miércoles, 25 de marzo de 2015

Comprar, usar, reparar, usar



Este fin de semana alguien muy querido me preguntaba ¿qué si los mexicanos habíamos perdido la capacidad de reparar los aparatos electrónicos? Para poder continuar con el tema, considero muy importante aclarar el contexto en que surgió la pregunta.
Estábamos platicando sobre las vicisitudes de los aparatos electrodomésticos. Estaba comentando el hecho de que de repente empezó a fallar mi horno de microondas y tuve que llevarlo a revisar. En el taller me dijeron que todo estaba bien con el horno y que seguramente tenía bajo voltaje en casa. Esto era algo común hace unos 25 años, pero desde hace varios años, debo decir que la calidad del fluido eléctrico ha sido adecuada. Regresé con mi horno a casa, cabizbajo ya que decía para mis adentros: ¿por qué no checaste primero el voltaje? En lugar de pensar que los aparatos ya no tienen la vida que antes. Debo confesar que el anterior horno de microondas que acabo de jubilar nos dio excelente servicio por más de 20 años y ahora el nuevo tiene menos de 3. Así que llegue a casa y saqué mi multímetro para medir el voltaje. El voltaje era el adecuado antes de poner a funcionar el horno y cuando empezaba a funcionar caía a menos de 100 Volts (el voltaje adecuado es 120 V) evitando que el horno funcione bien. Esta falla generalmente se debe a que el neutro que proviene de la CFE y entra a las instalaciones se desconectó o tiene un falso contacto. Lo demás funcionaba dado que tengo una tierra eléctrica adecuada. Efectivamente salí a la calle y pude observar que el cable que llegaba a mi casa tenía el otro extremo flotando en el aire. Por supuesto llamé a la CFE, me atendieron amablemente y coincidieron en que mi explicación podría ser la causa de la falla de mi horno de microondas. Me dieron varios números y me comentaron que en menos de 48 horas debería estar arreglado el problema. Para mi sorpresa el cable suelto fue arreglado por la CFE en menos de 4 horas.
Sirva todo este preámbulo para continuar con la primera pregunta (que para estos momentos el lector quizá habrá olvidado, al menos el escritor tuvo que volver a leerla). Estaba comentando lo del horno cuando de repente saltamos al tema de que últimamente entre los conversadores habíamos mandado a reparar cuatro teléfonos celulares o aparatos electrónicos pequeños para oír música y que la respuesta común de los técnicos de los diferentes servicios era que costaba más repararlo o que no tenían las partes para reparar el aparato.
En este contexto surgió la pregunta, ¿estamos perdiendo la capacidad de reparación en nuestro país?
La respuesta es que sí, sin embargo no es algo exclusivo de nuestro país. Esta capacidad se está perdiendo en todo el mundo, dado que nos encontramos en una estrategia de maximización del consumismo. Los cuatro aparatos fueron diagnosticados y la respuesta que se obtuvo fue que la refacción ya no se encontraba; pero en todos los casos tenían menos de cuatro años de uso, surgen muchas preguntas. Uno tenía el display estrellado, pero lo demás funcionaba, otro la conexión para cargarlo estaba rota, otro más que el sector de arranque se había dañado, etc. Todas estas explicación indican que se tiene la capacidad de diagnosticar las fallas, pero no la de reparar los aparatos. En la actualidad los fabricantes de aparatos electrónicos no tienen la obligación de fabricar refacciones para poder repararlos en caso de falla. Recuerdo que hace algunos años un fabricante de automóviles adquiría el compromiso de fabricar las refacciones por al menos diez años. En el caso de los electrónicos no es así.
La situación todavía es más alarmante, en la actualidad contamos con dispositivos electrónicos que están programados para ya no trabajar después de una corta vida de uso. Sí, aunque el lector no lo crea, hay fabricantes que programan sus productos para morir sin motivo alguno, solamente propiciando la compra de un nuevo producto. Es más, en la actualidad varios celulares que electrónicamente funcionan, ya no pueden ser utilizados debido a que el nuevo software no puede correr en ellos. De esta manera, si uno desea contar con nuevos servicios requiere de comprar un nuevo celular. Este fenómeno es conocido como obsolescencia programada y tiene aspectos que deben ser considerados en su análisis.


