances han sido publicitados por corporaciones internacionales en el ámbito de la información masiva o de la computación en el entorno de Internet. Sin embargo, los logros de la inteligencia artificial en cuestiones prácticas se han empezado a observar desde principios de este siglo. Estos logros se han conseguido gracias al inmenso poder computacional que hoy en día se dispone. La obtención de resultados muchas veces se basa en la posibilidad de explorar innumerables variaciones de configuraciones y calcular las diferentes bonanzas que presenta cada configuración como herramienta de selección entre ellas. También mediante el cálculo de probabilidades y modelos de construcción de soluciones se puede seleccionar entre infinidad de alternativas.
Esta forma de resolver problemas, con base en los datos, no es nueva ni es característica de nuestro siglo. 
Para aclarar este punto, déjenme comentar que la predicción basada en datos, o en tablas con datos puede ser rastreada cuando menos hasta la época babilónica, donde mediante tablas la astronomía observacional podrían pronosticar eventos en el cielo, por ejemplo los eclipses. Por supuesto, también los mayas podían predecir los eclipses sin conocer el modelo gravitación para el movimiento de los cuerpos celestes. Es decir, sin establecer teorías, con solo el registro de datos y un modelado primitivo de repetición de eventos, se puede predecir una diversidad de fenómenos en nuestro entorno. Saber que si se entierra una semilla en el suelo durante la época de lluvia dentro de algunas semanas se podrá cosechar esa planta es otro ejemplo observacional. Efectivamente, con base en tablas de datos, en la antigüedad se podría predecir el movimiento de los cuerpos celestes sin haber construido modelos que permitan dar explicaciones a los fenómenos. Esta forma de usar la observación y los datos para resolver los problemas o predecir eventos digamos es ancestral.
Con el poder de cálculo que hoy tenemos mediante las computadores, digamos cientos de millones de Petaflops (operaciones aritméticas por segundo) y modelos probabilísticos podemos obtener resultados verdaderamente impresionantes sin la necesidad de comprender exhaustivamente la naturaleza de los fenómenos. Recordemos las aplicaciones de inteligencia artificial NO entienden los fenómenos, pero si dan respuestas probables bajo algún criterio.

Imagen creada con inteligencia artificial con la frase "The Babylonians used cuneiform writing to keep the accounts of their businesses, impressionist style" en https://huggingface.co/spaces/stabilityai/stable-diffusion. 

Desde mi perspectiva estamos frente la posibilidad de seleccionar opciones para nuestra vida cotidiana y a largo plazo con base en datos, pero ¿qué tipo de datos? ¿a quién pertenecen esos datos? ¿los generamos? ¿quién los genera? Estas y muchas otras preguntas flotan en el ambiente, podemos dejar que otras personas decidan en nuestro nombre, como en la antigüedad lo hacían los sacerdotes babilonios o mayas, o actuamos para intervenir.
Nuestra entendimiento de la inteligencia artificial debe ser fomentado desde la infancia, como dicen  MariCarmen González Videgaray y Rubén Romero Ruiz de la FES Acatlán. Es importante familiarizarnos con ella, usarla y por qué no construir aplicaciones con ella. En el artículo de mis colegas de Acatlán se esboza una estrategia ilustrada con un ejemplo. 


Este artículo fue publicado el día 15 de febrero en el periódico la Unión de Morelos.

