miércoles, 23 de septiembre de 2015

Maximizar potencia no es una alternativa sustentable


Recientemente leí en una revista que el cambio en la temperatura promedio de nuestro planeta tiene una tendencia a aumentar, que producirá cambios sustanciales en nuestra vida.
En este contexto una pregunta que taladra mis pensamientos es ¿por qué los humanos no entendemos que la explotación de los recursos sin considerar su limitación es una constante en el desarrollo de la humanidad? Esta pregunta me recuerda que en el libro de Colapso de Jared Diamond se puede encontrar que el agotamiento de los recursos naturales es una de las causas más recurrentes en el colapso de las civilizaciones a lo largo de la historia. En este mismo sentido podemos encontrar el libro de Natural Design de Adrian Bejan que establece que tanto los fenómenos naturales como los económicos o culturales obedecen a una tendencia natural a maximizar los flujos. Esta frase merece una explicación mayor. En este libro, Bejan nos hace ver que la estructura ramificada de los sistemas de aguas en la superficie de la tierra: riachuelos, arroyos y ríos obedece a la tendencia a maximizar el flujo de agua de las montañas al mar. Esta misma tendencia se puede encontrar en los sistemas vasculares de las plantas y de los árboles que producen flujos máximos. De igual forma la estructura de los conductos en los pulmones de los mamíferos maximiza el flujo de aire para la oxigenación de la sangre. Adrian Bejan también comenta que los sistemas económicos están diseñados para maximizar el flujo del dinero o que los sistemas carreteros bien diseñados maximizan el flujo de vehículos. De hecho a esta forma de operar del mundo se le llama Teoría constructual.
Por lo tanto, parece ser que los procesos naturales tienden a maximizar los flujos. La idea de maximizar los flujos implica que se desea obtener el mayor beneficio en el menor tiempo posible. Estos hallazgos contrastan con la ingenua idea de que los procesos naturales son eficientes. Debemos aquí aclarar que un proceso eficiente es aquel que “hace más con menos” en cambio la maximización de los flujos implica hacer las cosas lo más rápido posible. En la mayoría de los procesos naturales, económicos o sociales estas dos formas de operar no son equivalentes.
Para mí es claro que esto no es algo que se conocía con anterioridad, es hasta finales del siglo XX que se puede concluir que los procesos maximizan el flujo. Para aquellos que conocen la termodinámica podemos decirles que los procesos naturales al maximizar los flujos maximizan la producción de entropía (la producción de entropía es una función bilineal de los flujos) y por lo tanto aumentan la irreversibilidad, hecho que los aleja de ser eficientes.
Con estos argumentos podríamos pensar que las personas percibimos que la forma óptima de actuar es maximizar los flujos y por lo tanto no ponemos atención en la eficiencia y por ende agotamos los recursos. De ser cierto esta conjetura, podríamos decir que los procesos, tanto naturales como económicos o sociales, tienden a degradar el entorno.
Una de las consecuencias de la maximización de los flujos radica en la aparición de distribuciones libres de escala en la mayoría de los procesos. Estas son distribuciones que se miran iguales desde cualquier escala. Así, encontramos el principio de Pareto o distribución del 80 – 20. Aunque el principio de Pareto fue enunciado en la primera mitad del siglo pasado, solo recientemente se ha encontrado que este principio resulta válido para muchísimos procesos. Como ejemplo encontramos que cuando ordenamos a las empresas de acuerdo a su capital encontramos pocas empresas que tienen un gran capital y muchas empresas con un capital exiguo. Lo mismo pasa cuando ordenamos a las personas de acuerdo a su riqueza. Esto también sucede con el número de especies en las regiones, hay pocas regiones con muchísima biodiversidad o muchas con unas cuantas especies. Es decir, la maximización de los flujos provoca que haya una distribución no equitativa de los recursos.
No podría resumir aquí la discusión amplia que Bejan hace en su libro; pero si me queda muy claro que de aceptar los modelos sociales o económicos actuales, que dicho sea de paso solo replican los procesos naturales de maximizar los flujos, no podemos alcanzar una distribución con mayor equidad del bienestar. Este principio establece que en una distribución hay pocos con mucho y muchos con poco, claramente esto no puede ser sustentable en el sentido que hemos planteado muchas veces en estos textos.
En cambio, la búsqueda de la eficiencia produce fenómenos que hacen más con menos. En física e ingeniería la noción de eficiencia es totalmente diferente de la potencia. Como mencioné arriba en el texto, maximizar potencia busca obtener beneficios lo más rápido posible, esto implica que desperdiciamos parte de lo que deseamos durante el proceso, la búsqueda de obtener lo máximo posible sin importar mucho el tiempo puede disminuir las diferencias en la distribución, es decir buscar procesos eficientes es una alternativa para evitar las distribuciones inequitativas.
En otras palabras, quizá sea conveniente considerar aspectos de largo plazo en lugar de tener objetivos de corto plazo.
Es así como desde mi punto de vista un enfoque hacia la eficiencia puede conducirnos a una distribución de la riqueza, de los recursos o del conocimiento más equitativa. Sirva esto para dialogar.

