miércoles, 30 de noviembre de 2016

La externalidades (internalidades) de las energías fósiles

La semana pasada asistí a la reunión de la Red Temática del CONACyT sobre Sustentabilidad, Medio Ambiente y Sociedad, ahí escuche con atención la plática de Yolanda Lechón una colega española que explicaba la forma de calcular las externalidades de las diferentes fuentes de energía.
Esta plática estaba motivada porque, durante muchos años la objeción a la implementación de diversas fuentes renovables de energía era su costo. Se argumentaba que la energía solar y la energía eólica era caras. Primero la energía eólica rompió con ese mito y ahora en este año la energía eléctrica fotovoltaica ha mostrado ser realmente competitiva. Como ya he mencionado anteriormente, el precio que alcanzó la energía eléctrica generada mediante sistemas fotovoltaicos en la segunda subasta de este año en nuestro país fue de 33 USD/MWh; precio menor al de la tarifa de uso doméstico con aportación gubernamental.
Estos hechos muestran que ya no se puede argumentar el aspecto del costo de las renovables y ahora tenemos que reforzar su divulgación, ya que la percepción de que las energías renovables son caras está ampliamente difundida..
También es importante mencionar que, como explicó la Dra. Lechón, se han desarrollaron metodologías muy complejas para poder calcular lo que los economistas llaman externalidades de los costos de producción de energía con hidrocarburos. Es importante aclarar el concepto de externalidades, así en este ámbito se consideran externalidades toda aquella consecuencia en la sociedad y en el medio ambiente causadas por un proceso de producción que no es tenida en cuenta en el precio del producto. Por ejemplo, el costo de usar automóviles de gasolina en la ciudad de México tiene una externalidad al producir enfermedades respiratorias en su población y al precio de venta de la gasolina se le debe aumentar el costo que cuesta el atender a los enfermos. Es más, también se debería considerar el costo de tener el programa un día no circula. Otro caso sería que al costo de generar energía eléctrica con hidrocarburos se le debería aumentar todos los costos de mitigar y combatir el cambio climático antropogénico. Para todos los científicos es claro que el cambio climático inició en la época de la revolución industrial con el uso masivo de la máquina de vapor (carbón) y después se agudizó con el uso de la máquina de combustión interna (gasolina, gas, diésel). No debemos confundir con el uso de la leña, que si bien tiene problemas para la salud cuando no se cuida la correcta emisión de los gases de combustión, puede ser de balance cero de carbón emitido a la atmósfera si se hace de manera adecuada. La emisión de gases de efecto invernadero es algo intrínseco de la tecnología de los hidrocarburos, a menos que se capturen y secuestren estos gases y se evite que sean emitidos a la atmósfera; es decir, tendríamos que cambiarla sustancialmente y en este cambio considerar que la persona que usa los hidrocarburos para producir energía debe ser responsable de evitar las emisiones de gases de efecto invernadero.
Así, el uso masivo de la energía que proviene de los hidrocarburos posibilitó en inmenso desarrollo del sistema económico basado en el consumismo, que fomenta maximizar el flujo del dinero provocando distribuciones paretianas de la riqueza totalmente inequitativas y cambiando la composición química de nuestra atmósfera.
En una rápida mirada al problema podemos pensar que solamente el uso de los hidrocarburos como fuente de energía tiene estas llamadas externalidades; pero no es así, muchísimas de las cosas que usamos hoy en tienen efectos negativos que no son contemplados en sus costos y que deberíamos incorporarlos.
De aquí la necesidad de incorporar a todas nuestras actividades el llamado análisis de ciclo de vida, donde a toda mercancía o proceso se le hace un análisis de cómo se fabrica, dónde y cómo se usa y a dónde y cómo se desecha. En palabras cotidianas: un estudio desde la cuna hasta la tumba de cada uno de las cosas que usamos. Solamente con este tipo de análisis de largo plazo podemos estar seguros de no estar haciendo pagar por lo que nosotros usamos a otras personas, a otras especies y a las generaciones que vienen.
Mientras debemos estar atentos a que las llamadas externalidades del costo de la energía generada con hidrocarburos son realmente internalidades de esas fuentes de energía.