miércoles, 8 de febrero de 2023

Inteligencia Artificial del Theseus al ChatGPT


En un siglo hemos transitado de la era de la máquina a la era de la inteligencia artificial. A principios del siglo XX las preocupaciones sobre lo que pasaría si las máquinas empezaban a sustituir a las personas se pueden constatar en la obra cinematográfica, por ejemplo “Metropolis”, dirigida por Fritz Lang. Como lo he mencionado en estos textos a mediados del siglo XX, en 1953, Ray Bradbury en su novela de ciencia ficción “Farenheit 451” narraba un futuro donde había manipulación mediante conversaciones con entes artificiales. A finales del siglo XX la saga de “Terminator” también abordaba ese tema con máquinas inteligentes. Hoy, ChatGPT ha puesto estas preocupaciones en nuestro entorno cercano. Sin embargo, me parece que las actuales aplicaciones de inteligencia artificial nos muestran la puerta de entrada a un futuro en el que las conversaciones con “máquinas” o “aplicaciones” fluirán con la misma naturalidad que nuestras charlas con otras personas. El propio ChatGPT dice: "Un cerebro digital con el poder de la conversación, ChatGPT es la tecnología que está revolucionando la forma en que interactuamos con las computadoras." 
Mucho se ha escrito en estos dos últimos meses, en Internet podemos consultar una gran diversidad de artículos, videos o pódcasts sobre el tema. Por ejemplo, este martes se publicó un artículo en la sección de Ciencia del periódico “La Unión de Morelos” que edita la Academia de Ciencias de Morelos sobre el tema donde se explica de una forma sencilla el tipo de inteligencia artificial que usan estas herramientas. 
En este texto quiero comentar algunos orígenes y bondades de estas aplicaciones de inteligencia artificial para prepararnos de una mejor forma en su comprensión e incorporación a nuestras actividades cotidianas.
En 1950, Claude Shannon construyó un ratón robótico que podría resolver laberintos. Podemos decir que este es uno de los primeros ejemplos de inteligencia artificial. Ese primer robot resolvía unas 40 operaciones aritméticas con punto decimal por segundo (40 flops). El conteo de las operaciones de punto flotante que puede realizar un sistema computacional es una medida de su capacidad de cálculo. Así que en 1950, Theseus, el ratón de Shannon, realizaba unas cuantas operaciones por segundo. En los inicios de la década de 1990, una computadora para calcular y representar fenómenos en transporte de fluidos, como las estaciones de trabajo computacional de “Silicon Graphics” que usábamos en el antiguo Laboratorio de Energía Solar (hoy Instituto de Energías Renovables), realizaba millones de operaciones de punto flotante, Mflops. Los sistemas de inteligencia artificial que operan en la actualidad como Dall-E o ChatGPT, tienen una capacidad de cálculo de más de 300 millones de Petaflops (el prefijo Peta indica una magnitud multiplicada por uno y 15 ceros, mega indica solo uno y 6 ceros). Es decir, el poder computacional en menos de un siglo se ha incrementado casi infinitamente comparada con la escala humana y han permitido el desarrollo de este tipo de aplicaciones, que parecen estar al alcance de muchas personas, las posibilidades de sustituir el trabajo rutinario y potenciar el creativo afloran cada vez con mayor intensidad.
El surgimiento de estas tecnologías y su profusa difusión en la Internet está pasando por diferentes etapas que podemos visualizar como curvas de fenómenos del tipo Dunning Kruger. Estas curvas aparecen cuando en la ordenada consideramos la confianza en la herramienta y en la abscisa el conocimiento de cómo funciona la herramienta. Al considerar esta forma de análisis, nuestra confianza en la tecnología transita por diferentes fases que podemos esquematizar resumidamente en 4. Una primera fase de la  sorpresa y muy altas expectativas, lo pueden resolver todo. Un segundo estadío, donde preguntamos cómo funcionan y entendemos que estas herramientas de inteligencia artificial usan modelos probabilísticos que no tienen entendimiento de los fenómenos de lo que hacen y disminuye nuestra confianza, si no entienden ¿cómo lo hacen?, dudamos. Después hay una tercera fase de desencanto más profundo, cuando observamos que los modelos probabilísticos como ChatGPT se equivocan o comunican información errónea o Dall-E dibuja un perro con cinco patas. Posteriormente, alcanzamos una fase estable donde comprendemos que podemos aprender a usarlas de ciertas maneras y, con ello, potenciar nuestras actividades con su uso, aquilatamos su utilidad y sobrepasamos sus deficiencias. Estoy seguro de que hemos pasado por alguna de estas fases en cuanto conocemos a ChatGPT y, desde mi punto de vista, lo más relevante es transitar rápidamente a esa fase de uso adecuado de estas herramientas para usarlas.