Una versión previa de este artículo fue publicada el día 23 de Septiembre

miércoles, 19 de agosto de 2015

Capacitación para el uso de Energías Renovables


Uno de los efectos que la Reforma Energética trajo al ámbito académico es que instituciones extranjeras han detectado que no contamos con las suficientes personas preparadas para aprovechar nuestro potencial energético. Situación que no debe alegrarnos y estas instituciones han mostrado interés en la formación de estas personas. Recordemos que durante unos 40 años fuimos un país petrolero que vivió de este recurso no renovable y que en la mayoría de este tiempo solamente el Instituto Politécnico Nacional y la Universidad Nacional Autónoma de México tenían la carrera de ingeniería petrolera. La triste definición de PEMEX como empresa seguidora de tecnología (y no creadora) provocó que el país renunciara a lo que pudo ser su principal motor tecnológico. Para mí es claro que, a pesar de que ya casi agotamos nuestros yacimientos de hidrocarburos, la riqueza que se extrajo de estos yacimientos no fue utilizada con sabiduría para disminuir la desigualdad en la distribución de la riqueza. Claramente, en este milenio cuando más caro se vendió el barril de petróleo, la desigualdad en el bienestar de la población aumentó en todo el territorio nacional. En nuestro país el petróleo no ha servido para propiciar un beneficio social y ahora se busca explotar lo que queda a un mayor ritmo con inversión extranjera.
Regreso al tema de que instituciones académicas extranjeras se preocupan por darnos asesoría para poder extraer, lo más rápido posible, lo que resta en los yacimientos de hidrocarburos. Es más empresas extranjeras que poseen tecnología para este fin también están interesadas en invertir para ello. Lamentablemente para ellas, la situación del precio del petróleo, orilló a que la oferta de los yacimientos de hidrocarburos no fuera tan exitosa como se había pronosticado hace dos años. Debo aclarar que en la mayoría de las reuniones con empresas o instituciones educativas con estos fines la constante es hablar de temas de energía. En algunas de estas conversaciones los extranjeros consideran que la energía en México es sinónimo de hidrocarburo, por supuesto he he argumentado en contra de esta afirmación, aclarando que esa no es la situación en el mundo y menos en nuestro país.
México con su privilegiada ubicación geográfica posee un envidiable abanico de fuentes renovables de energía. Tenemos en promedio 5kWh por metro cuadrado de energía diaria que proviene del Sol. Contamos con recurso eólico para grandes aerogeneradores en diversas regiones del país y con un amplio litoral adecuado para instalar aerogeneradores pequeños, en este mismo litoral el aprovechamiento de la energía de mareas, corrientes marinas y oleaje es promisorio. Otras fuentes de energía que están esperando su uso son la geotérmica tanto la hidrotermal como los yacimientos de roca seca caliente. La extracción de energía de los residuos sólidos orgánicos también es un aspecto que podemos integrar en una estrategia de generación distribuida de energía.
Esta situación es totalmente diferente a la que encontramos en los países de origen de las instituciones que nos ofrecen su ayuda: en la Gran Bretaña donde la disponibilidad de la energía solar es realmente limitada, lo mismo sucede con Canadá. Este último país cuenta con recursos hidroeléctrico que puede explotar. Los ingleses están apostando a la eólica tanto en la tierra como en el mar. Un ejemplo de adaptación interesante es Islandia donde el aprovechamiento de la energía geotérmica está ampliamente extendido y la mayoría de la energía que se usa en la isla proviene de ella. Alemania está apostando a diversificar la generación de electricidad y usa la escasa energía solar de que dispone. En el mundo muchas comunidades, ciudades y países están apostando por la promoción de estas fuentes de energía.
Si bien, el recurso petrolero no lo pudimos aprovechar en los aspectos educativos, desde mi punto de vista considero que, con las fuentes renovables de energía no debe pasar lo mismo.
Claramente hoy en día en nuestro país, y en el mundo, se requiere personal técnico, profesional y de investigación en energías renovables. Hoy, en nuestro país, hay más de 30 instituciones que imparten carreras relacionadas con energías renovables. En el Instituto de Energías Renovables se imparte a nivel licenciatura y en los posgrados de Ingeniería, Materiales y Física se abordan temas de investigación relacionados con estos tópicos. Situación similar sucede en diversas instituciones en el país. En particular, Morelos tiene capacidades y disponibilidad para utilizar la energía solar tanto para producir electricidad mediante sistemas fotovoltaicos como para calentamiento de agua con calentadores solares.
Hoy en día, inclusive con los precios de electricidad y combustibles la opción de usar fuentes renovables de energía es económicamente redituable para la sociedad contemplando los costos de capturar las emisiones de bióxido de carbono.
En mi opinión, para tener un país sustentable podemos empezar por buscar un México movido por fuentes renovables de energía, esta es tarea de todos, compartamos este esfuerzo, capacitemos a nuestra gente y no lo dejemos en manos de otros.