Vean este excelente video de unos 8 minutos sobre Obsolescencia programada por MakingUFeel

Un argumento a favor de esta programación para la salida de circulación de los productos es que con ello se generan empleos y las personas pueden vivir. Claramente, este argumento puede ser rebatido fácilmente, ya que la fabricación de las refacciones también puede generar los empleos suficientes.
Para mayor información les recomiendo ver la película “Comprar, Tirar, Comprar”. Yo la vi por primera vez en el festival Cinemaplaneta (en este abril será la nueva edición) hace algunos años y todavía la recuerdo. La verdad es que el comportamiento consumista actual hace que la recuerde vívidamente.
Hoy en día estamos enfrentado una problemática compleja con múltiples aspectos a considerar. Algunos estamos convencidos que el desarrollo sustentable es una alternativa, pero se requiere que todos contemos con información y podamos decidir con conocimiento.

Una primera versión de este artículo fue publicado el día 25 de Marzo en la Unión de Morelos.

miércoles, 18 de marzo de 2015

En la búsqueda del bienestar social.

Esta semana comenzó con una mala noticia para quienes valoramos el periodismo real y comprometido con difundir información. Claramente, no puede haber información imparcial, toda información tiene el sesgo de quien la difunde. Sin embargo, debemos reconocer el comprometido esfuerzo que ha realizado Carmen Aristegui y su equipo de colaboradores desde hace varios años.
Todos los días en la mañana tenía la disyuntiva de escuchar la noticias locales o los programas de ciencia matutinos o escuchar las muy interesantes y agudas narraciones, entrevistas o los comentarios de los invitados de Carmen Aristegui. Conocía perfectamente las frecuencias para poder escucharla, ya sea en el D.F. o en Cuernavaca y cuando viajaba también la escuchaba por Internet. Todo el tiempo me era claro que iba a decir cuidadosamente lo que pensaba y mediante preguntas inteligentes hacer que sus entrevistados dieran información.
En artículos anteriores he comentado como el periodismo ciudadano está cambiando la manera en que la sociedad se informa; pero siempre es importante contar con un equipo profesional, crítico y comprometido para informar de la manera más amplia posible, sin restricción de parte de intereses mezquinos.
En esta ocasión, quiero comentar que desde mi perspectiva existen muchos posibles argumentos para que MVS decidiera no permitir más que Carmen Aristegui continuara con el noticiero matutino líder en el país. Todas ellas muestran la mezquindad, egoísmo y avaricia del sector social mexicano que se ha apoderado tanto del ámbito político como del ámbito empresarial. Desde mi punto de vista, el periodismo crítico de Carmen Aristegui sirvió a MVS mientras se discutían las leyes de radio y televisión, pero ahora ya no les interesa mantener posturas críticas a los dueños de esa empresa. Ellos también son parte de la sociedad mexicana; pero claramente tienen una desmedida ansia de poseer sin dejar algo para los demás.