Version simplificada del esquema de Dunning Kruger (JAdRP).



Aquí he mencionado a Dall-E, donde se crea imágenes a partir de texto, y ChatGPT, que escribe textos a partir de textos; pero existen otras herramientas similares desarrolladas por las compañías más grandes en el manejo de información. Por ejemplo, hace unas semanas un equipo de desarrollo de Google liberó información de la aplicación MusicLM que compone música a partir de texto. Este mismo objetivo lo comparte Moûsaie desarrollado por un grupo del Tecnológico de Zurich (ETH) y del Instituto Max Planck. Las herramientas de inteligencia artificial están en muchos ámbitos de las actividades humanas.
Así como vemos, actividades que nos parecían propiamente humanas: escribir a partir de una pregunta, crear un dibujo inspirado en un texto y componer música a partir de la descripción de nuestras emociones, pueden ser realizadas por sistemas con inteligencia artificial.
Ante estos hechos, la posibilidad de que las fuentes de empleo pudieran ser asignadas a estos tipos de sistemas y entonces reemplazar a la fuerza laboral humana es un hecho. Sin embargo, algunos estudios nos indican que podemos capacitar de forma flexible a las personas para que puedan transitar de una ocupación a otra o que aprendan a utilizar estas herramientas para incrementar la confiabilidad en ellas con una productividad mayor. 
Lo primero es conocerlas y usarlas de manera crítica para percatarnos de sus fortalezas y entender debilidades. Con este uso nos familiarizaremos, de manera similar como con los teléfonos inteligentes; que ya tienen de alguna forma incorporadas opciones de este tipo de inteligencia artificial. Así que les invito a jugar con estas herramientas de inteligencia artificial.
Finalmente, las instituciones de educación superior en México han incorporado a sus esquemas de formación en el nivel licenciatura de carreras en ciencias de datos o de computación. Este paso es fundamental, pero, desde mi perspectiva, hace falta un decidido apoyo para que grupos de investigación y desarrollo puedan seguir el paso de los grandes consorcios de manejo de datos en el ámbito mundial. Aquí la participación de organismos empresariales o de la sociedad civil es necesaria. Por ejemplo, las actuales deficiencias del uso en español de ChatGPT son causadas en parte por la limitada fuente de información en este idioma comparada con la información en inglés. Un trabajo que podemos hacer quienes tenemos acceso a subir información es la diseminación de información en nuestro idioma, y en otras lenguas locales, para que también sea posible utilizar estas herramientas por muchas más personas que no dominan el inglés. Así de sencillo: jugar y escribir o digitalizar imágenes o digitalizar sonidos o música. Con este objetivo tenemos a Wikimedia, usémosla.


Una versión resumida de este artículo fue publicada el día 8 de febrero en el periódico la Unión de Morelos.

miércoles, 18 de enero de 2023

Abuelas y abuelos, los cambios en el futuro cercano.

Desde mi niñez el país con mayor población ha sido China y, durante todos años, no había dejado de crecer. Sin embargo, la noticia de que hoy ha decrecido en más de 800,000 personas en un año es un evento que merece reflexión. Primero debemos recordar que desde la década de 1980, la política poblacional demandaba que cada familia solamente tuviera un hijo o una hija. En 2016 la política cambió a dos y, muy recientemente, en 2021 a tres; no obstante, estos cambios la población ha disminuido. En la mayoría de las poblaciones existe la llamada pirámide poblacional donde hay más individuos con edades menores que con edades mayores. Esta situación se observa en la mayoría de los mamíferos y esperaríamos que esta distribución sea la misma para la población humana. Quizá debemos preguntarnos por qué cambió la política en China, qué ventajas tiene que no decrezca la población o qué ventajas tiene el que crezca. Por supuesto, hay otras preguntas, como ¿cuál sería una distribución adecuada de edades para promover el bienestar de la población en general? En México, de acuerdo con INEGI, la población sigue creciendo, y todavía se incrementará sustancialmente en los próximos años. Sin embargo, la pirámide poblacional está dejando de serlo y ya observamos una disminución de la población entre 0 y 4 años con respecto a la de entre 5 y 9 y de esta última con respecto a la de entre 10 y 14 años. Es decir, hoy, hay menor población infantil con menos de 10 años que entre los 10 y 20. La pirámide empieza a no serlo y tener una base de menor tamaño que algunas partes medias, digamos empieza a ser una especie de rombo. Adicionalmente observamos que el índice de envejecimiento de la población ha subido de 38 en 2015 a 47.7 personas mayores por cada cien infantes y jóvenes en 2020, casi un 5 % más. De continuar esta tendencia, en algunos años la población mexicana también decrecerá y antes de eso habrá una proporción mayor de personas adultas de edad que la que hay hoy en día. Algunos datos adicionales, en México la edad promedio de personas con nietos o nietas es de casi 60 años. Para el año 2050 se espera que más del 25 % de la población tenga nietos o nietas. 