Una versión previa de este artículo fue publicado el día 19 de agosto

miércoles, 12 de agosto de 2015

Reflexiones sobre instituciones educativas

En estos días he tenido muchos dilemas y aunque soy optimista el pesimismo me arrastra y tiende a desanimarme. La situación en nuestro país no parece cambiar en lo global. La pobreza aumenta, la injusticia también y la pesada carga de la corrupción parece no dejar que nosotros podamos construir una alternativa viable para nuestra sociedad. Puedo llenar estas páginas con narraciones que en la mayoría de las personas despiertan indignación y reclamo de justicia y equidad. De hecho los medios de comunicación y, más fervientemente, nosotros mismos en la Internet hemos descrito infinidad (ahora esta palabra me parece acotada) de hechos que nunca debieron haber sucedido. A veces prefiero pensar en que hay incapacidad, aunque otras me obligan a concluir que hay premeditación en las actuaciones que provocan corrupción, impunidad, explotación tanto de la tierra como de las personas y por ende una sociedad mexicana plena de pobreza y desigualdad.
La verdad que mi estado de ánimo fluctúa. Esta fluctuación se debe al contacto cotidiano con los jóvenes que me reaniman y provocan que regrese mi optimismo.
La semana pasada conviví por algunos minutos, hubiera querido que fuera más tiempo, con los nuevos estudiantes de la Licenciatura en Ingeniería en Energías Renovables que se imparte en Temixco (Instituto de Energías Renovables de la UNAM) durante la semana de ambientación. La intención de esta semana es presentarles, a estos jóvenes, el Instituto, la forma de trabajar y, aunque nos pesa, la forma de cuidarse. Recibimos 27 jóvenes de licenciatura y otros tantos en nuestro posgrado de Ingeniería en Energía, todos ellos se ganaron su puesto al acreditar sus capacidades y habilidades en los correspondientes exámenes de admisión. Todos ellos son jóvenes que merecen felicitaciones. En mi intervención en estas actividades me divertí con ellos. Vimos como se puede hacer una investigación sobre el concepto de belleza que posee este grupo y lo pudimos comparar cuantitativamente con el concepto de belleza occidental. También fue interesante cómo medimos el comportamiento colectivo y nos convencimos que en equipo y con la definición y apropiación de objetivos podemos lograr metas concretas que todos compartimos. Así en el IER, como en todas las instituciones educativas comienza el nuevo ciclo escolar con esperanzas para muchos jóvenes, debería ser para todos ellos, pero nuestra sociedad tiene un rezago en esta parte y no todos ellos tiene acceso a educación superior.