Una versión previa de este artículo fue publicada el día 30 de Noviembre en el periódico La Unión de Morelos.

miércoles, 23 de noviembre de 2016

Divulgación de la ciencia una herramienta anti Trump

Todavía continúo asombrado por la situación de tremenda enajenación y profundo desconocimiento que muestra el presidente electo de Estados Unidos de América al enfatizar que no cree en el cambio climático que hemos causado con nuestras actividades. Primero, al decir que no cree implica una actitud dogmática que no ha reflexionado y menos contrastado con las evidencias que se han colectado en diversos estudios realizados por diferentes grupos de científicos a lo largo de todo el mundo. Segundo muestra que para ese personaje basta con que él se ilumine para proponer acciones, sin la menor reflexión sobre ellas.
La semana pasada apuntaba que necesitamos educar y difundir los conocimientos que hemos generado a lo largo de la vida humana para evitar este tipo de acciones autoflagelantes de personas que no tienen suficiente información: la mayoría de los votantes. Es importante que todos conozcamos y nos apropiemos de los conocimientos que hemos generado para poder tomar decisiones. Para ello la labor de divulgación científica es importante.
El día de ayer, se presentó el boletín de divulgación “El renovable” del Instituto de Energías Renovables de la Universidad Nacional Autónoma de México (IER-UNAM), ubicado en Temixco, Morelos. Este boletín con un mínimo tiraje impreso está disponible en la página en Internet del IER-UNAM y su misión es comunicar aspectos de las energías renovables, al mismo tiempo que enseña a los estudiantes del IER-UNAM las técnicas de comunicación de la ciencia. Debo comentar que la presentación estuvo amenizada por el grupo musical “Pasos en la Azotea” conformado por divulgadores de la ciencia, quienes interpretaron canciones de su autoría que abordan temas originales de divulgación científica a ritmo de rock.
En este sentido, en todo el país hay una comunidad de divulgadores de la ciencia muy activa que hace trabajo de excelente calidad, tanto en medios escritos como en televisión o radio y ahora en Internet. Por supuesto que los museos de ciencias a lo largo de la república hacen que el público infantil se acerque a la ciencia.
Sin embargo, la divulgación también debe estar dedicada a la población en general. Así vemos que la labor de la Academia de Ciencias de Morelos (ACMor) y el periódico La Unión de Morelos que desde hace más de nueve años publican un artículo de divulgación cada lunes es una muestra de que la comunidad científica y de comunicación de la ciencia están trabajando.
De hecho, la labor de esta comunidad ha provocado que los gobiernos locales hayan percibido la necesidad de basar sus decisiones en el conocimiento científico y así en Morelos fue creada la primera Secretaría de innovación, Ciencia y Tecnología del país en este gobierno.
Esta percepción ahora requiere ser reforzada otorgando presupuesto suficiente para que tanto los organismos gubernamentales como las asociaciones como la ACMor puedan realizar actividades de beneficio para todos.
Esto último lo menciono, ya que el presupuesto para el CONACyT fue disminuido y con ello ponemos en riesgo el sector científico mexicano, que ahora podemos decir es un sector profesional que genera conocimiento que la sociedad puede aplicar. Si a nivel federal la necesidad no fue reconocida es necesario que en el ámbito estatal se tomen las medidas necesarias para otorgar presupuesto para las actividades de investigación y divulgación del conocimiento.
En la cámara de diputados estatales, en cada estado del país, está la posibilidad de enmendar la ceguera federal e invertir en ciencia y tecnología, particularmente en comunicación de la ciencia. De no hacerlo más personajes como Trump fomentarán el comportamiento egoísta, racista y cortoplazista que nos limitará en los próximos años.
Hago un llamado a los entes que planean el presupuesto en los estados para invertir en ciencia, tecnología y comunicación de la ciencia.