Por supuesto que esta situación me despierta coraje, impotencia e incontrolables deseos de acceso a niveles de decisión para poder transformar los paradigmas actuales. Estos deseos lo plasmo en mi vida cotidiana, tratando de formar mejores personas al dar clases, realizar investigación y formar personas más preparadas y con compromiso social.
Ya es tradicional que mencione aquí algunos textos de personas que han dedicado tiempo y esfuerzo para entender la problemática que nos aqueja y vislumbrar con ello las posibles soluciones.
El día de hoy pensaba argumentar más lo que discutí hace algunas semanas sobre la problemática de la tragedia de los comunes. Con mucho agrado, la semana pasada, recibí un mensaje a mi cuenta de Facebook de Alejandro Pisanty, buen amigo, científico y promotor de un activo y socialmente responsable Internet. El Dr. Pisanty me sugirió leyera otro libro de Elinor OstromUnderstanding Institutional Diversity” para que completara la propuesta de solución a la conformación de instituciones que atiendan la complejidad de limitaciones en los recursos y que al mismo tiempo sean promotoras del bienestar de su comunidad maximizando ese bienestar colectivo. Por supuesto, estas estrategias son diametralmente opuestas a las que estamos sufriendo, donde las reformas estructurales parece beneficiar solamente a los sectores más pudientes. Esto último, Donella Meadows lo denomina acciones que dan más a los exitosos. Para contrarrestar el beneficio individual desmedido propusimos la educación y concientización. A esto el Dr. Pisanty me recordó que debemos definir reglas de uso, aprovechamiento y mantenimiento de los recursos en dos niveles: a) reglas propuestas por la comunidad y b) reglas propuestas por el entorno social de la institución, esto es discutido ampliamente en el libro que me recomendó. Por supuesto Alejandro Pisanty tiene razón y debemos construir estructuras sólidas en los dos niveles. La fortaleza de las reglas comunitarias podría ser suficiente en un entorno cerrado, pero debemos trabajar para construir y fortalecer las reglas externas. Actualmente tenemos en México y en el planeta este tipo de reglas; pero en ambos niveles son muy débiles. En las dictaduras las reglas fuertes son extracomunitarias. Por esta razón considero imperioso empecemos a trabajar colectivamente para definir y hacer respetar reglas con la fortaleza de haber sido consensuadas para que garanticen que los procesos de nuestra vida consigan involucrar equitativamente los ámbitos económicos, sociales, ambientales e institucionales.
Percibo severas dificultades en este camino; pero invito a continuar trabajando para conformar sólidas bases colectivas, por ejemplo: periodismo ciudadano (la iniciativa Mexicoleaks es un claro ejemplo), ciencia ciudadana (estudiando localmente los problemas locales, amalgamando el conocimiento tradicional con el científico) y en general organizaciones sociales para institucionalizar reglas basadas en perspectivas de largo plazo y que su objetivo sea maximizar el bienestar social. Quizá nuestro deseo de un periodismo crítico pueda ser un detonador de actividades colectivas que construyan entes sociales capaces de generar beneficio social que deseamos.