Imagen creada por inteligencia artificial en https://labs.openai.com/con la frase "grandparents and grandchildren playing in a garden futuristic style"

De ser así, ¿podemos prepararnos para esta situación?, ¿podemos aprovechar esta dinámica para tener una población con mayores beneficios?, ¿qué debemos hacer?, son algunas de las preguntas que podemos hacernos.
En octubre del año pasado escribí sobre cómo podríamos incluir más a las personas de edad en actividades juveniles como la de escuchar pódcast. Insisto es muy importante empezar a incorporar cada vez más a las personas de edad en las actividades de otros sectores de la población. Aunque el papel que han desempeñado las abuelas en labores de cuidado de la población infantil ha sido sustancial. Como muestra unos dato, las mujeres que tienen apoyo de sus madres en el cuidado de sus hijos e hijas obtienen mayores ingresos, tanto que pueden perder más de la mitad de su salario cuando su madre muere. El 40 % de las abuelas en México ayuda en el cuidado maternal. Estos datos muestran una claro sesgo de género. Las labores de cuidado de las personitas puede ser realizada por los abuelos también y, con ello, empezar a equilibrar la carga del cuidado hacia la población que han llevado las mujeres por generaciones. Por supuesto, para ello se requiere empezar con los cambios en los actuales roles de género y construir masculinidades que promuevan el desarrollo de todas las personas.
La cultura mexicana es proclive a promover las labores de cuidado por parte de la abuelas, la tradición las fomenta, pero, los varones podemos involucrarnos en esas actividades y colaborar en modificar estos roles de género para promover desde la infancia la igualdad. Estas labores implican cambios tanto en la estructura familiar como en las condiciones de vida de las personas de edad y sus entornos que deben considerar su capacidades.
Las actuales condiciones, donde las familias migran lejos de sus familias originales no permite conjuntar los cuidados de los nietos y las nietas por parte de las abuelas y los abuelos. Este es otro de los retos de la sociedad en su conjunto para conseguir bienestar en todos los segmentos poblacionales. La vida en compañía de jóvenes es reconfortante y motivante para las personas de edad. Mientras que para la juventud las relaciones con sus mayores preserva la cultura, tradiciones y les permite vislumbrar su propia adultez. 
Desde mi perspectiva, es importante empezar a reflexionar sobre los aspectos culturales o sociales de involucrar a las personas de edad de una manera constructiva en el desarrollo de nuestras sociedades. Para mí, la desvinculación de las generaciones que hoy observamos es producto de perseguir opciones individualistas y de consumo sin enfocarnos en un bienestar social.