Como he comentado en escritos anteriores, las instituciones de educación superior en Morelos son jóvenes, lo mismo sucede en el país. En muchos países las instituciones educativas tiene siglos. En cambio en nuestro país, la mayoría de las instituciones educativas fueron fundadas en el siglo pasado, esta juventud se percibe en nuestra economía que todavía dista mucho de ser una basada en el conocimiento. De esta manera, tanto la sociedad como las mismas instituciones deben fomentar que el resultado de la educación redunde en beneficios sociales. Al ser estas instituciones entes vivos, dinámicos, sociales que tienen marcos institucionales y que interaccionan con el entorno natural pueden ser analizadas desde una perspectiva de sistemas complejos. Una de las principales trampas en las que caen este tipo de sistemas es el comportamiento en espiral descendente hacia bajo desempeño. Esto sucede cuando, entre otras cosas, la autoevaluación otorga beneficios económicos a los integrantes de la institución educativa. Por esta razón los órganos de evaluación deben tener un fuerte componente externo con criterios claros que impliquen la búsqueda de un desempeño creciente en cuanto a la obtención de productos académicos. La evaluación basada en resultados académicos también debe ser implantada en la evaluación de los estudiantes, es decir debe imperar la evaluación con base en resultados. Los criterios académicos son los únicos que deben argumentarse en estas evaluaciones, son los únicos que realmente prepararán a los jóvenes para contender con los complejos problemas a los que nos enfrentamos.
En nuestra sociedad requerimos de jóvenes capaces de generar soluciones a problemas que tienen características muy complejas con muchísimas aristas y que no parecen tener soluciones triviales, deberán poder trabajar en equipo, exigirse cada vez más un mejor desempeño, saber compartir y responsabilizarse de sus errores. Lamento tener que reconocer que mi generación en general no tuvo estos comportamientos y es una de las razones por las que les dejamos esta situación que nos agobia.
Reitero mi compromiso de trabajar en conjunto con los jóvenes para lograr transitar a una sociedad que genere el beneficio social.

Este artículo fue publicado el día 12 de agosto en el periódico La Unión de Morelos

lunes, 10 de agosto de 2015

La graduación de la primera generación de licenciatura en IER-UNAM

Hoy en día nos congratulamos de poder celebrar la primera graduación de la Licenciatura en Ingeniería en Energías Renovables (LIER). Hoy, estoy seguro, nos encanta ver que las jóvenes personas recién desempacadas del bachillerato hace cuatro años ahora inician su camino como profesionales de las energías renovables. Estoy seguro que estos jóvenes están satisfechos de haber alcanzado un sueño. Hoy también celebramos que otro grupo selecto de jóvenes profesionales culminaron sus estudios de posgrado, Tenemos entre nosotros nuevos profesionales de energías renovables, maestros y doctores en Ingeniería, Ciencia de materiales y Física.
Este día debemos reconocer la confianza, el amor, la fuerza que sus padres y en algunos casos sus parejas les dieron para forjar el temple para este largo recorrido -que no termina hoy- pero que hoy da muestras del compromiso y del esfuerzo que durante estos años han tenido que sostener.
Disfruten hoy el paisaje del camino recorrido. La vida misma es un andar, pero el andar por la Universidad es un privilegio especial.
Este es un día especial y lo especial lo hace esta temporalidad, hoy tenemos ya graduados de la primera generación de la LIER. Ustedes alumnos de la LIER han cambiado la vida de esta entidad académica, de este ahora Instituto. Los estudiantes de posgrado que ahora se gradúan también interaccionaron con ustedes y también fueron moldeados mediante estas interacciones cotidianas. Nosotros los académicos tuvimos que recordar (o aprender) cómo impartir cursos a estudiantes de licenciatura y con ello nos reanimamos y hasta rejuvenecimos. Encontramos mediante las ayudantías para ustedes la enseñanza a los estudiantes de posgrado del quehacer docente, aspecto que habíamos descuidado.