Una versión resumida de este artículo fue publicado el día 18 de Marzo

miércoles, 4 de marzo de 2015

Del Sr. Funcionario a la solución de la tragedia de los comunes

El día de hoy quiero insistir en la importancia de construir esquemas organizativos que permitan contender con la problemática compleja a la que nos enfrentamos en nuestro planeta. A lo largo de la historia las organizaciones humanas han sido fundamentalmente jerárquicas. Incluso en las democracias los elegidos se invisten de títulos que recuerdan a los títulos nobiliarios. Por ejemplo, la forma de dirigirnos a los miembros del congreso en los países democráticos tiene una carga cortesana: nos referimos al Sr. Senador Menganito, al Sr, Diputado Sutanito, al Sr. Presidente Municipal Perenganito, lo mismo hacemos con los presidentes y gobernadores. Para mi es claro que todos estos puestos fueron otorgados por el voto directo de los electores y el nombramiento no siempre confiere distinción a las personas diferente a la de haber sido electos. Claramente esto no es así para los reyes y emperadores que por “derecho divino” les fue conferido el cargo o título. Aquí no me voy a referir a lo justo de ese nombramiento divino, me concretaré a comentar los aspectos de las democracias o de las designaciones.
Desde mi punto de vista hay organizaciones y más concretamente actividades y tareas sociales que deben ser realizadas por entes jerárquicos, mencionemos, por ejemplo, la aplicación de la ley en sanciones a faltas. Sin embargo, hay muchas otras tareas que requieren del concurso del acuerdo social. Pongamos como ejemplo: la convivencia social en un parque de cualquier ciudad, si el parque fuera muy grande y con una gran diversidad de lugares, atractores y entornos, quizá no se requiriera el concurso del acuerdo; pero generalmente son pequeños, así que un buen parque tiene áreas para practicar deportes, otras para juegos infantiles y otra para estar. La definición de estas áreas y su distribución puede ser motivo de conflicto entre la comunidad, pero seguramente se puede llegar a un acuerdo si se busca una buena administración de esta área de uso y disfrute común. Otro ejemplo puede ser el propio instituto donde trabajo, o cualquier otra entidad de investigación. Ahí comparto instalaciones con 67 académicos y más de 300 estudiantes y 80 trabajadores administrativos para desarrollar nuestras labores todos estamos de acuerdo en que se requieren aulas y laboratorios, pero también para contribuir un desarrollo integral de toda la comunidad se requieren instalaciones recreativas y deportivas. Esto último ya entra en conflicto con lo primero. Se requiere de mantenimiento tanto para los laboratorios como de las aulas; pero también es necesario prestar atención a las otras instalaciones. Es más déjenme exponer un tema mucho más específico. Para hacer investigación los académicos del instituto solicitan donativos a muchas instituciones y todos recibimos dinero para desarrollar proyectos de investigación. Cabe decir que la mayor parte del presupuesto operativo de los institutos de la UNAM proviene de fuentes externas a la misma UNAM, es decir, los académicos necesitamos concursar por apoyo de muy diversas organizaciones. Con estos apoyos compramos equipos, algunos muy costosos que pasan a formar parte de la infraestructura del instituto. Dada esta situación tenemos al menos dos posibles conflictos. Los académicos de mayor antigüedad pueden tener más espacio para colocar más equipos, por otro lado estos equipos requieren de mantenimiento y la mayoría de los proyectos tienen una vigencia menor a la vida útil de los equipos; por lo tanto se requiere el pago de mantenimientos con cargo al presupuesto del instituto, que en principio es para todos los académicos. Este tipo de conflictos es conocido como la administración o gobernanza de los comunes. La premio nobel de economía Elionor Ostrom escribió un libro titulado “Governing the Commons” muy interesante donde analiza la gobernanza de los comunes y concluye, al igual que Donella Meadows en el libro, que ya he comentado, “Thinking in Systems”,que este tipo de conflictos pueden ser solucionados desde la teoría de sistemas. En particular, la solución involucra definir reglas claras de uso, mantenimiento y equidad de largo plazo, así como cuotas de recuperación para mantenimiento y reparto de áreas de uso. Todo esto con la finalidad de obtener beneficio social maximizado en lugar de extraer beneficio individual con marginación para muchos. En otras ocasiones he propuesto organizaciones horizontales que promuevan la participación de las personas involucradas.
Fundamentalmente la educación y exhortación a los usuarios para que ellos entiendan las consecuencias del abuso de los recursos son las herramientas que proponen. También la implementación de acciones de retroalimentación para enfatizar mediante la concientización del uso de los recursos y para que colectivamente se sancione los posibles abusos. Una acción también importante es alinear a los actores hacia una meta común de largo plazo en lugar de seguir las metas individuales, generalmente de corto aliento. Señalan como opciones la auto-organización y auto-gobierno como alternativas una vez que se cuente con credibilidad, compromiso y mutua vigilancia de los recursos compartidos. Todo esto apunta en dirección opuesta a mis frases del principio donde anotaba la costumbre que tenemos de otorgar títulos nobiliarios a las personas encargadas de defender los intereses de las comunidades y sugerir acciones verticales que no siempre son adecuadas ni comprendidas por la comunidad.
Debemos construir organizaciones con personas capaces de aportar al bien social. Espero estas líneas nos indiquen que los problemas sociales no se resuelven con tomas de decisiones autoritarias o democráticas, sino mediante el concurso, compromiso, participación, convencimiento y educación sobre las diferentes formas de resolver el conflicto que nos ocasiona compartir el la calle, la colonia, la ciudad, la región, el estado, el país y finalmente nuestro planeta, ya que todos son finitos. Quizá el Universo no lo sea.