Una versión previa de este artículo fue publicado el día 18 de Enero en el periódico la Unión de Morelos.

miércoles, 28 de diciembre de 2022

Respetar el trabajo de otras personas es no apropiarse de él

Quiero desearles feliz 2023, pero desde la semana pasada, se está discutiendo ampliamente en el entorno político de México sobre un supuesto plagio de una tesis de licenciatura por parte de la actual Dra. Jasmín Esquivel Mossa que se desempeña como Ministra en la Suprema Corte de Justicia. Primero, plagio es copiar la forma de expresar las ideas, los sentimientos o las emociones que otras personas han plasmado y presentarlas como expresadas por uno. 
Desde mi perspectiva, es importante conocer desde el ámbito legal que es un plagio para que podamos entender y valorar la información que circula tanto en medios oficiales, privados y en las redes sociales.
En este contexto quiero aclarar que en el ámbito donde laboro, decimos graduarme, doctorarme, terminar una investigación, entre otras. La culminación de estas actividades incluye documentos que debemos escribir para difundir  en entornos especializados los resultados de investigación o divulgar nuestros hallazgos para que un público mayor los conozca o simplemente como muestra de que hemos conseguido un entrenamiento para desempeñarnos en ambientes laborales específicos. Tradicionalmente, estos documentos plasman explicaciones a situaciones específicas o resultados nuevos o formas diferentes de resolver algún o algunos problemas. Es decir, son documentos que incluyen ideas originales. Sin embargo, también pueden ser documentos donde se expliquen ideas de otras personas de manera diferente para público diferente. Estoy consciente que el ejercicio de explicar las ideas o resultados no es una tarea sencilla y que requiere de nuestra creatividad para conseguir un texto adecuado al entorno donde hemos decidido comunicarlo.
Por estas razones, he dedicado algún tiempo a estudiar la Ley de Derechos de Autor de nuestro país y el en el entorno internacional el concepto de Propiedad Intelectual.
Lo que es muy claro es que la Ley de Derechos de Autor protege desde que la obra se plasma en algún medio material. En este caso, en cuanto hay una versión impresa del texto (actualmente también puede ser considerada una versión electrónica o digital) la obra queda protegida. Entonces, en el caso de que una tesis sea defendida y guardada en la biblioteca o en los archivos digitales de una universidad, en ese momento queda protegida la obra. La persona que es autora de esta obra adquiere inmediatamente los llamados derechos morales. Estos se refieren a que la obra no puede ser separada de la persona autora y tienen un vínculo indisoluble. De esta manera, si alguien publicó primero la obra en ese momento adquiere esos derechos.
Otro punto muy importante, es entender lo que se entiende por “obra”: una obra es una forma de presentar las ideas, es decir, los derechos de autor no protegen a las ideas, sentimientos o emociones que se plasman en las obras; sino a la forma en la que se presentan. Sean estas: documentos, escritos científicos, escritos literarios, obras musicales, obras plásticas u otra forma de expresión de la creatividad humana. En síntesis, cualquier forma de plasmar ideas, sentimientos o emociones en un medio físico es considerada una obra sujeta a la protección de la propiedad intelectual; específicamente del Derecho de Autor. 
Déjenme comentar algo más. Si existe un documento donde se describa un proyecto para hacer una trabajo de investigación, el texto de ese proyecto protege a la forma de expresar las ideas, pero no a las ideas mismas. Por ello podemos usar ese proyecto para llevarlo a buen fin. En cuanto hay un documento escrito y firmado por una persona lo ético es no copiar la forma de expresar las ideas. Está totalmente permitido parafrasear la forma de expresión o hacer variantes de ella. Por supuesto que si vamos a utilizar las ideas, proyectos, bosquejos de otra persona lo adecuado dar una cita para aceptar que esas ideas fueron expresadas de otra forma por otra persona y darle reconocimiento. Desde mi perspectiva esto es lo ético. También en los documentos es válido hacer una cita textual y normalmente se entrecomilla la oración o párrafo que se reproduce íntegramente. Sin embargo, la reproducción de más de un párrafo entrecomillado no siempre es considerada adecuada, aunque sí se indica puede ser válida y se espera se discuta la inclusión idéntica, y por supuesto se den los créditos a la persona autora original.