De estas interacciones todos hemos aprendido y construido una comunidad más sólida, tolerante y con nuevos bríos que solamente la juventud, como la de ustedes transmite, fomenta e inyecta.
Hoy es posible que ya aparezca la nostalgia para todos. Algunos de ustedes seguramente se despiden de nuestra entorno, pero sépanse siempre bienvenidos para intercambiar experiencias y recordar anécdotas enojosas, jocosas o ilustrativas, todas ellas conforman nuestras experiencias compartidas.
Pues sí, todos o casi todos los que estamos aquí fuimos partícipes en el día a día de eso que vivieron ustedes, de una u otra manera los acompañamos y también disfrutamos, a veces nos preocupamos, otras nos enojamos; porque facilitas las cosas no fueron; todas nuestras vivencias fueron cargadas de emociones, eso es parte de las delicias del proceso enseñanza aprendizaje. Sin embargo, todos hemos triunfado y ahora somas más tolerantes y tenemos más anhelos y todos: maestros, personal administrativo y sobre todo ustedes estudiantes han transitado por una comunidad que trata de imbuirles con el espíritu universitario. Este compromiso universitario se acentúo con la incorporación de la LIER y nos condujo a construir nuevas actividades aumentó el esfuerzo que la comunidad tuvo que realizar. Por supuesto, entonces las satisfacciones se incrementaron.

Con esta graduación estamos iniciando una actividad: la celebración de la graduación de nuestros estudiantes. En 1986 se graduó la primera estudiante de licenciatura que realizó su tesis en Temixco. En aquel entonces esta entidad solamente era el Laboratorio de Energía Solar, después hubo un primer maestro y un primer doctor. También hubo un primer maestro en Energía Solar. Desde mi punto de vista, debimos haber celebrado a todas y cada una de las generaciones de nuestros estudiantes y espero a partir de hoy lo hagamos cada año. Con esta celebración estamos creando una tradición de honrar a los nuestros. Aquí debo reconocer el trabajo de Magali Nieto, a quien toda la comunidad le ha encomendado cuidar nuestro ambiente, ella me insistió en concretar esta ceremonia y ahora aquí estamos.
Todos ustedes nos han escuchado a varios académicos, si no es que a todos, hablar de que debemos apuntar hacia un desarrollo sustentable. Es más estoy seguro que ustedes mismos escogieron esta carrera, esta maestría o este doctorado con la esperanza de contribuir hacia la sustentabilidad para nuestra sociedad.
Desde mi punto de vista, ese es el verdadero reto que todos enfrentamos. Recordemos que la sustentabilidad no es algo simple, es más no es algo sencillo de explicar. Lo que si sabemos es que es una forma de vivir tanto para las personas, como para las familias, las comunidades, las empresas las naciones, e incluso para las civilizaciones en su conjunto. Si no logramos transitar a ella el destino de nuestra especie está en peligro.
La formación universitaria, en este mundo occidental, tiene ya casi un milenio y en Temixco tenemos 30 años, estamos en los comienzos. La ventaja que tenemos es que en esas universidades también están descubriendo, como nosotros, que estamos en un punto donde el uso de las energías renovables es apremiante para que podamos conseguir el bienestar social.
Considero que si bien la curricula o proyectos donde participan tienen un amplio y detallado contenido técnico también nuestra intención es inspirarlos para que en su trabajo profesional promuevan una visión hacia la sustentabilidad, y, más que un bienestar individual, la construcción del bienestar social. A pesar que la sustentabilidad involucra cuatro ámbitos, la localidad y la temporalidad, requiere que abordemos sistemas que presentan resiliencia con un profundo conocimiento de las interacciones entre muchos entes, es decir es un verdadero sistema complejo. Para abordar este tipo de sistemas podemos seguir las reflexiones de Donella Meadows en su libro “Thinking in Systems” donde señala las trampas en las que solemos caer al vernos inmersos en la problemática de los sistemas complejos: a) Política de resistencia al cambio, b) La tragedia de los comunes, c) Deriva al desempeño pobre, d)Espiral al agotamiento, e) Éxito al exitoso, f) Traslado del costo al interventor, g) Distorsión de las reglas, h) Búsqueda del objetivo erróneo. Considero, tanto en la licenciatura como en el posgrado, les hemos dado herramientas para que contribuyan a construir sendas que nos ayuden a transitar hacia el bienestar social desde una perspectiva sistémica y podamos resolver estas trampas. Recuerden promover los beneficios comunes, la educación e información, la tolerancia, la búsqueda de la calidad, el optimismo, el aprender haciendo, la perspectiva de trabajo colectivo y del largo plazo.