Una versión resumida de este artículo fue publicado el día 4 de Febrero en la Unión de Morelos

miércoles, 25 de febrero de 2015

De aeropuertos y organizaciones enredadas

En estos días he tenido que realizar varios viajes a diferentes lugares de la República Mexicana ya que tengo la oportunidad de coordinar los esfuerzos de muchos colegas científicos para conformar grupo de trabajo colaborativo. En particular coordinamos el Centro Mexicano de Energía Solar (CeMIE-Sol) que tiene como objetivo promover que los hallazgos científicos en temas de energía solar lleguen al mercado. Antes de continuar reflexionar sobre aspectos relacionados con las coordinación de grupos de trabajo, quiero detenerme en comentar un hecho que me ha llamado la atención: En los último vuelos hemos sufrido retrasos en las llegadas o salidas desde la ciudad de México. El más dramático fue cuando después de un retraso de 30 minutos en el despegue de la ciudad de Hermosillo aterrizamos en el aeropuerto del DF y estuvimos parados al lado de la pista. Lo que pasó fue los siguiente: Después de aterrizar, al pasar junto a las puerta de desembarque noté que había unas cuatro desocupadas y que, sin embargo, seguíamos de largo hasta pararnos en un rincón alejado de la zona de desembarque. Unos 20 minutos más tarde, el piloto comentó que por saturación no nos habían asignado puerta de desembarco y que teníamos que esperar. A los 30 minutos mandé dos tuites dirigidos a la aerolínea y me contestaron, al igual que a otros tuiteros, que estaban trabajando para resolver el problema. Una hora después de haber aterrizado nos asignaron un espacio para el desembarco mediante autobuses en lugar de una puerta de desembarco directo. Lo más extraño fue que para colocarnos en la posición remota, pasamos por las puertas normales y nuevamente conté cuatro espacios disponibles. ¿De qué se trata? Hay espacios pero no se usan. ¿Acaso el mensaje es decirnos que el aeropuerto está saturado para demandar la construcción de otro nuevo? Por supuesto que no tengo respuestas a estas preguntas, pero si alguien las tiene las podría compartir. Pasemos al tópico que quiero comentar en esta ocasión. La coordinación del CeMIE-Sol ha ha sido muy interesante y me ha permitido reflexionar sobre algunos aspectos de la conducta humana. Por supuesto que ya muchas otras personas han reflexionado sobre este tema. Es más les puedo decir que en los últimos años he leído una diversidad de libros sobre estos temas. De hecho, ya he comentado en algunos escritos sobre estas ideas. Por ejemplo, cuando cuestionaba la forma de organización jerárquica de las universidades y proponía que una posible organización de cuerpos dedicados a generar conocimiento sea la organización en red.
No solo la estructura de las universidades pueden organizarse de esta manera, ya algunos estudiosos de la organización han propuesto que si las compañías desean aprovechar el conocimiento generado en ellas deben poner atención a la forma en que esas ideas deben fluir a la organización misma. Precisamente esta forma de flujo de información debe ser fundamentalmente orgánica, es decir, en todas direcciones y sin importar la jerarquía de mando. Por ejemplo Ikujiro Nonaka, un investigador de las organizaciones, estudio la forma de generación de conocimiento en empresas tan sui generis como Seven eleven, si una empresa de estanquillos en las esquinas puede generar conocimiento. Nonaka estudió esta forma de transmitir el conocimiento generado y concluyó que la actitudes de colectividad, confianza, valorización de cada uno de los integrantes de la organización son muy importantes y que en de la forma en que administra la información, el conocimiento y la valoración de las personas depende el éxito de la organización.
Hace algunos años participé en un curso para coordinadores de grupos de trabajo y percibí que cuando la tarea que deben desarrollarse es compleja y requiere de habilidades específicas que quizá solamente un miembro del equipo posea; pero que al mismo tiempo no la puede realizar esa persona solamente se requiere una organización que permita la participación igualitaria y colaborativa de los miembros de la organización. Esto debe ser propiciado por un líder que fomente la participación y que al mismo tiempo dirija los esfuerzos de todo el grupo hacia la toma de decisiones por consenso. Esta virtud es algo que debemos desarrollar todas las personas, la habilidad de poder coordinar los esfuerzos de diferentes personas y equipos de trabajo al mismo tiempo que saber contribuir a la construcción de una organización que beneficie a todos. Estamos muy acostumbrados a participar en organizaciones jerárquicas y asumir las posiciones de mando o de obediencia; sin embargo considero importante que fomentemos un cambio hacia organizaciones más participativas que puedan efectivamente contender con situaciones complejas.
Digamos no a la manipulación, observemos, midamos, analicemos y resolvamos las complejas problemáticas que nos aquejan. Abramos la discusión sobre una sociedad más informada, más participativa y con mayores responsabilidades compartidas que disfrute de un ambiente crítico y constructivo, es decir, una sociedad que realmente trabaje en red, una sociedad enredada.