Plagiarism signature 


Sin más, considero que con estos sencillos elementos tenemos suficiente para formarnos una idea del concepto de Derechos de Autor y con ella valorar la información que circula en nuestros entornos. La labor de la ciudadanía es velar por la integridad de las reglas de convivencia que hemos fijado. Por supuesto, podemos cambiarlas y construir unas reglas que verdaderamente fomenten el bienestar social. En este caso, desde mi punto de vista, el respeto al trabajo de otras personas y su creatividad indica que valoramos a quien nos rodea y deseamos convivir con ellas. De otra manera, al apropiarnos del trabajo de otra persona no podemos considerarnos promotores del bienestar común.
Por hoy, me parece que es suficiente de contribuir a las discusiones de los conflictos que nos aquejan.
Les deseo que pasen un muy agradable fin de año y que el año 2023 sea pleno en salud y que nos permita construir el bienestar social que nos merecemos.


 Este artículo fue publicado el día 28 de Diciembre en el periódico la Unión de Morelos

miércoles, 21 de diciembre de 2022

Peligros de un mundo virtual

En estos días nos aquejan problemas como la inflación que disminuye sensiblemente nuestros ingresos y ahora podemos adquirir menos bienes y servicios con el esfuerzo de nuestro trabajo. También seguimos sufriendo de inseguridad muchísimas regiones de nuestro país. La desigualdad económica continúa creciendo en la sociedad mexicana. La generación de conocimiento no está siendo considerada como una actividad prioritaria en este gobierno. Estos y muchos otros problemas los padecemos y parece que no se resolverán en un futuro cercano.
A pesar de esta situación, quiero insistir en que debemos poner atención en otros problemas que a primera vista pueden parecer secundarios, pero que pueden seguir atizando las desigualdades, la polarización de la sociedad y dificultar enormemente la construcción de sociedades equitativas y sustentables.
Este problema es el que las actuales redes sociales en Internet están siendo administradas por empresas privadas que tienen como fin el aumentar los rendimientos monetarios a sus accionistas.
En este sentido, en mi juventud, leí el libro “Para leer al Pato Donald” de Ariel Dorfman y Armand Mattelart, donde se nos alertaba de cómo desde la infancia mediante, las aparentemente inocentes, películas de Disney se propagaba un estilo de vida consumista y con menosprecio a los valores culturales locales. Notemos que mediante aparentemente inocuos personajes se suprimían los lazos familiares que en Latino América todavía son valorados culturalmente. También promovían las visiones donde el dinero y el valor mercantilista de las cosas, lugares o relaciones son los elementos para aquilatar los beneficios para cada persona. La versión extremadamente simplista de los personajes donde son “buenos” o son “malos” propagaba el maniqueísmo que hoy vemos día a día en las mañanas. Estos son entre otros elementos propagandísticos de la cultura consumista y polarizante nos permea actualmente y evita construir el bienestar social. 
La situación actual con el uso masivo de las redes sociales donde la información que vemos es seleccionada por algoritmos para maximizar nuestro tiempo en ellas, me recuerda al libro de Farenheit 451 de Ray Bradbury donde la “Familia” era más importante que la familia. Me parece que debo aclarar esta frase que parece sin sentido. En el libro, la “Familia” la constituían entes virtuales que aparecen en las pantallas de todas las casas y que conversan con las personas reales construyendo un mundo virtual, inexistente en el entorno físico y natural. Estas personas virtuales, conversaban diariamente con las personas reales y les preguntaban sobre sus actividades cotidianas; conversaciones muy parecidas a las actuales del ChatGPT. Esta “Familia” virtual, entre comillas y mayúsculas, para Mildred, la esposa del protagonista del libro, era más importante que la familia real, que su propio esposo Guy Montag el bombero que quemaba libros. La construcción de lo relevante en el entorno virtual de Mildred lo definía precisamente la “Familia”, como hoy nuestros entornos están construidos por algunas redes sociales.