Este artículo fue publicado el día 23 de Noviembre en el periódico La Unión de Morelos

miércoles, 16 de noviembre de 2016

El egoísmo avanza

Hace unos días tuitie “En tiempos de egoísmo debemos reforzar la lucha en contra de la ignorancia y la educación es una excelente arma” lo escribí estando triste después de tener que aceptar que Trump había ganado las elecciones. La noticia de que Gran Bretaña abandona la Unión Europea es un hecho que, en mi opinión, marca que el renacimiento del comportamiento egoísta avanza en esa región del mundo. Ahora con la elección de un presidente racista, acosador y embustero en los Estados Unidos (EUA) son los hechos que atacan directamente mi optimismo. Debo comentar que estuve en la bahía de San Francisco California precisamente el día 8 de noviembre, el día de las elecciones en EUA, y por supuesto que en esa noche me dediqué a ver los noticieros locales. No me interesaba ver las noticias globales, esas son las que vemos aquí en México, sino quería ver las noticias de San Francisco, deseaba ver las caras de los comentaristas locales, de la gente que camina diariamente en las calles de esa ciudad. Esas visiones con sabor local son realmente importantes para aquilatar lo que pasa en la sociedad. Les comento que durante la transmisión en vivo vi caras muy largas al estar anunciando que Hillary iba perdiendo y que Trump iba ganando. Debo confesar que conozco medianamente el estado de California, ya que viví por algún tiempo en esas tierras y, por eso, estoy convencido que su población mayoritariamente es bien educada y preocupada por el entorno cercano y lejano. Aspectos que no he visto claramente en el centro de los EUA, donde imperan los negocios de baja tecnología, donde producen millones de kilos de carne con animales confinados. Ese día estuve en Berkeley en una zona caracterizada por ser de las generadoras de compañías que crean productos o servicios de alto valor agregado, es decir una zona educada e informada. También debo aclarar que considero que las políticas en general de los EUA, independientemente de que partido provengan, siempre contienen una componente que perjudica al resto del mundo, su comportamiento no es altruista. Sin embargo, me es claro (y por supuesto comparto) lo que muchos ciudadanos de los EUA comprenden: el bienestar social, el bienestar de las personas independientemente de su origen incluye al resto del mundo. La idea de que no hay nada lejos, de que no podemos contaminar en un recóndito lugar sin afectar donde vivimos es algo que comparto.
Regreso a comentar mis impresiones sobre que las noticias eran comentadas por personas que mostraban desilusión, hablando con ritmos lentos como esperando que los números cambiaran, desilusionados por lo que estaban experimentando. En los noticiarios. Se mostraban mapas donde se observaba que Massachusetts y California contribuían a la causa de Hillary; pero la parte central del mapa de los EUA era para la causa que promueve el racismo, la xenofobia y promete un retorno al pasado que ya no existe. La propuesta de Trump hace oídos sordos al hecho que el entorno físico ha cambiado, de que se han agotado los recursos naturales y sin mencionar que el propio entorno social ha cambiado. Es un hecho que el agotamiento del los recursos naturales, la desigualdad social, la pobreza extrema ha aumentado sin parar en comparación con la situación a mediados del siglo pasado y estos hechos han sido causados por comportamientos como los asumidos por Trump. En mi opinión, no hay forma en que se pueda retornar a lo que Trump llama una América poderosa.
Hoy en día parece que las artimañas evasivas de impuestos, los plagios de textos o los negocios para los amigos son comportamientos que son aceptados, indistintamente de los países, por los que detentan el poder y lo más grave es que los propios gobernantes rompen las reglas de convivencia. Esto es realmente triste y desesperanzador.
Similarmente a cuando escribí que los ciudadanos de Cuernavaca no merecíamos tener una autoridad municipal sin preparación, hoy comento que los mexicanos y los ciudadanos de los EUA no merecen tener como presidentes a personas que no respetan las leyes que regulan el pacto social del que derivan las relaciones humanas.
En todos estos casos, desde mi perspectiva, solamente puedo justificar el voto de las mayorías por su desinformación y ausencia de información y capacidad de análisis, causada, en parte, por la avalancha de pseudoinformación y la flagrante enajenación que las grandes corporaciones mediáticas están promoviendo al generar y transmitir contenidos que promueven la admiración por las infracciones a las mínimas leyes de convivencia (telenovelas de narcos) y la especulación de que la ciencia y tecnología generan productos que conllevan a daños para todos (apocalipsis zombie).
Desde mi perspectiva no puedo ver otra alternativa de solución a lo anterior que seguir trabajando: primero necesitamos provocar una distribución equitativa de la riqueza y segundo educar e informar para poder tomar decisiones basadas en el conocimiento, pero con las necesidades básicas resueltas.


Este artículo fue publicado el día 16 de Noviembre