Este artículo fue publicado el día 25 de Febrero

miércoles, 14 de enero de 2015

Indicadores para medir acciones de gobierno

En estas líneas he repetido varias veces que es necesario tener indicadores para dar seguimiento a las acciones que emprendemos. En particular he invitado a definir y utilizar indicadores para monitorear los caminos hacia la sustentabilidad. He comentado que en México el INEGI es el principal proveedor de indicadores y que con ellos podemos analizar hacia donde vamos. Otros colegas también han enfatizado la importancia de contar con indicadores de la gobernanza para dar seguimiento a las políticas públicas. El día de hoy quiero comentar el reciente convenio que celebraron el gobierno del Estado de Morelos y la OCDE para “medir el bienestar en Morelos”. Coincido en lo importante de contar con indicadores y que su medición por organismos internacionales, con experiencia, también da confianza. En la presentación encontramos al Ricardo Torres Carreto del INEGI Morelos, un experto en los datos y las estadísticas de nuestro estado. El convenio se enfoca en aspectos del bienestar de los morelenses. Aunque manifiesto que no soy partidario del uso indiscriminado de los indicadores para jerarquizar, es decir, para, en este caso, comparar a Morelos con otros estados, en esta ocasión usaré las comparaciones que se compartieron en la presentación del convenio. Durante esta presentación se dieron algunos adelantos. Por ejemplo en el ámbito de la salud en Morelos se ubica en el lugar 5 de 32 con una tasa de mortalidad: 9.8 muertes por cada 1,000 habitantes y con una esperanza de vida de 74.8 años. Ante esta cifras y otros indicadores la OCDE recomienda implantar acciones para reducir la incidencia de la diabetes y obesidad, y otras enfermedades crónico degenerativas. En el ámbito del empleo, Morelos se ubica en el lugar 8 de 32 en México con una tasa de empleo de 64.4% y tasa de desempleo: 3.5% la recomendación en este caso es reducir el empleo informal y aumentar participación laboral femenina. Quiero reflexionar el lugar 8 de 32 puede ser visto como adecuado, pero al saber que la tasa de empleo es de menos del 65% nos dice que 35% no tienen empleo, las comparaciones pueden disminuir la magnitud de los problemas. En cuanto a educación Morelos se ubica en el lugar 14 de 32 con una población económicamente activa con al menos educación media superior de 40.7%. y la recomendación es lograr la cobertura en educación media superior y mejorar la calidad educativa. En cuanto al compromiso cívico Morelos se ubica en el lugar 10 de 32 con una participación electoral de49.4% . La recomendación en este tópico es aumentar transparencia, rendición de cuentas y cercanía con los ciudadanos para fortalecer la gobernanza democrática y comunicar resultados de indicadores de bienestar y hacer consultas periódicas con la sociedad sobre la materia. Referente a vivienda Morelos se ubica en el lugar 13 de 32 con número de cuartos por persona de 1, la recomendación es controlar el crecimiento urbano , diversificar opciones de vivienda y mejorar la movilidad urbana. Acceso a servicios Morelos se ubica en el lugar 14 de 32 en México con el acceso a banda ancha en los hogares de 28.2% , la recomendación es mejorar acceso a transporte público y conexión a servicios como: escuelas y centros de salud y mejorar acceso a servicios básicos en la vivienda (agua, drenaje, recolección de basura, Internet). En el aspecto de la seguridad Morelos se ubica en el lugar 26 de 32 con una tasa de homicidios de 30.3 homicidios por cada 100 000 habitantes , la recomendación es mejorar la seguridad pública , mejorar la percepción de seguridad y la confianza en las autoridades y aumentar oportunidades de empleo. Esta última para mí es vital. En el ámbito del empleo Morelos se ubica en el lugar 17 de 32 con un ingreso disponible en los hogares per cápita de 6 160 USD al año , la recomendación son de atraer mayor Inversión Extranjera Directa en sectores de alta productividad y reducir la desigualdad del ingreso. Para lo primero es necesario incrementar la cobertura en educación superior, no solamente la educación media. En lo referente a medio ambiente Morelos se ubica en el lugar 32 de 32 con una contaminación del aire de 26.2 pg/m3 , la recomendaciones son mejorar la conservación del paisaje y ecosistema natural , mejorar la calidad del aire y su adecuado monitoreo y mejorar la calidad del agua y la disposición de residuos. Este indicador es realmente preocupante.
Ante estas recomendaciones el gobierno morelense propone 17 acciones prioritarias algunas como la beca salario son emblemáticas y que comparto totalmente. La beca salario es una acción de largo aliento que redundará en un bienestar para todos. Sin embargo me preocupó una de las acciones propuestas: Para mejorar la calidad de medio ambiente se menciona el programa Hoy no circula en las zonas metropolitanas morelenses. En mi opinión, este proyecto prioritario requeriría una mayor discusión y análisis. Para mí es una acción con muy bajo costo para el gobierno, pero un altísimo costo para la sociedad. En cambio la propuesta que mencionó, ese día el gobernador Graco Ramírez, de adecuar el sistema de transporte público será precisamente de largo aliento y responde a otra de las recomendaciones de la OCDE: mayor acceso al transporte público. Otra opción es crear una infraestructura para la movilidad sin motor: ciclovías a lo largo del Estado de Morelos. Esto daría opciones para mejorar la salud y de atraer turismo de esparcimiento que generaría recursos para la población
Claramente la beca salario es una apuesta que requiere de una alta inversión, pero el resultado es para un amplio sector de la población, lo mismo sucede al adecuar el sistema de transporte en las metrópolis morelenses; en lugar de proponer soluciones de bajo costo sin generar bienestar social como el Hoy no circula.
El contar con indicadores de bienestar es una excelente decisión para iniciar la buena costumbre de monitorear las acciones implantadas por los tomadores de decisión.