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Con estas alegorías quiero ilustrar que las acciones de los entramados socioeconómicos por parte de quienes buscan beneficios individuales a toda costa pasan por fases similares periódicamente. Estas fases fueron visualizadas por personas hace algunos años, pero cada vez se parecen más a lo que vivimos en la actualidad. No solo Mattelart, Dorfman y Bradbury entrevieron estas formas, ha habido muchas personas que nos han alertado sobre estas situaciones, pero hoy solo los uso como ejemplos.
Hoy se le pide a las películas de Disney, la inclusión, la supresión de comportamientos estereotipados, entre otras características; pero el entretenimiento se ha extendido y, por ejemplo, los estereotipos abundan en los videojuegos. En muchos aspectos de nuestra vida esto continua y debemos estar alertas de este tipo de manipulaciones en el entretenimiento.
También en la información desplegada en las redes sociales se han observado manipulaciones que utiliza nuestras debilidades para mantener nuestra atención y sesgar nuestra opinión sobre múltiples temas. Por ejemplo podemos ver las películas Nada es privado o Dilema Social donde se ilustra con mayor detalle lo que menciono.
El pensar que las redes sociales son el medio más importante para informarnos o comunicarnos con otras personas puede ser precisamente el causante de no entender a quienes comparten nuestros entornos y mucho menos podamos construir sociedades con bienestar social.
La facilidad con la que encontramos información aparentemente relevante a nuestros intereses indica que se nos brinda lo que está más cerca de lo que pensamos, alineándonos cada vez más con pensamientos únicos que evitan la diversidad.
Las manipulaciones de la información por Facebook en las elecciones de algunos países, la desinformación propagada en Twitter, la expulsión de periodistas contrarios a las políticas de censura de Elon Musk, entre otras acciones nos muestran que sus fines pueden no ser los más convenientes para nosotros o para otras personas. Estas redes administradas por organizaciones lucrativas buscan maximizar las ganancias.
Debemos reflexionar sobre nuestro papel en las redes sociales y ser críticos de la información que recibimos y compartimos. Sé que no es fácil apartarse y ser ermitaño digital, pero es esencial que nuestra participación la hagamos con conciencia de nuestros actos y alertemos a la niñez y juventud sobre su uso, así como alertábamos a la actual juventud sobre el maniqueísmo del entretenimiento tipo disneylandia.  

Este artículo fue publicado el día 21 de deciembre en el periódico la Unión de Morelos.

miércoles, 14 de diciembre de 2022

Encender un sol en la tierra con láseres

Somos una sociedad adicta a usar al máximo la energía. Desde la prehistoria, desde el momento en que la humanidad controló el fuego, no hemos parado de usar la energía disponible sin reflexionar sobre las consecuencias para nosotros, otras personas u otras especies con las que compartimos el entorno. El uso indiscriminado de esta energía, primero de la leña, los aceites vegetales y animales y, más recientemente, de los combustibles fósiles empezando por el carbón mineral hasta el petróleo y el gas natural, ha provocado el cambio climático que estamos sufriendo. 
En el mundo la tecnología puede ser usada en forma adecuada para promover el bienestar social, por ejemplo el desarrollo de las vacunas permite que se evitan enfermedades que eventualmente provocan muertes tanto en las personas como en los animales.
Ayer se anunció que en el Laboratorio Nacional Lawrence Livermore de Estados Unidos (LLNL) se encendió un pequeño sol en una celda de dimensiones del orden de los centímetros al concentrar luz apuntando láseres sobre ella.
Para lograr esto se concentran 192 láseres sintonizados sobre un pequeño tubo de oro para calentarlo a más de 3 millones de grados centígrados. Pensemos este tubo como una lata de oro que contiene gas de dos isótopos de Hidrógeno: Deuterio y Tritio. Al calentarse tan rápidamente esta lata explota y somete a los gases a altas presiones y altas temperaturas ocasionando que los núcleos de los isótopos de deuterio y tritio pasen muy cerca unos de otros de tal manera que la fuerza nuclear actúa sobre los protones y neutrones de estos isótopos y los hace reaccionar y unirse formando un núcleo de Helio.
La masa del núcleo de helio es menor a la masa de los dos isótopos que lo formaron y esa diferencia de masa siguiendo la ecuación de Einstein, E=mc2, se convierte en energía.