Hoy estamos de fiesta y felicidades queridos estudiantes graduados, a ustedes y a su Familia. En el camino nos veremos para construir juntos nuestras metas.

Este texto fue leído en la Ceremonia de graduación de la primera generación de la LIER y de estudiantes de posgrado del IER-UNAM el 10 de agosto de 2015.

miércoles, 29 de julio de 2015

Instalaciones educativas una inversión social

En este julio viajé a diferentes países para promover la colaboración científica en temas de energías renovables. Tuve la oportunidad de estar en Inglaterra, Estados Unidos y Canadá. Claramente los viajes ilustran y debido a mi trabajo he visitado países de todos los continentes. En estos viajes cada vez me convenzo más de que tenemos que imitar las acciones que nos ayuden a conseguir un bienestar social y, por supuesto, evitar aquellas que deterioren nuestra relación con otras personas o con nuestro entorno natural.
En otras ocasiones me he referido al sistema científico de Morelos como un sector que trabaja y produce conocimiento. Está compuesto por más de mil investigadores formando aproximadamente otros mil estudiantes becados de posgrado. Esta fuerza productiva todavía no ha sido plenamente aprovechada por las empresas o industrias morelenses. Este sector científico tiene poco más de 30 años de establecido en el estado. Aunque para muchos de nosotros es toda una vida no lo es para la sociedad. Todavía no ha pasado una generación con este sector científico que goza de reconocimiento en el ámbito nacional e internacional.
Muchas veces en conversaciones me han preguntado que para que sirve este sector y yo les he dicho que poco a poco se puede cambiar la sociedad y tornarla en una sociedad con mejores fuentes de trabajo y con un ambiente cultural diverso. En pocas palabras todavía este sector científico es un infante y requiere cultivarlo.
Déjenme ampliar esta discusión. Si bien los morelenses estamos orgullosos de tener entre nosotros varios sitios arqueológicos con antigüedad de cientos de años, he tenido la oportunidad de estar en templos en China que han estado funcionando como tales más de un milenio. Claramente, esto es realmente una tradición. Estos lugares han sido ocupados por personas que hacen prácticamente las mismas actividades por más de un milenio. Recientemente estuve en Cambridge, Inglaterra, donde está una universidad fundada hace más de 800 años. Estuve en Manchester donde la universidad tienen casi 200 años trabajando. Claramente estas instituciones han tenido tiempo para generar conocimiento que redunda en beneficio social en su entorno y han dejado huella en el ámbito internacional.
Tengo que enfatizar que, este verano estuve en una ciudad mucho más joven que Cuernavaca (casi 500 años) la ciudad de Toronto que tiene menos de 400 años de fundada. Ahí visité la Universidad de Toronto que tiene más de 150 años de estar operando. Su creación se debió a que los fundadores de la ciudad deseaban que los jóvenes se formaran para que desarrollaran lo necesario para vivir en ese gélido lugar. De esta manera, queda claro que estas sociedades han considerado a la educación como una inversión social, y desde mi perspectiva ha sido totalmente benéfica para ellos. Por esta razón, considero que la inversión que actualmente se hace con la Beca Salario en Morelos es una inversión que redituará en el futuro.