Una versión resumida de este artículo fue publicado el día 14 de Enero

miércoles, 7 de enero de 2015

El México hasta ayer

Esta semana comienza el año 2015 y en nuestro país enfrentamos una severa crisis económica, social, ambiental e institucional, es tiempo de reflexión. Aunque algunos indicadores globales sugieren una economía estable, parte de la estabilidad reside en un exiguo crecimiento económico cuya desigual distribución cada día se incrementa y lacera. La corrupción galopante en todos los niveles sociales y en muchos aspectos de la vida cotidiana son otra muestra de esta crisis social. La explotación a mansalva de los recursos naturales así como la desforestación y las explotaciones de minerales que arrojan residuos peligrosos sin control o confinamiento asegurado, también son parte de la problemática. Estos tres aspectos nos condicionan severamente el llamado desarrollo sustentable. Todavía más grave es la crisis institucional del sistema nuestro político que conduce a una profunda desconfianza de todos hacia los diferentes niveles de gobierno. Aquí debo comentar que si bien el ámbito institucional ha sido mencionado, existe un forma diferente para designar a este ámbito como el ámbito del “buen gobierno”. Quizá podamos entenderlo mejor de esta manera.
Estas breves líneas solamente contienen lo que todos mencionamos en las charlas cotidianas. Entendemos por desarrollo sustentable aquel que contempla y resuelve los conflictos entre los ámbitos económicos, sociales, ambientales e institucionales; por estas razones en nuestro país, nos encontramos ante uno reto mayúsculo. Todos los ámbitos del paradigma de la sustentabilidad están en situaciones lo menos favorables para alcanzar este paradigma.
En estas líneas muchos científicos hemos opinado sobre estos temas e indicado la problemática que observamos y proponiendo algunas soluciones. Ya en estos textos se han mencionado lo ilustrativo de los libros de Jared Diamond al abordar este tipo de problemáticas desde una perspectiva histórica moderna donde contempla no solamente los aspectos históricos, sino que incluye en la discusión tópicos biológicos, genéticos y, en general, ambientales. Muy recomendables son sus libros “Armas, gérmenes y acero” y “Colapso”. El día de hoy sugiero leer su último libro: “El mundo hasta ayer”. En este nuevo texto, Diamond, aborda diferentes problemas actuales y analiza las formas en las que se se han resuelto tanto a lo largo de la historia como en las sociedades actuales. Sin embargo, uno de los aspectos más interesantes de su enfoque radica en que describe diversas formas de solución en sociedades actuales pero “tradicionales”. Aquí debemos hacer una pausa y ampliar el concepto que Diamond señala con la palabra “tradicional”. Primero no se refiere a sociedades conservadoras, ni retrógradas; sino a comunidades que han mantenido ese estilo de vida por varias centenas de años. Ejemplos de estas sociedades son los !Kung del desierto africano del Kalahari, los Dani de Nueva Guinea, los Iñupiat de Alaska, los Pigmeos en África o los Yanomani de Sudamérica, aunque comenta otras más. Con la descripción de las formas de resolver conflictos en estas sociedades tradicionales que han perdurado por siglos, y en algunos casos por milenios, pretende ilustrar que hay soluciones diversas a la misma problemática y que múltiples reflexiones son necesarias para poder encontrar realmente soluciones acordes con el entorno específico. En particular, la pregunta fundamental del libro es: “¿qué podemos aprender de las sociedades tradicionales?” y la verdad es que amplía la visión que podamos tener de muchísimos de los problemas actuales.
En la actualidad los problemas de tenencia de la tierra y la explotación de los recursos naturales disponibles en ella es uno de los temas a tratar. En el libro “El mundo hasta ayer” se discute empezando al analizar los conceptos de amigo, enemigo, desconocido y comerciante para posteriormente definir fronteras y territorios excluyentes y detallar los esquemas de la economía de mercado tanto en nuestra particular forma de vida como en las de las sociedades tradicionales. Hoy en México se dice que hay regiones en guerra, en la segunda parte comenta los problemas de la paz y de la guerra analizando la problemática desde las posibles causas de los conflictos armados hasta la solución a través de las diferentes justicias. Entre otros aspectos menciona las diversas formas de tratar a los jóvenes y a los ancianos para concluir con las instituciones. Para abordar a las instituciones, toca un delicado tema: la religión y otro muy importante la salud.
Recomiendo la lectura de este libro para aquellos que consideren que las soluciones a los problemas que tenemos tienen que ser profundas y de raíz al mismo tiempo que paulatinas y con la suficiente información para que todos estemos informados de los cambios y apoyemos a conseguirlos.
Los “mayores” veremos en el libro confirmación de muchas ideas que hemos aprendido al mismo tiempo que encontraremos soluciones inimaginables para la forma en que hemos sido entrenados. Los jóvenes encontrarán ideas dignas de ser exploradas para conseguir que el México "conflictuado" que tenemos sea el México hasta ayer.

Este artículo fue publicado el día 7 de Enero en el periódico la Unión de Morelos