FusionFL

Esta reacción ya se conocía, pero no se había podido controlar para producir energía. En experimentos anteriores se requería más energía para generar los láseres que aquella energía que se conseguía de la reacción nuclear. Sin embargo, el LLNL anunció que finalmente se consiguió obtener más energía y contabilizaron que se usó 2.1 MJ para producir los láseres y se obtuvo 2.5 MJ de la reacción nuclear por el tiempo que estuvo encendida. Seguro, te preguntarás y ¿cuánta es esta energía? La verdad es que estos 0.4 MJ de energía alcanzan para tener funcionando sin parar un refrigerador pequeño por 20 minutos. No es mucha, pero lo relevante es que se demostró que es posible encender y mantener controlada una reacción nuclear por el tiempo suficiente para obtener más energía de la que se ha invertido en encenderla.
El logro energético es pequeño, pero el avance científico y tecnológico es enorme. Este anuncio fue hecho por Jennifer Granholm, secretaria de energía de Estados Unidos, subsecretaria Jill Hruby, la directora de la oficina de ciencia y tecnología de la presidencia de Estados Unidos, Dra. Arati Prabhakar, el administrador de programa de defensa, Dr. Marvin Adams y por la directora del LLNL Dra. Kim Budil[1]. Ellas enfatizaron que este objetivo se persiguió por más de 70 años y que miles de personas dedicadas a construir conocimiento y desarrollar tecnologías durante estos años han participado en esta demostración. También resaltaron que este logro es el producto de la inversión de recursos públicos y privados en ciencia y desarrollo tecnológico.
Es importante mencionar que la tecnología de láseres para encender una reacción nuclear es solo una opción. Otra posibilidad que se trabaja en Europa, Asia y en Estados Unidos es la del confinamiento magnético, conocida como reactores Tokamak. Este es un ejemplo claro que para conseguir desarrollos tecnológicos que resuelvan los problemas actuales es necesario apostar por diferentes opciones. Las inversiones en diferentes maneras de resolver problemas también mostraron logros extraordinarios en el desarrollo de las vacunas contra la COVID-19, se implantaron en tiempo récord vacunas con diferentes tecnologías. Diferentes países, de Europa, Asia, América, incluso Cuba, apostaron por diferentes tecnologías, con la excepción de México que apoyó solo una. Lo mismo que para los ventiladores necesarios para atender pacientes graves de la COVID-19. No necesito hacer comentarios sobre los resultados de este tipo de actitudes unidireccionales, son conocidos ampliamente.
De estas experiencias de apoyo amplio son de las que debemos aprender y entender. La inversión en ciencia da frutos a largo plazo, los desarrollos tecnológicos emanados de ese conocimiento científico pueden ofrecer alternativas diferentes que sean más fácilmente adecuadas a diferentes entornos.
Esto mismo pasa con las fuentes renovables de energía que deben ser adecuadas a los diferentes entornos.
Aquí un llamado de atención a la sociedad mexicana, debemos seguir formando personal capacitado para entender, diseñar y construir soluciones basadas en ciencia para las problemáticas que enfrentamos.
También es importante considerar que en el futuro la energía de fusión nuclear puede generar la electricidad que usemos en este planeta evitando la emisión de gases de efecto invernadero y de contaminación con desechos radiactivos. Sin embargo, debemos poner atención a que en este futuro los reactores nucleares de fisión pasarán a la historia y que los gobiernos o empresas que apoyan la tecnología de fisión pueden intentar venderla, instalarla, en otros lugares antes de que la nueva tecnología, la fusión nuclear, desplace totalmente a la fisión que sí contamina.
La ciencia muestra opciones, la tecnología desarrolla aplicaciones, pero las personas las construimos, las seleccionamos y las usamos. 
Finalmente, de lo más importante, es considerar que podemos disminuir el consumo de energía, tanto en el ámbito individual como en el social y en la fabricación de los productos y servicios que usamos. Recordemos que la única energía que no impacta en el entorno es la que no usamos. 


Este artículo fue publicado el día 14 de diciembre en el periódico la Unión de Morelos.