Jesse Ketchum School en Toronto, Canadá, fundada en 1856

Por otro lado, pero en el mismo tenor, quiero resaltar que en Toronto encontré dos escuelas, una primaria y otra secundaria, con más de un siglo de antigüedad, que continúan funcionando como tales. No conozco una escuela en Cuernavaca con esta tradición. Por supuesto que han sido modernizadas, pero continúan siendo activas y formando a los ciudadanos del lugar. Uno de los aspectos que considero importante en estas dos escuelas es que tienen lugar para hacer deporte, cancha de voleibol y basquetbol, así como pequeños jardines que son usados en la mañana por las escuelas, pero en la tarde o fines de semana son disfrutados por la comunidad en conjunto. Es decir, se enseña el compartir y el respetar los lugares de la comunidad.

He comentado todo lo anterior para recordar que tenemos, como sociedad morelense, una deuda con pequeños poblados donde no se han construido instalaciones apropiadas para la enseñanza de los jóvenes. En particular, hoy me refiero a Cuentepec, pero podría decir los mismo de muchas otras pequeñas ciudades o poblados de nuestro México profundo.
Menciono Cuentepec, porque ha sido un lugar en el que la Academia de Ciencias de Morelos ha visto un esfuerzo pausado pero de paso firme hacia la formación científica de sus jóvenes. En Cuentepec está funcionando el COBAEM EMSAD 02, en instalaciones prestadas y sus estudiantes, dirigidos por comprometidos maestros, han tenido excelente desempeño en actividades relacionadas con la ciencia. Esto ya ha sido mencionado varias veces en esta columna por Enrique Galindo y Alejandro Alagón. Es más, en este año uno de sus estudiantes obtuvo el primer lugar en el Congreso CUAM-ACMOR. Sin embargo, no cuentan con instalaciones adecuadas, por supuesto que tenemos un rezago con ellos y considero importante que colaboremos para que cuenten con una escuela digna. Quizá se pueda innovar y construir un sitio comunitario que en el día se ocupado por la escuela y los fines de semana sea disfrutado por la comunidad.
Con esto lo que queremos decir, es que necesitamos darles a nuestros jóvenes las herramientas necesarias para que puedan promover el bienestar social en sus comunidades y en el estado, mejor en el país. Considero muy importante que las personas encargadas de tomar decisiones visualicen la relevancia de establecer instituciones educativas en las poblaciones que no las tengan. Claramente, tenemos que fundar las instituciones educativas donde se requieran y más donde ya haya una actividad docente que la comunidad está valorando, aprovechando y solicitando. Todo esto será una inversión para todos nosotros, incluidos los que no vivimos en esas comunidades.

Una versión previa de este artículo fue publicado el día 29 de Julio

miércoles, 8 de julio de 2015

La necesidad de cultivar el comportamiento cooperativo.

En esta ocasión quiero comentar sobre la necesidad urgente que tenemos de promover una cultura de compartir. Estoy de acuerdo que compartir en situaciones de carencias es muy complicado, pero esta conducta es la que ha propiciado que diferentes pueblos se mantengan en situaciones adversas.
Aunque la frase anterior parezca desconectada de la que sigue, se verá al final que podemos cerrar la argumentación, pero no quiero contar el final antes de argumentar.
Hoy es clara la necesidad de evaluar el desempeño en todos los ámbitos en que nos desarrollamos, ya sea en la empresa, en la escuela, en el gobierno, en el deporte, etc. De hecho es algo que constante y cotidianamente hacemos. En el ámbito empresarial la evaluación puede hacerla el llamado mercado. Cuando leo u oigo esta palabra mercado, parece ser un ente extraño que resulta ajeno a todos nosotros, lo mismo puedo decir de la palabra gobierno. Para muchos gobierno es algo ajeno y realmente nosotros tenemos muchos que ver con estos dos entes, que al menos en nuestro país parecen ser generados sin nuestra participación, pero como ya vimos en Cuernavaca el voto cuenta.
El mercado está realmente formado por nosotros como clientes, nosotros podemos seleccionar lo que compramos, tenemos en principio la capacidad de decidir que compramos. Pero existen mecanismos para orientar nuestras compras. Basta recordar que la publicidad nos puede transmitir mensajes que convenzan para adquirir determinado producto. De hecho, en estos días el conocimiento sobre el comportamiento de las personas ha generado estrategias para que los mensajes cumplan con su objetivo de orientar la compra. Es más estas estrategias incluyen el uso de la imagen creada de personas con desempeños singulares en los medios o en los deportes. La idea es ganar más en el menor tiempo posible. El sueño de toda persona convertirse en rico de la noche a la mañana, sacarse la lotería, casarse con una persona rica, en fin tantas opciones ingenuas.
En la actualidad algunas empresas, que son administradas por personas, definen estrategias para conseguir que sus productos o servicios sean adquiridos por muchas personas sin entender los mecanismos reales de funcionamiento de la economía. Como bien lo he dicho en estos escritos la opinión que aquí se vierte no es de experto, sino es solamente una opinión que deseo compartir. Aclarado este punto, quiero comentar que el actual paradigma del progreso o del continuo desarrollo económico está basado en falacias. Por ejemplo, se considera que los recursos son ilimitados y que la forma de conseguir que haya empresas y por lo tanto empleos, de tal forma que todos podamos obtener ingresos para subsistir es el consumismo. Tirar comprar tirar parece ser el eslogan de hoy y del mercado. Tenemos un plantea finito, lo único que entra es la energía del solar.
Estas decisiones, que llamamos corporativas, son tomadas por personas que de alguna manera han sido premiadas por su desempeño y han sido seleccionadas de alguna forma para ocuparlos. Por las decisiones que toman parece ser que han sido premiadas por definir estrategias egoístas para obtener el mayor beneficio en el menor tiempo posible. Es decir, no hemos sido capaces de generar una cultura para compartir. Nuestros métodos de evaluación han sido definidos para obtener el mayor beneficio en el menor tiempo. Debemos definir criterios de evaluación social que premien las actitudes cooperativas.
A lo largo de la historia podemos ver que sociedades que comparten en situaciones extremas son las que prevalecen. Por ejemplo, la sociedad más antigua donde hubo un “parlamento” (reunión de los habitantes para definir acciones) es islandesa (en Grecia había esclavos que no votaban), para mayor explicación de esta afirmación sugiero leer el libro “Colapso” de Jared Diamond. En la antigüedad, la única forma de vivir en la situación realmente extrema del invierno islandés es mediante la cooperación. Por cierto los islandeses ya desafiaron y ganaron a la Unión Europea.
En estos días parece que nos enfrentamos a situaciones realmente extremas, la inseguridad en nuestro país, la crisis económica en otros, la catástrofe en algunas islas del pacífico, en fin tanto ejemplos.
Aunque parezca ingenuo, la única salida que veo con una perspectiva de muchas generaciones es empezar a cultivar, mediante la evaluación continua, la actitud de compartir.

Este artículo fue publicado el día 8 de Julio en la Unión de Morelos